Pastora con su amado líder en Sierra Maestra |
El día 27 de abril de 1921 nació esta señora que ve usted en la foto, Pastora Núñez González, que con el tiempo se convirtió en una guerrillera y se alzó en la Sierra Maestra con las fuerzas de Fidel Castro.
Como puede ver, su imagen y supuesta condición sexual, lesbiana, representó todo lo contrario a ese esfuerzo que hicieron los Castristas por dibujar a sus barbudos como guerreros viriles e inmunes a las "desviaciones sociales".
Realmente no se le conoce mucha historia "libertadora" a esta señora, pero sí que al triunfar la revolución es quien asume, por orden de su amado líder, la dirección de la Lotería Nacional, organismo al que ya le quedaba poco de vida.
Más tarde se hace cargo del Instituto Nacional de Ahorro y Viviendas, donde se hizo famosa fabricando edificios de horribles diseños, que encima llevaron su nombre. "Los edificios de Pastorita".
Gracias a su dedicación a Fidel, que la premió con los grados de "primer teniente" al bajar de la Sierra, fue de las afortunadas que no tuvo que "entrar por el aro", quiero decir, que no fue despreciada por su inclinación sexual y, encima, no tuvo que esconderla ni marchar a los campos de trabajos forzados UMAP* al más fiel estilo Hitleriano.
Su inclinación sexual hubiera sido "mérito suficiente" para ingresar en algunos de aquellos infernales campamentos creados por el asesino Ernesto Guevara y alentados por Fidel, a donde iba a parar todo aquel que por su apariencia externa no cumpliera con los requisitos de un "buen macho revolucionario o una auténtica Flor de la Sierra", como por ejemplo sus amigas Celia Sánchez o Vilma Espín.
Las palabras, primero de Fidel Castro en 1963 en la escalinata universitaria durante el acto clausura por el VI aniversario del ataque a Palacio, y luego las de su hermano Raúl en 1966 justificando que aquellos internados "eran militares y no presos", son una prueba del porque en 1962 los órganos represivos ordenaron las trágicas "noches de las tres P", la represión contra las "putas, proxenetas y pájaros" (gays)
Fidel Castro:
«Muchos de esos pepillos vagos, hijos de burgueses, andan por ahí con unos pantaloncitos demasiado estrechos (risas); algunos de ellos con una guitarrita en actitudes “elvispreslianas”, y que han llevado su libertinaje a extremos de querer ir a algunos sitios de concurrencia pública a organizar sus shows feminoides por la libre.
Que no confundan la serenidad de la Revolución y la ecuanimidad de la Revolución con debilidades de la Revolución. Porque nuestra sociedad no puede darles cabida a esas degeneraciones (aplausos). La sociedad socialista no puede permitir ese tipo de degeneraciones.»
Que no confundan la serenidad de la Revolución y la ecuanimidad de la Revolución con debilidades de la Revolución. Porque nuestra sociedad no puede darles cabida a esas degeneraciones (aplausos). La sociedad socialista no puede permitir ese tipo de degeneraciones.»
Pastora Núñez |
Lo triste de esta señora, y de todos aquellos homosexuales comprometidos con el régimen, fue tener que pagar el precio de vivir aquel estado de represión que intentaba erradicarlos dentro del programa nacionalista de la revolución.
Que por miedo a correr el mismo destino que corrieron los escritores Lezama Lima, Virgilio Piñera, Reinaldo Arenas, Gastón Baquero o el mismo científico Ariel Ruiz Urquiola en la actualidad, tuvo que callar y aceptarlo todo vergonzosamente.
Pastorita, como Miguel Barnet o el tenebroso Alfredo Guevara, por citar dos ejemplos de dirigentes supuestamente gays, al menos no confesos, no tuvieron que pasar por aquel bochornoso internamiento. Ellos, a diferencia de otros, sí reunían las condiciones y los requisitos genuflexos y necesarios como para ser considerados verdaderos revolucionarios.
Raúl Castro:
«En el primer grupo de compañeros que han ido a formar parte de las UMAP se incluyeron algunos jóvenes que no habían tenido la mejor conducta ante la vida, jóvenes que por la mala formación e influencia del medio habían tomado una senda equivocada ante la sociedad y han sido incorporados con el fin de ayudarlos para que puedan encontrar un camino acertado que les permita incorporarse a la sociedad plenamente»
«... una desviación de esta naturaleza está en contradicción con el concepto que tenemos sobre lo que debe ser un militante comunista. Bajo las condiciones en que vivimos, a causa de los problemas con que nuestro país se enfrenta, debemos inculcar a los jóvenes el espíritu de la disciplina, de la lucha y del trabajo".»