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PRESIDENTES Y GENERALES ESPAÑOLES NACIDOS O CRIADOS EN CUBA.

Dámaso Berenguer y Fusté,
presidente del consejo de Ministros. // 

¿Sabías que España tuvo un presidente del Consejo de Ministros que era Cubano?. Pues sí, se desempeñó en el cargo desde el 30 de enero de 1930 al 18 de febrero de 1931.

Se llamó Dámaso Berenguer y Fusté, y había nacido en la localidad de Remedios, provincia de Las Villas, ya que su padre, del igual nombre, había sido destacado en el ejercito en aquella zona y se casó con la señora Dolores Fusté, el 31 de octubre de 1872. Como sus otros cuatro hermanos, Dámaso escogió la carrera militar, por cierto dos de ellos, Fernando y Federico, alcanzaron también el generalato con lo cual ya sumamos tres. Deben haber más seguramente, pero estos son algunos de los más famosos.

Se conoce que Dámaso combatió en la guerra de Cuba entre los años 1894 y 1898, bajo las órdenes de los generales Luque y Linares, hasta que con la derrota ante Estados Unidos sale de CUBA con los grados de comandante, ascenso que le fue conferido oficialmente el 6 de abril de 1899. En España continuó bajo las ordenes del general Luque, a la sazón nombrado capitán general de Andalucía, como ayudante de campo, cargo en el que se desempeñó desde el 1 de julio de 1899. 

En enero de 1930, tras la marcha de Miguel Primo de Rivera, Alfonso XIII le nombró jefe del gobierno, cargo que desempeñó desde enero de 1930 hasta febrero de 1931 hasta que cede el cargo. Desde 1934 permaneció apartado de la vida pública y su participación en el golpe de Estado militar de julio de 1936 no fue relevante. Publicó en 1946 un libro de memorias titulado "De la Dictadura a la República" y muere en Madrid en 1953, a consecuencia de una trombosis.

General Enrique Salcedo (Salamanca 15-7-1871 - El Ferrol 9-11-1936) con medallas y banda ceremonial

Uno de los temas menos conocidos en Cuba es la historia del general español Enrique Salcedo Molinuevo, quien tuvo una intensa vida militar fuera de España, tanto en las guerra de Cuba como la de Marruecos. En Cuba estuvo destinado entre los años 1895 y 1898 como miembro de la guardia civil. 

Entonces el general Salcedo ni imaginaba siquiera cual sería su destino. Basta decir que no murió por las balas ni el machete de los mambises, su muerte - en pleno siglo XX - ocurrió durante la guerra civil y por sus mismos colegas, para más detalles. 

La proclamación de la Segunda República en España le pilla como gobernador militar de Tarragona, en Cataluña, sin embargo a pesar de su amistad con el general José Sanjurjo tanto él, como el general gallego Rogelio Caridad Pita, decidieron no secundar el golpe de Estado ocurrido el 10 de agosto de 1932, cuando entonces se encontraba radicado en el Ferrol, en Galicia. 

No se negó por ser republicano ni nada por el estilo, más bien por lealtad a la patria y porque quizás sintió que una sublevación de este tipo conduciría a una sangrienta guerra civil. Ante los hechos, Salcedo dijo:

«Yo, ante la violencia, entrego el mando a Cánovas. Creo que ustedes se equivocan, pero hagan lo que quieran».

Entonces Molinuevo había sido nombrado general jefe de la VIII División Orgánica, con sede en La Coruña, por el ministro de la Guerra, el también militar Nicolás Molero Lobo. Por supuesto, no pensaron así varios de sus colegas de manera que el coronel Pablo Martín Alonso, entonces jefe de la VIII Región Militar, le arrestó junto al general Pita el 20 de julio de 1936.

Fue llevado en el barco correo "Plus Ultra" hasta el Castillo de San Felipe, donde fue internado para ser juzgado por alta traición. Allí fueron sometidos a un consejo de guerra, entre otras cosas por desobedecer las ordenes del general cubano Emilio Mola Vidal, leyó bien, que por circunstancias de la vida fue sobrino del general mambí Leoncio Vidal. Ya llegaremos ahí.

Conclusión, ambos fueron condenados a muerte y fusilados el nueve de noviembre de 1936. No fue el único militar que resultó fusilado en aquella caótica España por supuesto, igual cayeron bajo las balas del paredón Caridad Pita, Domingo Battet, José Aranguren, Antonio Escobar, Miguel Campins y el de aviación, Miguel Núñez de Prado.

