Paseo Marítimo o Malecón de Cádiz |
Las semejanzas o coincidencias entre lugares de España y Cuba son muy curiosas. Por ejemplo en Cádiz hay una playa que se llama "Santa María del Mar" que nos recuerda, inmediatamente, el balneario habanero.
Esta "Santa María" se encuentra situada entre dos diques, a la que se accede por rampas o por unas escaleras en forma de caracol que separan esta playa de la Playa de la Victoria. Es lo que se conoce como el paseo marítimo, o el malecón de Cádiz, que sigue su curso bordeando la costa del casco urbano.
El periodista español Antonio Rivera definía a las dos ciudades de esta manera: "Dos ciudades que al mismo tiempo están abiertas a una bahía y al Océano Atlántico. Cádiz es La Habana, entre otras cosas, porque sus fortificaciones militares fueron construidas por los mismos ingenieros militares, de manera que la similitud del Castillo del Morro con San Sebastián o Santa Catalina es evidente".
En el caso de Cuba esta situada al este de la Habana, y a diferencia de esta, se compone de 8 kilómetros de fina arena y aguas transparentes y muy azules, bastante similares incluso a la famosa playa de Varadero. De hecho desde 1982 la UNESCO la protege como parte de su patrimonio, al haber sido considerada como balneario desde el siglo XVI.
No por gusto hay una vieja canción, de la autoría de Antonio Burgos y musicalizada por Carlos Cano, que tiene el siguiente estribillo:
«Desde que estuve, niña, en La Habana no se me puede olvidar tanto Cádiz ante mi ventana, Tacita lejana, aquella mañana pude contemplar. La Cabaña recordaba a la Torre Tavira» y las caderas de las mulatas del Tropicana tenían un algo de pecadoras grupas de las periquitas del Pay Pay».
De su puerto y bahía salieron hacia Cuba miles y miles de naves, empezando por las de Diego Velázquez y Bartolomé de las Casas, seguido de una cantidad incalculable de comerciantes y más de 200 mil soldados que tenían la misión de enfrentarse a menos de 40 mil rebeldes, según lo aseguró el gran historiador británico John Lawrence Tone, que lo situó además como el mayor movimiento bélico de la historia después de la segunda guerra mundial.
Años después se recibieron por allí mismo lo que Blasco Ibáñez llamó "el rebaño gris". Aquellos famélicos soldados que regresaban a casa tocados y enfermos, la mayoría por enfermedades transmitidas por mosquitos.
--Que tengo un amor en La Habana y el otro en Andalucía,
--no te he visto yo a ti, tierra mía,
--más cerca que la mañana
--que apareció en mi ventana de La Habana colonial
--tó Cádiz, la Catedral, La Viña y El Mentidero…
--Y verán que no exagero si al cantar la habanera repito:
--La Habana es Cádiz con más negritos, Cádiz, La Habana con más salero.
Para los que hemos tenido la gran suerte de andar por sus calles, no dejamos de sorprendernos al ver que el Malecón Habanero, un muro construido entre 1901 y 1952, tiene allí al hermano gemelo o al padre, situado a lo largo del paseo marítimo. Así mismo las calles del casco antiguo son casi una réplica a las de la Habana más vieja o colonial. De hecho otro fragmento de la copla habanera dice así:
«Desde que estuve, niña, en La Habana no se me puede olvidar tanto Cádiz ante mi ventana, Tacita lejana, aquella mañana pude contemplar. La Cabaña recordaba a la Torre Tavira» y las caderas de las mulatas del Tropicana tenían un algo de pecadoras grupas de las periquitas del Pay Pay».
La Catedral de Cádiz nos recuerda a la de la Habana |
Años después se recibieron por allí mismo lo que Blasco Ibáñez llamó "el rebaño gris". Aquellos famélicos soldados que regresaban a casa tocados y enfermos, la mayoría por enfermedades transmitidas por mosquitos.
Datos demoledores del libro de Tone, dan cuenta de las cifras oficiales recopiladas por el ministro de la Guerra de cuba el mayor general del ejercito libertador, el polaco Carlos Roloff, que asegura que entre febrero de 1895 y agosto de 1898, algo más de 41.000 soldados españoles, el 22% del ejército alistado en Cuba, murió a causa de aquellas enfermedades. A modo de comparación, sólo el 3% de las fuerzas estadounidenses enviadas a la isla en 1898 murió por este mismo motivo, mientras que en el Ejército Libertador se recogen 1.321 combatientes.