lunes, 25 de septiembre de 2023

Sound of Freedom, durísimo golpe al libertinaje izquierdista


Créalo o no, hubo una vez que la pedofilia fue aceptada en este mundo de alguna manera. En el Greco Romano, por ejemplo, fue considerada como "una inserción de los jóvenes a la edad adulta". De hecho ese es el significado, precisamente, de la palabra pederastia.

En Roma no constituía delito, y en la aristocrática Esparta era empleada como una forma de adiestramiento militar. En este caso algunos autores sugieren que la relación entre un maestro y su discípulo, que en ese tiempo era de tipo casto, incluía elementos erotizantes.

Las fiestas lupercales, festividades que se ofrecían sacrificios al dios Pan y a la diosa Lucina, fueron calificadas por el filósofo romano Catón el Viejo como una "auténtica bendición", ya que permitía que los jóvenes "dieran rienda suelta a sus más bajos deseos sin molestar a las mujeres de otros hombres".

Sin embargo vemos también como la biblia, según el versículo 18:6, Jesús advertía que: "Cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar". 

Por suerte los tiempos han cambiado, y aunque aquí en España se han rebajado las condenas para algunos agresores sexuales y resultan bastante bajas si las comparamos, las condenas a esta execrable practica son cada vez mayores en la mayoría de nuestras sociedades. Sí, porque desde su particular punto de vista, en general la izquierda ha llegado a rozar puntos muy controversiales dentro de la sexualidad infantil. 

Para su agenda, y no digo que para todos, el abuso no está en la practica de sexo entre niños con adultos, sino en no permitirle "ese derecho" a los menores. Ya lo venía denunciando la revista alemana "Der Spiegel en 2007, cuando advertía que en esos llamados "círculos progresistas" fue donde comenzó la peligrosa erotización de la infancia.

En España esta problemática la tenemos en la ministra de Igualdad Irene Montero, del partido de extrema izquierda Podemos, y esposa de su ex líder Pablo Iglesias, cuando declaró en 2022, durante su comparecencia en la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados, que si un «niño, niña o niñe» (sic) quisiera tener relaciones sexuales con un adulto no habría problema, siempre que hubiera consentimiento por parte del menor». Lo argumentó, diciendo que esos menores "tenían el derecho de hacer el amor con quien les diera su gana", ignorando la incapacidad ante el bien y el mal de esos propios niños.

No es secreto para nadie que los actuales movimientos de izquierda radical están imbuidos de ideología de género, dentro de una antigua lucha de clases marxista en cuanto a la relación entre hombres y mujeres y que, además, considera que la orientación sexual humana no parte de una previa realidad biológica, sino que es una identidad optativa que las personas va construyendo libremente desde su propia subjetividad. 

Dentro de este pensamiento, el «heterosexualismo» es el resultado de una «opresión patriarcal» de la que hay que «liberarse». Dicho esto, vemos como en estos días han llegado al extremo, y como parte de esta misma batalla política cultural, de posicionarse en contra de la película "Sound of Freedom", el filme inspirado en el agente norteamericano del departamento de seguridad nacional, Timothy Ballard.

Algunos sectores han llegado al extremo de cuestionar la falsedad de la historia de este personaje que la inspira. No solo critican a este agente de la HSI, si no al productor Eduardo Verastegui y al protagónico Jim Caviezel, el mismo que interpretó la pasión de Cristo de Mel Gibson en 2007, señalándolos de ultraderechistas y conservadores, y de brindarle respaldo a lo que ellos llaman "políticas reaccionarias".

Sin ir más lejos, señalan que el propio Caviezel defiende las creencias del "Qnon", la teoría conspirativa que plantea que existen supuestos actores de Hollywood, identificados como políticamente progresistas, incluso políticos del Partido Demócrata de alto rango, han sido vinculados al tráfico sexual internacional de niños y de practicar actos pedófilos.

Es más, cuando Caviezel ofreció declaraciones durante una entrevista que abordaba este tema, y donde afirmó además que el "adrenocrono" era una droga diez veces más fuerte que la heroína y que constituía otro gran problema para la sociedad, independientemente de que tuviera razón o no, estos grupos de izquierda se limitaron solamente en acusar Steve Bannon, el entrevistador, como uno de los principales asesores del ex presidente de los Estados Unidos Donald Trump.

En fin que afirmar que "Sound of Freedom" ha resultado un éxito en taquilla gracias a una fuerte campaña vinculada a grupos conservadores norteamericanos y de estar "sacada de contexto", es de locos, más cuando se sabe perfectamente que esta infame plaga es la causante de la desaparición de 8 millones de niños al año. De momento la peli, que gastó 14 millones de dólares en su confección, lleva recaudados más de 180. Por algo será.

Maldita Hemeroteca 

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