Sepa además, que este general fue el mismo que el 21 de mayo de 1895, dos días después de la muerte del líder de la insurrección Cubana, José Martí, enviara un telegrama a la capitanía en la Habana, desde Santiago, informando a sus superiores de los hechos acaecidos en la localidad de "Dos Ríos" entre el coronel valenciano Ximénez de Sandoval y el jefe de las tropas cubanas general en jefe Máximo Gómez.

General Salcedo

Resulta evidente que en el momento de enviar este telegrama, los datos con los que contaba Salcedo no eran muy precisos, y por tanto no fueron similares a los del propio coronel Sandoval.

Por supuesto, también maquillaba un resultado a su favor que, a todas luces, no se ajustaba a lo que había ocurrido y que hicieron pensar más de una teoría. Aquí el telegrama:

Considero resultado político del combate de gran trascendencia. Por confidencias supe gruesa partida se hallaba entre Palma y "Remenganaguas", y dispuse salida columna Coronel Ximénez de Sandoval en su busca, encontrándola entre Bijas y Dos Ríos, orilla derecha Contramaestre, en número de 700 hombres, con Martí, Máximo Gómez, Massó y Borrero.
Marchaban, según se asegura, a pasar Cauto para seguir Tunas y Príncipe. Combate duró hora y media, siendo enemigo desalojado de sus posiciones y rechazado, huyendo subdividido tres fracciones, siendo perseguido, muerto titulado presidente república cubana, José Martí, cuyo cadáver ha sido recogido é identificado, á pesar empeño retirarlo.

Enemigo tuvo, además, 14 muertos vistos y muchos heridos, cogiéndosele las armas y correspondencia de Martí, del titulado comandante de estado mayor, 37 caballos muertos y 11 útiles con monturas. Por nuestra parte cinco muertos y siete heridos. Aseguran prisioneros que Máximo Gómez y Estrada han sido muertos ó herido, faltando comprobación de esto, que procuraré obtener por medios posibles.

Salcedo. 

El gobierno colonial pagó factura de ocho pesos ($8.00) por el ataúd en que fue inhumado Martí en el cementerio de Santiago de Cuba. La factura está firmada por el capitán Salustiano Saíz y tiene lugar y fecha en Remanganaguas, 23 de mayo de 1895.
No solo Salcedo se inventó sus "globos", Gómez hizo lo mismo por su parte. Basta decir que el dominicano aseguró haber aniquilado 40 solados enemigos, y que al final resultaron solo siete hombres de la vanguardia.

De hecho, el propio Sandoval desmintió que en dicha avanzada participaran tanto hombres citando la cantidad de doce soldados y un sargento, los que fueron sorprendidos por el rápido e inusitado ataque donde cayeron cuatro y otro tanto resultó herido. Que el resto se replegó contra atacando posteriormente con las dos compañías por la derecha del río.

Desgraciadamente José Martí, que con anterioridad había sido duramente acusado por varios patriotas de "poco sacrificio", quiso que fuera aquel día el de su bautismo y para el cual no estaba ni medianamente preparado. En fin, la historia que ya conocemos. Pero más allá de las imprecisiones que hayan tenido uno u otro bando de aquella escaramuza del potrero de Dos Ríos, que ni siquiera fue un combate, el hecho significó la pérdida irreparable del hombre que más necesitaba la patria en ese momento vivo.

LA VIDA SIGUE

El 10 de octubre de 1913 el cuerpo diplomático cubano en Madrid, en ocasión del 45 aniversario del inicio en 1895 de la guerra por la independencia de Cuba, ofreció una recepción a la que asistieron destacadas personalidades de la sociedad española como políticos, diplomáticos, artistas, intelectuales y por supuesto, militares.

¿Sabe quien estaba entre estos últimos?, nada más y nada menos que José Ximénez de Sandoval y Ballange, así como el general de división Juan Manrique de Lara y Jiménez de Melgar, que estuvo casado en Puerto Príncipe (Camaguey) con la cubana Clara González Hernández y que, una vez finalizada la guerra de los diez años, marchó a España con los grados de coronel.

Ximénez de Sandoval
No nacido pero sí criado.

Ximénez de Sandoval, Masón para más detalles, era graduado de la escuela de alférez de la Habana y además se había criado en Pinar del Río, ya que su padre, como el caso de Fusté, fue un militar destacado en esa provincia.

Escritos de la época recogen que tenía hasta un marcado acento pinareño, de ahí que fuera muy conocido entre los separatistas cubanos. 

