lunes, 6 de noviembre de 2023

Breve historia del tira y encoje entre España y Cuba.

El profesor y ex etarra Joseba Sarrionandia en la universidad de la Habana. // 

La biografía de ese señor que ve usted en la foto,
Joseba Sarrionandia Uribelarrea, dice que estuvo en prisión desde 1980 cuando fue condenado a 22 años por ser miembro de la banda terrorista vasca ETA. 

Luego, en 1985, consiguió fugarse de la prisión introducido en un bafle de música. Desde entonces había estado disfrutando del "exilio caribeño" por más de 35 años. En 2016 se supo que estaba viviendo en La Habana, donde impartió clases de euskera en la universidad. 

Y aunque en 2021 volvió a Euskal Herria, en aquellos momentos fue uno de los que formó parte de la comentada colonia de etarras que se escondía, (quizás aún) bajo el amparo y la protección del régimen castrista, el mismo que algunos políticos de la izquierda democrática en España, aseguran que fue un referente para ellos y para el mundo. Incluso, cuando esta misma banda le ajustició a algunos miembros de sus partidos que tiene cojones la cosa.
 
Lo de los etarras en la Habana lo dijo el periódico español "El País", que para nada es de derechas, en un artículo publicado el 20 de mayo de 2012 donde informaba de una colonia de miembros buscados por la justicia Española escondidos allí. Lo hizo citando a un "seguroso cubano" refugiado en Madrid de nombre Julio Antonio Alfonso, aunque no fue hasta el 2016 que el propio Joseba lo sacó a la luz publicado en una entrevista en Naiz en castellano.

Etarras como Miguel Ángel Apalategi, alias Apala, Luciano Eizaguirre, de Txutxo Abrisketa, José Miguel Arrugaeta, Maya Eguiguren, Josu Abrisqueta, Ignacio Rodriguez Munoa, Ignacio Echarte o José Ángel Urtiaga, se escondieron en algún momentos de sus vidas en Cuba, en algunos casos al haber sido deportados por Francia siendo prófugos de la justicia Española.

Así mismo "El Mundo" aseguró que Elena Bárcena Argüelles y Javier Pérez Lekue, también se encontraban refugiados en la "isla cárcel", e igualmente uno de sus dirigentes, Larretxea Goñi, quien falleció enfermo en 1997 estando residiendo allí precisamente. En algunos habían escapado de Cabo Verde, donde habían sido desterrados, y encontraron refugio al amparo del "yayo" Fidel Castro.

El rotativo español Vanguardia, en artículo de EFE publicado el 5 de mayo del 2018, aseguraba que Joseba Sarrionandia, que como dijimos regresó al País Vasco en 2021, escapó de la prisión de Martutene escondido dentro de un altavoz tras un concierto, y una vez llegó a Cuba le dieron una plaza de lector en la Universidad de La Habana, por el Instituto Etxepare, dedicado a la "difusión de la lengua y cultura vascas".

Así es amigo. Y así fue Fidel Castro, que mientras por un lado escondía a estos luchadores "anti-franquistas", por el otro decretaba tres días de luto por su muerte. Claro fue un luto "de guilletén", muy discreto, como para que en España no se enteraran, hasta que el periodista de EFE acreditado en la Habana, Pepe Rubiales, lo "echó pá lante como el carrito del helado". 

Y es curioso fíjese, como siendo el dictador Franco un acérrimo y consumado anti comunista, no rompió jamás sus relaciones con la dictadura comunista de Cuba. ¿Acaso no recuerda usted si es que peina los 50 o 60 años, como llegaban juguetes a Cuba procedentes de España en los días de reyes?. ¿De donde eran los camiones de basura marca "Barreriro"?

Franco y Batista mantuvieron las mejores relaciones, y luego con el triunfo castrista mantuvo las relaciones económicas a pesar del embargo norteamericano en 1960. Debió ser por eso que llaman "lealtad gallega". Como cuando su ex ministro de turismo, y luego presidente de la Xunta de Galicia por el Partido Popular en la democracia, don Manuel Fraga, se fue a Cuba a jugar dominó y comer perdices, digo, "pulpo a la gallega".

Y nada, ahí puede ver usted a la actual primera vice ministra de España adorando a Castro, Guevara e incluso Chávez y Maduro, y a todo cristo rojo que le pongan delante. "Su lucha por la soberanía y el socialismo continúan inspirándonos. Hasta siempre comandante", dijo esta señora cuando Fidel murió, y cuando gracias a la democracia parlamentaria que existe en este país, es que puede disfrutar de un puesto en el gobierno para el que nadie la ha elegido.

Para nadie es un secreto que Castro le dedicaba un especial esmero a antiguos grupos terroristas como el irlandés "IRA", el "Frente Sandinista" de Nicaragua, los de "Sendero Luminoso" del Perú o el "E.L.N". de Colombia, y a los que daba tratamiento de "movimientos de liberación nacionales". 

Por Jorge García
Maldita Hemeroteca

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