martes, 21 de noviembre de 2023

EL REY DEL AZUCAR CUBANO: Ascenso y caída del último magnate.

"Fue un momento único: se encontraron la Cuba de antes y después de 1959 y se vio que el destino de una ya estaba sentenciado", le cuenta a BBC Mundo John Paul Rathbone*, autor de The Sugar King of Havana: "The Rise and Fall of Julio Lobo, Cuba's Last Tycoon.

Antes, había tenido una pequeña charla con el guerrillero argentino Ernesto Guevara, aunque corta, intensa y amenazante, donde le dijo que no había espacio para el capitalismo en la nueva sociedad; pero lo invitó a "pasarse a su lado". Le propuso que asumiera el mando de lo que ya no era suyo, que dirigiera la industria azucarera de Cuba y a cambio, podría quedarse con la mansión donde vivía y con el usufructo del Tinguaro, uno de sus 14 centrales azucareros que además era su preferido.

---De sus centrales salían casi 4 de los 6 millones de toneladas de azúcar que la isla producía al año.---

El resto, más sus almacenes, refinerías, la corredora de azúcar, su agencia de radiocomunicaciones, su banco, su naviera, la aerolínea, la empresa aseguradora, la compañía petrolera… pasarían "al pueblo", es decir, a la "Revolución", o mejor dicho a los bolsillos de Fidel Castro. Lobo, totalmente apesadumbrado, le solicitó dos días para pensarlo, aunque en realidad ya eran otros sus pensamientos.

A la mañana siguiente, cuando llegó a su oficina, le pidió a su secretaria que le ayudara a recoger todos los papeles que eran más importantes, con los que luego formarían el archivo que aún conservan sus descendientes en la Florida. "Es el fin, le dijo. Dos días después, un avión levantó vuelo rumbo norte desde el aeropuerto de la Habana, y don Julio Lobo vio perderse en el mar, por última vez, la isla que más amó.

Un poco de historia

Julio Lobo Olavarría nació en Caracas, Venezuela, el 30 de octubre de 1898. Su padre fue Heriberto Lobo y Senior, descendiente de judíos sefarditas, su madre, Virginia Olavarría, pertenecía a una prominente familia católica venezolana.

La familia se trasladó a La Habana al ser nombrado Heriberto Lobo como administrador de la sucursal de la North American Trust Company en la isla. Sus estudios superiores, Julio Lobo los cursó en los Estados Unidos. En el año 1919, se graduó como Ingeniero Agrónomo en la Universidad de Columbia y, luego, obtuvo el grado de Máster en la Universidad de Loussiana.

---Su colección de objetos que pertenecieron a Napoleón más grande del mundo después de la de Francia, fueron llevados a museos cubanos, donde aún están y donde el régimen castrista asegura que le pertenecen, porque "fueron abandonados".---

A su regreso a La Habana, comenzó su gran carrera con éxito en el negocio azucarero, hasta convertirse en una de las más destacadas personalidades de la burguesía cubana. Fue propietario único o mayoritario del mayor número de centrales, cuya producción total ascendía a 4 117 mil arrobas diarias y uno de los principales vendedores de azúcar en el mercado mundial.

Su versatilidad y astucia le permitieron también destacarse como comerciante y banquero en los primeros años de la década de los años 50 y extender sus acciones a la esfera de los servicios. En más de una ocasión, en las páginas sociales de El Mundo y el Diario de la Marina, el incansable sacarócrata fue catalogado como el Napoleón de los negociantes del azúcar del mundo. la revista Cuba Importadora y Comercial, publicó, en 1937, unos curiosos versos:

"Napoleón de los negocios,
Y mente de mucha talla,
Gana para él y sus socios,
Un triunfo en cada batalla"

En un principio las acumulaba sin ningún orden en su propia residencia, por lo cual su colección radicó primero en su casa de Miramar y luego la trasladó al edificio de 4 y 11 en El Vedado. Alardeaba de tener objetos de Napoleón por los que Francia daría "cualquier cosa." Su biblioteca napoleónica en sí comenzó a organizarse en el año 1954, bajo la dirección de María Teresa Freyre de Andrade, amiga personal de Julio Lobo.

Ermita del central Tinguaro, el preferido de Lobo

Con gran experiencia en la organización y funcionamiento de las bibliotecas del Lyceum Lawn Tennis Club, María Teresa fue una de las más reconocidas bibliotecarias de la época. Junto a ella fueron a trabajar allí otras de sus colegas: Audrey Mancebo, Miriam Tous, Ana María Bru, Cecilia Goitizolo, Kety Quijano, Martha Souza, Matilde Aisenstein y Graciela Cancio, quien se encargaba de mecanografiar los documentos en la biblioteca.

Entre los piezas coleccionables y valiosos libros habían un total de 3000 y 4000 unidades respectivamente. Poseía objetos personales del emperador Francés como un sombrero bicornio, un catalejo que uso en la isla de Santa Elena, un par de pistolas de duelo, un reloj de bolsillo, su vajilla de porcelana, muebles, lámparas y artículos de aseo, como un cepillo de dientes. La colección de armas blancas y de fuego es también considerable, como dagas y puñales y hasta cañones.

---Julio Lobo poseía 14 tomos originales de La Nation de Prudhomme, publicados  entre los años 1789 y 1790.---

En cuanto a la biblioteca, 4.000 volúmenes dedicados a la época que va desde la Revolución Francesa hasta el tercer imperio. Su valor no solo radica en la información que en ella se concentra, sino también en la antigüedad de los volúmenes, muchos de los cuales no solo son primeras ediciones sino que hacen parte de pequeñas tiradas limitadas lo que los hace prácticamente incunables. Tampoco faltan pinturas destacadas de la coronación de Napoléon como emperador o de batallas, jarrones, bustos de mármol y soldaditos de plomo. 

Todo ello en un palacio repleto de terrazas, balcones y una gran azotea desde la que se divisa media ciudad: el mejor lugar para digerir los dos siglos de historia que desde el vientre de este palacio nos contemplan.Se calcula que Lobo invirtió 8 millones de euros - con el valor de esa época - en subastas por todo el mundo. El Napoleón del azúcar Cubano murió en Madrid, el 30 de enero de 1983, a la edad de 84 años.

C.O.S.

Fuentes: BBC // Toro González C de. La alta burguesía cubana (1920-1958). La Habana: Ciencias Sociales; 2003. // El País.es // Publicaciones Scielo.sld. 

Tags