Ese mismo año 1913, el ya Teniente General se dirigió a la embajada cubana y entregó al funcionario Justo García Vélez, hijo del Lugarteniente General Calixto García Íñiguez, (Y de nuevo Calixto y su curiosa relación amor - odio con los españoles) varias de las pertenencias que llevaba encima José Martí el día de su muerte, conservadas por Ximénez desde aquel combate. 

Entre esos objetos figuraba un recorte de periódico de 1895, donde el coronel Ximénez hacía referencias al traslado, tratamiento y posterior entierro, del cadáver de Martí en el cementerio de Remanganaguas, localidad de Santiago de Cuba, y primer entierro que tuvo el apóstol. El acta de recepción del Archivo Nacional de Cuba lo refleja de esta manera:

  • Objetos encontrados en el cadáver de Martí (5)
  • Objetos recogidos en Dos Ríos después del combate en que murió Martí (4)
  • Otros objetos de las guerras de independencia (8)
  • Documentos capturados a insurrectos entre 1895-1896 (35)
  • Periódicos y revistas de la insurrección cubana (20)

De Martí entrego:
  • 1.- Un corta plumas de dos hojas y cabo de hueso manchado de sangre.
  • 2.- Un par de lentes de acero con sus correas.
  • 3.- Un cuaderno pequeño manuscrito con tapas de cartón, con las instrucciones para los Consejos de Guerra en el campo revolucionario, precedido de una pequeña historia de la Administración de Justicia. 

    Este cuaderno, según referencia del propio general Ximénez de Sandoval, había sido escrito por Carlos Manuel de Céspedes.

  • 4.- Una cinta de seda azul acompañada de un papel escrito con lápiz, que dice como sigue: “Martí, no tengo un recuerdo que darte, así quito la cinta de mi cabello que tiene todo el fuego de tantos pensamientos y un color de nuestra bandera y eso solo te llevarás de tu hermana, Clemencia Gómez”.
  • 5.- Una escarapela cubana bordada con cuentecitas blancas y azules, perteneciente a Carlos Manuel de Céspedes.

GENERAL EMILIO MOLA VIDAL

Cerramos con el general Emilio Mola Vidal, un personaje que fue clave también en la historia de España, cuando fue designado como jefe del frente vasco durante la guerra civil. Mola también era Cubano por nacimiento, y encima estuvo emparentado con un jefe mambí para más detalles.

Fue quien planificó el fallido golpe de Estado que daría lugar a la Guerra Civil española, y su accidental muerte ha sido motivo de discusiones y especulaciones en torno al posible atentado realizado por el también general Francisco Franco Bahamonde, el más beneficiado en todo caso, aunque nada de esto ha sido probado hasta ahora. Mola era gobernador militar de Pamplona y fue el verdadero cerebro del golpe del 36 contra la izquierda republicana.

General Emilio Mola y Vidal, con su aeroplano detrás

Esta nacionalidad le vino dado también porque su padre, comandante de la guardia civil, Emilio Mola López, había sido destinado por el ejército español en el pueblo de Placetas, provincia de Las Villas. Allí nació en 1887, fruto de una relación de este guardia y su esposa, la Cubana de ascendencia Catalana, Ramona Vidal. Y es aquí donde está el detalle curioso de esta historia. 

La señora Ramona era hermana del coronel del ejército libertador Leoncio Vidal y Caro, el intrépido mambí que cayó en combate un 23 de marzo de 1896 en Santa Clara, y que por caprichos de la vida era tío de Mola por vía materna. O sea, que siendo de familia leal a la corona, su tío era un rebelde, un infidente, un insurrecto, un traidor a España, como ellos le llamaban. ¿Qué se va hacer?, la historia es la que es y no la que queremos.

Este valiente coronel mambí había sido seleccionado al frente de una peligrosa y muy arriesgada misión, como fue la toma de Santa Clara en 1896, una plaza que era muy bien defendida por las tropas Españolas. Sin embargo, debido a su volátil y fogoso carácter encontró la muerte en medio de una acción sin sentido, donde se inmoló prácticamente.

Por órdenes de Máximo Gómez, Vidal Caro intentó penetrar en la madrugada del 23 de Marzo en aquella plaza, mientras que el grueso de las tropas insurrectas se hacía de provisiones y pertrechos. Fue entonces que efectuó un innecesario alarde de fuerza cercano al teatro, justo donde se encontraban posicionados los fusileros de la defensa. No solo cayó él, si no también su ayudante, el cabo Ramón Brito, quien fue abatido primero por los disparos de aquellas dos compañías que, al parecer, los estaban casi que esperando.

