ELPIDIO VALDÉS: Y la sueca María Silvia

Silvia Padrón / Foto: TVE

El teatro "Leal" de la Laguna, en Tenerife, ha sido escenario de la entrega de los Premios Quirino de la Animación Ibero americana. Este certamen tiene como objetivo premiar y entrelazar el comic que se hace desde ambos lados del océano. 

Suelen competir una veintena de países y por ejemplo en la versión del 2021 España encabezó la lista con 11 finalistas, y aunque esa vez Cuba no tenía representante, la organización del evento quiso hacerle un homenaje al dibujante y realizador cubano Juan Padrón, quien había fallecido un año antes de coronavirus. Su hija Silvia fue la que asistió representándolo.

En una entrevista con Europa Press, Silvia afirmó que los "haters" en las redes acusaban a su padre de ser un instrumento adoctrinador de la tiranía Castrista, sobre todo por esa forma "muy especial" que tuvo Padrón de interpretar la historia cubana del siglo XIX y donde en su animado aparecía un ejército español ridiculizado, al extremo de parecer tontos.

La mítica frase del soldado español: ¡Y uno aquí de bestia!, llevaba toda una gran carga manipuladora intrínseca, siendo Padrón incluso un gran conocedor de aquella realidad histórica. Y ya no les cuento el viraje que dio la serie, cuando llegó a convertir a los soldados norteamericanos en los principales enemigos de aquella contienda.

De hecho, hay muchos capítulos que se centran en este aspecto, cuando la realidad era que los mambises, desde Máximo Gómez hasta el último de sus más humildes soldados, clamaban al cielo por la intervención divina del vecino del norte. ¡No solo eso!, hubo capítulos en los que Elpidio se unió a los Españoles para combatirlos, que eso si  que "le roncó el merequetén".

En este caso no son los haters, Cuba entera sabe perfectamente lo manipuladores que eran estos "muñequitos". No obstante sus personajes calaron hondo no solo en el gusto de los niños, en los mayores también, aunque los primeros fueron las principales víctimas de un sistemático nacionalismo - a veces barato - que fue inoculado hasta el tuétano de sus huesos.

Juan Padrón
María quiso demostrar que su padre había sido una víctima más del sistema, narrando una anécdota de cuando los dirigentes de cultura y del partido le criticaron por haber hecho una película de vampiros, (Vampiros en la Habana) habiéndose derramado tanta sangre en la guerra de Vietnam. 

Y aunque no negamos que haya sido cierto, pues de aquella brutal e ignorante censura se puede esperar cualquier cosa, el que relacionó aquella guerra con la película sería un perfecto imbécil. Es que los cines cubanos se hartaron de proyectar películas de samuráis japoneses donde la sangre estaba a chorros o el violento ejemplo que ese personaje transmitía a los niños, con aquellas escenas de combates a tiros y a machetazos que se repetían en casi todos los capítulos. 

Pero en fin, anécdota mas o menos, fue la defensa que encontró ante la molesta acusación. No obstante nos llamó la atención la campaña digital que ella misma creó en 2020 para celebrar los 50 años de creado el personaje, campaña auspiciada por la mermelada partidista de cultura y el fondo de bienes culturales, que tenía como slogan aquella oscura y tenebrosa frase de: "Mucho machete que hay que dar todavía".

Y mira tu lo que son las cosas. 

Por ironías de la vida los padres y abuelos de Juan Padrón llegaron a Cuba procedente de Asturias y de las islas Canarias, de hecho la relación que tuvo él con sus abuelos le fue después de ayuda para la creación de la historieta; y como si fuera poco terminó casado con una gallega. Yo sé que resulta feo hablar de personas que ya no están en este plano existencial, pero ella mejor que nadie debe saber que Elpidio Valdés respondía -perfectamente- al deseo manipulador de la tiranía castrista. 

Afiche de este cómic
No exageramos al decir que este cómic adoctrinó mas gente en Cuba, que el mismo partido comunista. Además su imagen ha sido utilizada para atacar a la disidencia interna, como también se empleó para hacer campaña durante la votación de aquel engendro de constitución que ahora sufren todos.

La verdadera historia de aquella guerra, no la que contó su padre en el muñequito ni el castrismo en los libros de historia, fue la de una Cuba donde mas de 80 mil nacionales se unieron al ejercito español como voluntarios y soldados de reemplazo, incluso negros. Sin ir más lejos, la guardia personal del tristemente célebre general Valeriano Weyler estaba compuesta por bomberos de esa raza.

Que su hija se sienta orgullosa por este homenaje nos pareció lógico;  o que el presidente del cabildo quisiera agasajar el ingenio de Padrón, pues exactamente lo mismo, pero no que se hiciera la Sueca. La realidad es que Cuba está repleta hoy de pillos manigüeros que, desde horas bien tempranas tienen que salir a pelear, no contra España, si no para buscar que comer y donde más de 300 mil "Elpidios" buscan un pasaporte - para más español - que los saque de una vez de aquella "insoportable manigua". 

Maldita Hemeroteca
Share:

LA DIVISA EN CUBA

REPUBLICA/ALCALDES

ARTE

DAMAS

FASTCAST/SPORTS