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TERRORISMO DEL 26 DE JULIO: LA TRAGEDIA DE NIPE

Secuestradores aéreos cubanos. // 

En el año 2011 un ciudadano cubano, Luis Armando Peña Soltren, fue condenado por un jurado en los Estados Unidos a quince años de prisión por secuestrar un avión de Nueva York a Cuba en 1968. Aquel hecho, ocurrido en el aeropuerto John F. Kennedy de New York, y que fue uno de varios casos de piratería aérea registrados durante la década de los 60, si recibió el peso de la justicia. 

Sin embargo...

La historia de los secuestros aéreos en Cuba es bastante voluminosa, sobre todo a partir del triunfo castrista de 1959. Sin embargo, en la mayoría de ellos los secuestradores intentaban escapar del comunismo y que sepamos, no hubo que lamentar vidas, en cambio hubo uno perpetrado por terroristas del 26 de julio, que sí terminó en una catástrofe de grandes dimensiones.

Un total de catorce de estos secuestros se produjeron entre 1967 y 1968 y, para que tenga una idea solo en la década del 80 se llegaron a contabilizar más de cincuenta. Sin embargo este, ocurrido en 1958, fue el primero de corte político en la historia de Cuba.

Ocurrió el uno de noviembre, un mes exacto antes de la fuga de Fulgencio Batista, cuando el grupo castrista del 26 de julio, asociado al ejercito rebelde al mando de Raúl Castro, secuestro un DC-3 de "Cubana de Aviación". Haciéndose pasar por pasajeros, abordaron una aerolínea de Cubana que hacía el trayecto Miami-Varadero-Habana, y la secuestraron en el famoso balneario matancero.

Sra Omara González, una de las supervivientes del secuestro del uno de noviembre en Varadero // Foto: Pedro / Portal Miami Herald / Getty Images.

Era un aparato “Vickers Viscount-755”, que el que el grupo pretendía desviarlo hacia la zona de los alzados en las lomas de Oriente. En este caso un primer intento de aterrizaje en la pista del central "Preston" fracasó, era muy pequeña, por lo que luego de realizar varias vueltas agotó el combustible y cayó al mar en la bahía de Nipe, en la provincia de Holguín, por demás repleta de tiburones.

En el siniestro fallecieron catorce personas, cuatro de ellos niños, y solo tres lograron sobrevivir milagrosamente nadando hasta la orilla. Uno de ellos uno de los secuestradores.

Después de varios retrasos injustificados, según cuenta Reyes, los dieciséis pasajeros – incluida una mujer embarazada – subieron al avión turbohélice y tomaron sus puestos para un vuelo que apenas duraba cuarenta y cinco minutos. Cinco de los secuestradores fueron identificados como miembros del "26 de Julio", pues se vistieron con sus uniformes en pleno vuelo y además, anunciaron que el avión iba a ser "desviado" hacia la región oriental de Cuba. 

El avión llevaba armas y municiones destinadas a los rebeldes de Sierra Maestra, donde Fidel Castro, acompañado de su hermano Raúl y miembros del M26-7 preparaban el golpe final contra el gobierno de Fulgencio Batista. Tan solo cinco días después, otro grupo de guerrilleros castristas secuestraron un DC-3 de Cubana de aviación con 25 personas a bordo, que cubría la ruta entre Manzanillo y Holguín. 

Edmundo.
Y ahora viene lo mejor, o lo peor más bien...

Uno de esos secuestradores de la tragedia de Nipe, de nombre Edmundo Ponce de León, murió a los setenta y seis años en octubre 2011 víctima del cáncer, y ¿sabe donde?, ¡exiliado en Miami desde 1990!. 

Y a pesar de que fue largamente investigado por el FBI, pues cinco de los muertos que ocasionó su secuestro eran de nacionalidad estadounidenses, recibió impunidad por falta de jurisdicción. 

Además en el momento que se unió a los alzados, se desempeñaba como miembro de la fuerza aérea norteamericana. Él fue uno de los que afortunadamente alcanzó la orilla nadando. Su cadáver fue sepultado en el cementerio de los veteranos de guerra en Lake Worth. Con los años, la propia hermana de Edmundo confesó que las armas se las habían robado de un depósito de la fuerza aérea, al cual su hermano tenía acceso.

Estas son las horas que aun no se sabe exactamente quienes le suministraban las armas a estos alzados, y lo más increíble aún fue la forma en que lograron introducirla en el aparato, que supuestamente debía ser sometido a un chequeo de abordo. Para enmascarar la intención, se dijo que pertenecían a un movimiento guerrillero que estaban en Miami colaborando con la venta de bonos para la revolución, y entonces "se le ocurrió desviar el aparato hacia Cuba".

Hay un libro escrito por el periodista colombiano Gerardo Reyes, titulado "Vuelo 495", en el que rescata este suceso apenas tratado en Cuba o en Estados Unidos, pese a la muerte de ciudadanos estadounidenses. Desde nuestro punto de vista, este silencio fue el resultado del encandilamiento que sentía Washington en ese momento por Fidel Castro, es que no tiene otra interpretación, más conociendo lo rigurosa que son las leyes de ese país ante actos terroristas de este tipo. 

Así lo resume este escritor: 

"Estados Unidos dijo que no tenía jurisdicción, así que no investigó más el hecho, y a los dos meses Raúl (Castro) dijo que había sido una 'heroica estupidez'" con lo cual el hecho quedó de alguna manera zanjado, lo que según Reyes, "después se traduce en la impunidad". 

Tras haber huido Batista y establecido el gobierno rebelde en la Habana, jamás se abrió un juicio para esclarecer los hechos y condenar culpables, es que ni siquiera se le dio publicidad en la prensa de entonces. 

Nunca se supo quien les procuró las armas, ni mucho menos quienes fueron los cómplice del aeropuerto de Miami. Por ejemplo: ¿Quién se encontraba esperando en la pista del central Preston?. Total que como siempre ha pasado en Cuba, los asesinos de Raúl y su hermano Fidel "se fueron de rositas", uno jamás pagó, y el otro esta punto de irse con otra de sus deudas de sangre a cuesta.  

Maldita Hemeroteca