Al tratar de socorrerlo, dos proyectiles impactaron el cuerpo de Leoncio, uno en el pecho y el otro en la frente, mortal por necesidad, y dicen los historiadores que antes de exhalar su último suspiro al pie de la farola gritó: ¡Coño me han matao!. El coronel se había incorporado a las fuerzas mambisas el 20 de junio de 1895, y sus grados los había obtenido apenas 24 horas antes de aquella innecesaria muerte.

Hasta ese día, el de Corralillos se había destacado en varios combates como el de Vigía, el del tren de Caibarién, Cien Rosas, Las Yaguas y Palo Prieto, todas perfectamente recogidas en su diario de campaña. Un busto, esculpido en Italia, le recuerda en el parque y en una placa el historiador Manuel García Garófalo y Mesa escribió estas palabras: “Aquí, en la noche del 23 de marzo de 1896, sucumbió heroicamente en defensa de la independencia de la Patria el Coronel Leoncio Vidal”.

MUERTE DE MOLA 

El general Mola viajaba en un bimotor 'Air-Speed Envoy' con otros cinco ocupantes, entre ellos su ayudante, el teniente coronel Pozas; y tripulado por el capitán Ángel Chamorro García, el comandante de Estado Mayor Senac y el sargento mecánico Barredo, y murieron un al colisionar un ala de la nave contra el cerro de Alcocero, según la versión oficial.

Solo agregar que hasta la firma del tratado de París, la claudicación, todos las personas que nacieran en Cuba, incluidos los ex esclavos, eran Españoles por defecto, de hecho Cuba era una provincia más dentro del reino español, sin embargo tras la derrota con EEUU España derogó esta nacionalidad quizás enrabietada. No lo recordamos ahora. 

No obstante oficiales que fueron hijos de españoles pero que nacieron en Cuba, además de estos de hoy, también estarían los siguientes: 


--Teniente General y presidente del Consejo de Ministro,  Gonzalo O’Farrill y Herrera, (La Habana (Cuba 22 de enero de 1754. Tuvo nueve hermanos y todos nacieron en la Habana y fueron comerciantes).
--General y senador vitalicio Bernardo Portuondo y Barceló, (Santiago de Cuba 20-7-1840).
--Coroneles de Ingenieros Andrés Arango y Núñez del Castillo (La Habana (Cuba, 30-11-1783)
--Rafael Arango y Núñez del Castillo (La Habana Cuba 1788- La Habana 6 de noviembre de 1850).
--Manuel Arango y Núñez del Castillo, (La Habana 30-11.-1783).
--General de Brigada Osvaldo Capaz Montes, (Nuevitas, Cuba, 17-3-1894).
--General de Brigada Francisco Bens Argandoña, La Habana Cuba 28-6-1867. Su madre era natural de Santiago de las Vegas).
--General José Cavalcanti de Albuquerque y Padierna, (Uno de diciembre de 1871, San José de las Lajas, La Habana, Cuba).
--Teniente General Alfredo Kindelán -Marqués de Kindelán- (Santiago de Cuba (Cuba), 13-3-1879). 
--Mariscal de Campo Fernando Miyares Pérez y Bernal, (Santiago de Cuba, 4-2-1749 – 13-10-1818. Además fue gobernador de Maracaibo en Venezuela).
--Coronel de ingenieros Andrés Villalón y Hecheverría, (Santiago de Cuba (Cuba), 1832).
--Teniente General José Pascual de Zayas y Chacón, (La Habana (Cuba), 1772).
--Teniente General y Capitán general de Cuba, Joaquín de Ezpeleta y Enrile (La Habana (Cuba 19- 11-1788)
--Comandante general Manuel Fernández Silvestre, (El Caney, Santiago de Cuba 16-12-1871). 
--Comandante republicano y comunista, Policarpo Candón Guillén, (Aunque nació en Cádiz en 1905 se fue a Cuba desde muy niño y luchó contra Machado. Murió en 1938 de brigadista en la guerra civil española en la zona de Alfambra, en Teruel, Aragón).

No hemos podido concretar sus mandos militares. En otra ocasión.

Maldita Hemeroteca
Fuente: "El español de Cuba en el siglo XIX a través de sus textos documentación militar y diarios de combate". Eva Bravo García. / Historia Hispánica. Real Academia de Historia.