Observe la importancia que tiene este dato, desde el punto de vista histórico. El matancero, Jose Ambrosio González, está considerado como el primer cubano herido por el plomo español combatiendo por la libertad de Cuba. Y aunque por un problema de época no haya prestado su servicio en las causas libertarias que se originaron después, su nombre es parte de la historia independentista Cubana por derecho propio.

Su padre fue uno de los primeros maestros en la provincia de Matanzas, y por tanto fue allí donde nació en 1818. Más tarde fue enviado a estudiar a Europa y a New York, donde recibió una esmerada educación en ciencias y en derecho, compartiendo luego la profesión con su padre. Ahora bien, como progresista aceptó de inmediato las ideas invasoras y anexionistas del recio guerrero venezolano Narciso López. Vamos al lío...

La Junta revolucionaria de La Habana le encargó la delicada misión de ofrecer al general norteamericano William Jenkins Worth, que regresaba de la guerra de México, la suma de tres millones de dólares para que preparara una expedición de cinco mil veteranos norteamericanos para desembarcar en Cuba, los que recibirían el apoyo de los patriotas reclutados y encabezados por Narciso López. 

Para ello, González puso al general Worth en comunicación con Narciso López y Gaspar Betancourt Cisneros, entonces editor del periódico "La Verdad". Casualmente el general Worth muere en Texas y el proyecto de invasión se disgrega, con lo cual la junta cubana de Nueva York, de la cual Narciso López era su presidente, de Juan Manuel Macías, José María Sánchez Iznaga, Cirilo Villaverde y el propio Ambrosio y la bandera Cubana incluida, deciden organizar una expedición criolla al costo de 40 mil dólares.

Junto a Narciso López y la expedición transportada en el vapor Creole, desembarco en plena noche del 19 de mayo de 1850 por la playa de Cárdenas, y esa fue la primera vez que nuestra bandera Cubana ondeó enarbolada por alguien que pisaba el suelo Cubano. ¡Tome nota!.

Ambrosio en calidad de brigadier y jefe de estado mayor, ordenó el ataque al palacio del Gobernador, refugio de los españoles que fueron desalojados de su guarnición. Al siguiente día resultó herido de un balazo en el muslo en un intercambio de disparos con los defensores del lugar, siendo obligado a reembarcarse de regresó a Cayo Hueso. De manera que Ambrosio González - oficialmente - fue el primer cubano que derramó su sangre por liberar la isla del yugo Español. 

---Tuvo suerte el Ambrosio, porque aquella invasión fue el fin de Narciso López que terminó capturado y condenado a muerte por el capitán general de Cuba, el general Manuel de Concha Irigoyen. ---

El 16 de diciembre de 1850 Narciso López, Ambrosio González, el general John A. Quitman, así como otros notables norteamericanos, fueron juzgados en Nueva Orleans por haber violado las leyes de neutralidad al atacar dominios españoles; pero después de tres intentos por condenarlos al final quedaron absueltos. 

En la primavera de 1851 el ya general Ambrosio González reclutó hombres en la ciudad de Savannah, Georgia, para otra expedición a Cuba, sin embargo esta se vio frustrada por la detención del velero "Cleopatra", por orden del presidente Millard Fillmore. Finalmente, en agosto de 1851, no decide acompañar a Narciso López en la expedición del vapor "Pampera", al encontrarse convaleciente de una enfermedad. 

López desembarcó al mando de 300 hombres en dirección a las Pozas, en Bahía Honda, provincia de Pinar del Río, donde derrota a las fuerzas españolas que se le enfrentaron. Deja al resto de su grupo, los víveres y el armamento al cuidado de Crittenden, quien se acobarda y decide huir el trece de agosto rembarcándose con los 50 hombres y sembrando el desorden en las filas rebeldes. 

De nada le valió la huida, pues su vapor fue interceptado y capturado por los barcos españoles "Cárdenas" y "Habanero". Todos los prisioneros fueron conducidos a la capital y fusilados el mismo día, a la falda del Castillo de Atarés. Por su parte en Candelaria, Pinar del Río, Narciso es sorprendido por la columna del coronel Ángel Elizalde que le causa serias bajas en las zonas de Bahía Honda y San Cristóbal, encima le fusila allí mismo a los hombres capturados.

Y aunque Narciso logra escapar y sigue combatiendo en las cercanías del ingenio Aguacate y en Arroyo Grande, fue traicionado por su amigo José Antonio Castañeda, por lo que termina siendo capturado en Pinos de Rangel. Es trasladado a La Habana en el vapor "Pizarro" y, a las 7 de la mañana del siguiente día, sube al patíbulo condenado "por traición". Es ejecutado el uno de septiembre de ese año 1851 en el garrote vil.

Por su parte Ambrosio, al estallar la Guerra de secesión en los Estados Unidos, se une a los confederados con el grado de coronel de artillería. Combatió en los estados de Carolina del Sur, Georgia y Florida. Cuando los sureños se reagruparon en Charleston, fue designado segundo al mando del general Thomas Jordan, encargado de la defensa de ese bastión. 

Siendo jefe de artillería fue capturado por el victorioso ejercito del Norte en Hillsboro, North Caroline, al mando del general William Sherman, mientras que sus propiedades fueron destruidas y su familia arruinada. Decide volver a Matanzas a su antigua profesión de maestro, como un medio de resucitar a su arruinada familia.

Estando en Cuba le sorprende el levantamiento de Yara, e incluso siendo un septuagenario y enfermo, decide unirse al levantamiento, pero una parálisis lo deja en silla de ruedas. Ojo al dato: José Martí fue a verlo en el hospital de Cayo Hueso y al despedirse Ambrosio le dijo mientras levantaba sus miembros entumecidos: "¡Un saludo a los redentores de la patria!"

El general Ambrosio muere en la ciudad de New York, el 2 de agosto de 1893, pero su historial de servicio como militar honraría a cualquier ejercito profesional que se respete. Es una vergüenza, y una verdadera lastima, que apenas se hable de este grandísimo Cubano, aun sabiendo que desde Céspedes en 1868, hasta el más humilde de aquellos mambises del 1895, miraban esperanzados hacia el vecino del norte. En fin...

Maldita Hemeroteca

Fuente: Artículo de Gonzalo de Quezada, 31 de diciembre de 1892 // Diccionario enciclopédico de historia militar de Cuba. Primera parte (1510 - 1898)