domingo, 7 de julio de 2024

El azote destructor de la naturaleza

Fortaleza del Morro en la Habana 

Ya estamos en franca temporada de ciclones, y es hora de echar un repaso a algunas de las tormentas más destructivas que han azotado Cuba y el área del Caribe. 

Si nos referimos a Cuba, la historia recoge la tormenta de San Rafael como la primera registrada en la isla que se tenga noticias. Ocurrió supuestamente en octubre del 1692, y como es lógico por el año, apenas existen datos que la describan. Sin embargo, en dos eventos ocurridos en el siglo XIX si se supo que fueron realmente demoledoras. El primero data del 5 de octubre de 1844, y aquella tormenta fue conocida como "San Francisco de Asís", ocasionó 100 muertos e incontables heridos. Además derrumbó 2 mil 546 casas.

El otro vendaval fue el 11 de octubre de 1846. En este caso se trataba de la "San Francisco de Borja", que para muchos especialistas sigue siendo considerada como la más terrible que se recuerde en La Habana. Sus vientos huracanados se sintieron hasta en los límites de las provincias más orientales y fue una lástima que en esos años no se contara con los adelantos científicos que hoy tenemos. Al menos para acotejarla según su fortaleza.  

Este fortísimo sistema clasificó dentro de los huracanes categoría 5, que han sido poco la verdad de todos los que han azotado el territorio cubano, o lo que es lo mismo, vientos que superan los 250 kilómetros por hora en la escala que hoy conocemos como Saffir-Simpson. A su paso por la capital, se registró un valor mínimo de presión atmosférica de 916 hectopascales, el más bajo reportado en la mayor de las Antillas hasta la fecha. Esta tormenta solo es comparable a las ocurridas posteriormente durante los años 1926 y 1944.

Huracán del 1926 // La Habana

Aunque el siglo XX se inició con dos huracán muy fuertes, el del 18 de octubre de 1906 y el del 11 de octubre de 1909, cuando se hable de pérdidas materiales destacaría por sobre todos los otros el del 1910. Este huracán, de categoría 4, azotó caprichosamente la isla durante varios días, y se asegura que su entrada fue el día 14 de octubre y no abandonó la isla hasta el 19. 

Lo peor de este evento fue que, luego de arrasar la provincia de Pinar de Río, efectuó un giro inesperado y volvió a arremeter contra las costas occidentales, y como en ese tiempo no se contaba con medios adecuados, no se supo que en realidad se trataba del mismo y no de otro huracán. El rotativo norteamericano "The New York Times" lo calificó como "El de los 5 días, y como el que más daños materiales había generado en la historia”.

Cuando los cubanos se estaban recuperando apenas de uno de los peores que se recuerde en la isla, ocurrido el 19 de octubre de 1924, un meteoro sin precedentes que arremetió con inusual fuerza la parte oeste de Pinar del Río, solo dos años después, el 20 de octubre de 1926, tocaba tierra otro de similares proporciones y poder destructivo. Entró muy cerca de la playa del Cajío, en el sur de Güira de Melena, y de ahí pasó por Quivicán volviendo al mar cerca de la playa de Guanabo. El famoso "Ciclón del 26", fue el segundo más fuerte de los que han pasado por Cuba. (El otro fue el 18 de octubre de 1944). 

Los más mortíferos del área

Aquí una relación de los más mortíferos de América Latina y el Caribe. 

La presión mínima "del ciclón del 26" registrada en el radar de Casablanca fue de 951 hecto-pascales, mientras que las rachas de vientos alcanzaban una fuerza de 230 km/h. En el Surgidero de Batabanó, una viga atravesó una palma real, que la revista Carteles registró en un célebre fotorreportaje. Las lluvias fueron torrenciales. En el pueblo de Batabanó el agua alcanzó la increíble altura de tres metros. 

