martes, 9 de mayo de 2023

José Domingo Blino, el que no murió en el aire si no en el mar


Cuando el Cubano Matías Pérez voló en un globo el 29 de junio de 1856, ya un mexicano lo había hecho 72 años antes y de eso 239. No obstante la historia recoge que fue José Domingo Blino quien, un 31 de mayo de 1831, se convirtió en la primera persona que voló un globo desde la Habana. 

El Bejucaleño (del pueblo cubano de Bejucal) tuvo la curiosidad de que fue él mismo quien se confeccionó el globo y su ascenso se produjo en el área donde hoy esta enclavado el capitolio nacional, la entonces llamada Plaza de los Toros de los campos de Marte. 

Luego de varios días de incertidumbre, apareció por fin en un campo de Quiebra Hacha, un pueblo de la provincia de Pinar del Rio, cuando ya muchos lo daban por muerto. Sin embargo, cuando marchó a New York en busca de un globo más profesional y de mayor tamaño, murió en la travesía y tuvieron que tirar su cadáver al mar.

MATÍAS PEREZ

En el caso de Matías, se trata de un portugués afincado en Cuba en el siglo XIX. Matías Pérez, dueño de un taller de toldos y marquesinas en la calle Neptuno, en la Habana, compró un globo aerostático en 1856 y la segunda vez que se montó, nunca mas lo vieron regresar.

Se dice que le compró el globo al piloto francés Eugene Godard, que como buen francés también había incursionado en la construcción de artefactos de gas y de aire caliente. Matías, a un costo de 1200 duros, lo bautizó como Villa de París, volando exitosamente el 12 de junio de 1856.

Ascendió desde la Plaza de Toros de la Habana hasta una altura de 5 o 6 kilómetros, en una zona conocida como Filtros del Husillo. Sin embargo unos días después, el 29 de junio, se montó de nuevo con un permiso del capitán general José Gutiérrez de la Concha, elevándose desde el paseo del Prado.

Pasó que los fortísimos vientos con los que no contó, arremetieron contra su globo de tal manera que lo vieron perderse rumbo norte en el mar, y en dirección al estrecho de la Florida. Nunca más se supo de su paradero, con lo cual se supone que haya caído al agua en medio del estrecho.

JOSE MARÍA ALFARO 

Mucho antes, allá por el 1784, el mexicano José María Alfaro realizó el primer vuelo que se conoce en la América Latina con estos globos. Alfaro logró ascender en uno que surcó el cielo de Xalapa y que, para mas señas, fue fabricado por él mismo.

Alfaro voló seis meses después que un ser humano lograra esta hazaña por primera vez en el mundo, cuando los hermanos franceses, Joseph y Etienne Montgolfier, habían realizado la primera ascensión impulsados con aire caliente. 

Cantolla y uno de sus globos

También hubo otro mexicano que fue célebre con estos inventos. Se trata de Joaquín de Cantolla y Rico, hijo de emigrantes vascos que se dedicó a fabricarlos. En 1863 voló su primer globo desde la plaza de toros del paseo nuevo, y fue todo un éxito. 

A él se debe la famosa frase relacionada cuando algo explosiona ruidosamente: "Explotó como el globo de Cantolla" que por cierto, fue totalmente verídica, pues el piloto Cantolla tuvo varios accidente en algunos de sus intentos. 

En uno cayó encima de un techo de una casa destrozando una parte, y en otro, digamos mas trágico, le encomendó a un sastre de apellido Avilés que sostuviera una de las amarras, pero desgraciadamente la soga se le enredó en una pierna elevándolo al cielo, cayendo posteriormente al vacío y muriendo en el acto.

En el caso de Alfaro logró alzarse un máximo de 800 metros, recorriendo una distancia de nueve kilómetros desde los Berros en Xalapa, hasta que el aire se enfrío y aterrizó - poco a poco - en la entrada de Coatepec, donde fue recibido calurosamente por los habitantes de la zona.

Maldita Hemeroteca // Fuentes de Internet

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