miércoles, 1 de noviembre de 2023

Dictador Fidel Castro Ruz


Desgraciadamente hay que hablar de él si de la historia política de Cuba se refiere. Aún así, quedó demostrado que fue una gran mentira, un fiasco convertido en persona. 

Apenas unos días de haberse hecho con el poder y de entrar en La Habana, luego de que le habían asegurado que no habría problemas, tomó posesión como primer ministro del Gobierno el día 16 de febrero de 1959, y lo hizo asegurando que lo hacía provisionalmente y agregando además... “Yo no soy un aspirante a presidente de la República. No me importa ningún cargo público, no me interesa el poder. 

Por otro lado, durante una larga gira en abril por Estados Unidos y buscando el amparo de ese país para evitar una nueva intervención en los asuntos cubanos, declaró - engañando a todo el mundo - que no era comunista, que ese era un temor sin fundamentos, consiguiendo tranquilizar a los miembros del Club de Prensa de Nueva York: 

“Que quede bien claro que nosotros no somos comunistas. Que quede bien claro”. Y no solo eso, les prometió además que no nacionalizaría ni expropiaría propiedades privadas extranjeras y buscaría inversiones adicionales. Los engaño a todos.

Un miserable, no hay otra calificación, que daba comienzo así a una de las dictaduras más férreas, si no la más, en todo el mundo que lleva 65 años violando -expresamente- el artículo 21 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el artículo 25 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el artículo 23 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

El 25 de noviembre del 2016, pasó a mejor vida, o a peor, quien sabe, lo que fue informado a su hermano Raúl, en calidad de heredero de la tiranía. El Consejo de Estado decretó nueve días de luto nacional, hasta el de su sepelio, que tuvo lugar el 4 de diciembre de 2016 en el Cementerio de Santa Ifigenia, donde una losa, en forma de roca, aguardaba - supuestamente - sus cenizas.

Tags