Sus fuertes marejadas en La Habana convirtieron al Parque Maceo en un lago, y al Café Vista Alegre en un pantano. La capital quedó totalmente incomunicada, sin luz, agua ni teléfonos, así como la mayoría de los caminos interrumpidos. En la bahía muchos barcos quedaron al garete, y luego fueron lanzados sobre la costa. Según cálculos de la época, el aniquilador huracán dejó un total de 600 muertos.

El más destructivo y mortal de todos 

Solo seis años después, en 1932, se produce en Cuba el sistema más potente y asolador de todos los que han sido registrados en la historia de la meteorología Cubana. Una marea de tormentas con olas de hasta 6 metros de altura, asociadas a un huracán de gran intensidad, azotó el 9 de noviembre de 1932 la región de Santa Cruz del Sur, en la provincia de Camagüey, arrasando con casi toda la población existente. El catastrófico saldo mortal superó las 3000 vidas.

La Habana // Huracán del 1910

Es bueno destacar que no siempre el mayor sistema es el más destructivo por necesidad e incluso, no por que sean menos fuerte sean menos peligrosos. Tan es así, que el huracán Flora, tormenta que azotó la isla del 4 al 7 de octubre de 1963, sin tener la fuerza huracanada de los primeros, tanto su trayectoria, como las lluvias que traía asociadas, resultaron mortales para la población cubana.

El Flora se movió por toda la zona oriental de Cuba, haciendo un enorme lazo sobre las actuales provincias de Las Tunas, Granma, Holguín y Camagüey, mientras era acompañado de fortísimas lluvias que dejaron un acumulados de 1800 mm en apenas 72 horas. De hecho, las inundaciones que provocó le causaron la muerte a mas de 1000 personas. (1050 exactamente).

El más potente de la región 

No podemos terminar esta relación sin dejar de mencionar al huracán Gilbert, de categoría 4, que azotó la isla el 8 de septiembre de 1988. Esta tormenta tropical fue de las más intensas, devastadores y mortíferas de los registrados en el océano Atlántico durante el siglo XX. Se le conoció así precisamente, el huracán asesino del siglo XX.

Huracán Irma en 1948 / Universidad de Miami

En este caso su celebridad no la adquirió solo por su daños destructivos en Cuba, si no por lo extenso del área que abarcó y la cantidad de países del área que afectó. Está considerado como el huracán más intenso del océano Atlántico, hasta que el Wilma lo superó en 2005, aunque sí el de mayor extensión de la historia. En un punto de su desarrollo alcanzó un área de 1,250 km, y provocando lluvias de hasta 700 milímetros.
---A su paso por las islas Caimán alcanzó la categoría 5, que es la máxima estipulada para este tipo de tormentas. La fuerza de sus vientos superó los 300 km/h. ---
En total provocó 318 muertes: 202 en México, 45 en Jamaica, 30 en Haití, 12 en Guatemala, 5 en Venezuela y la República Dominicana, 3 en Estados Unidos y 2 en Costa Rica y Nicaragua. Para destructivo el "Gilbert" en 1988. No se tiene una cifra exacta del daño total causado, pero se estima que fue aproximadamente de 5000 millones de dólares. 

El más devastador de la región caribeña 

El huracán Jeanne, de 2004, ha sido hasta el momento el más devastador de la historia de América Latina y el Caribe, en cuanto a vidas se refiere. Se calcula que solo en Haití ocasionó más de tres mil muertes. El segundo lugar lo ocupó la tormenta tropical "Stan", huracán de categoría 1 que aun así dejó 803 muertos en diversos países de Centro América en 2005. 

En cambio, este dato no parece haber sido muy preciso, puesto que en 1979 el huracán David, de categoría 5 y con vientos máximos de 281 km/h, produjo la muerte de 2000 Dominicanos. Afortunadamente en Cuba no ocasionó semejante estropicio, ya que llegó a sus costas bastante debilitado con categoría 1. Llegó a la Florida, al área de West Palm Beach, siguiendo hasta Georgia, New York, Canadá e incluso Islas Feroes, ¡¡En Dinamarca!!.

Maldita Hemeroteca 

Fuente: Instituto de Meteorología de Cuba // Revista Bohemia.

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