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EL MISTERIOSO DESTINO DEL DIAMANTE DEL CAPITOLIO

Capitolio Habanero.

El terreno donde actualmente se ubica el Capitolio Nacional de Cuba estuvo por muchos años anegado por una extensa ciénaga que dio origen Jardín Botánico, y luego en la Estación Ferroviaria de Villanueva.

Con los diseños de los arquitectos Félix Cobarrocas y Mario Romañach, se inicia la construcción de la sede del legislativo cubano en 1912, aunque las obras son interrumpidas por la repercusión de la Primera Guerra Mundial. El inmueble formaba parte de un vasto plan de construcciones que contaba con el respaldo jurídico de la Ley de Obras Públicas, aprobada por el Congreso el 15 de julio de 1925.

Dirigido por el secretario de estado del gobernación, Carlos Miguel de Céspedes, el proyecto incluía la Carretera Central, la Avenida de las Misiones, la Quinta Avenida de Miramar, la escalinata de la Universidad de La Habana, entre otros, pero es el presidente Gerardo Machado quien asume, en 1925, y decide dar solución al dilatado asunto y además convertir el proyecto en un hito de su plan personal por el embellecimiento de La Habana.

Mediante un decreto presidencial emitido el 18 de enero de 1926 se hizo pública la aceptación del proyecto, el cual es asumido por la casa Purdy & Henderson, quien deja para la posteridad una joya de la arquitectura cubana, tras tres años y cincuenta días de labores constructivas.

El 20 de mayo de 1929, unos días después del estallido de la crisis mundial, se inaugura la magnífica edificación, inspirada en el Panteón de París y el Capitolio de Washington. Desde entonces, este fastuoso edificio fue la sede del cuerpo legislativo de la República de Cuba, es decir, la Cámara de Representantes y el Senado, hasta su disolución en 1959. 

Entonces que fue lo que pasó... 
Vayamos por partes

ENTREGA DEL INMUEBLE A LOS CONGRESISTAS DE LA NACIÓN 

En la Ciudad de La Habana, a las tres y media de la tarde del día veinticuatro de febrero de mil novecientos treinta y uno, reunidos en el edificio del capitolio: el Honorable Presidente de la República, General Gerardo Machado; el Presidente del Senado, Dr. Clemente Vázquez Bello; el Presidente de la Cámara de Representantes, Dr. Rafael Guas Inclán; el Secretario de Obras Públicas, Dr. Carlos Miguel de Céspedes y Ortiz, Sr. Eugenio Rayneri y Piedra y el Presidente de la compañía constructora del Capitolio, Purdy & Henderson Company, Sr. Leonardo H. Brounson, hacen constar lo siguiente: 

PRIMERO: -Que en cumplimiento del Decreto Presidencial de esta fecha, disponiendo la entrega del edificio del Capitolio al Honorable Congreso, los firmantes del presente documento, anteriormente mencionados, se han reunido en la rotonda del salón de "Pasos Perdidos", con objetivo de participar en dicha solemne ceremonia, que forma parte de los actos con que el Gobierno celebra en este día el trigésimo sexto aniversario del Grito de Baire. 

Área donde se encontraba empotrado el diamante

SEGUNDO: -Que en tal virtud, se entrega al Honorable Congreso, representado por los Presidentes del Senado y la Cámara de Representantes, el edificio que por sufragio popular fue denominado "CAPITOLIO", cuya construcción fue comenzada por el conducto de la Secretaría de Obras Públicas de Cuba, en cumplimiento del artículo segundo de la Ley de quince de julio de mil novecientos veinticinco, el día primero de marzo de mil novecientos veintiséis.

El área de terreno, propiedad del Estado, está limitada por las calles de Paseo de Martí (antes Prado), José de San Martín, (antes San José), Raimundo Cabrera (antes Industria) y Dragones, habiéndose llevado a cabo la construcción por la entidad "Purdy and Henderson Company", representada en este acto por su Presidente, de acuerdo con el contrato de obras de quince de marzo de mil novecientos veintiséis, ante el Notario Dr. Baldomero Grau y Triana, subsiguiente a la subasta de fecha veintidós de febrero de mil novecientos veintiséis en el cual fue adjudicada la obra a la expresada Compañía.

TERCERO: -El Presidente del Senado y el de la Cámara de Representantes aceptan, en nombre del Congreso de la República, la entrega del Capitolio, con todas sus pertenencias, muebles e inmuebles, que le ha sido hechas.

CUARTO: -El Secretario de Obras Públicas hace entrega en este acto a los señores Presidentes del Senado y la Cámara de Representantes de un inventario detallado e ilustrado gráficamente de toda la propiedad del Capitolio, y documentos correspondientes, a fin de que el Congreso tenga en todo momento constancia de ella y pueda mantener la mejor vigilancia y administración sobre la misma. Para constancia de todo lo cual, se levanta la presente acta, que firman todos los presentes, en el lugar y fecha indicados.

SUSTRACCIÓN DEL DIAMANTE: 

Antes, el 25 de marzo de 1946, fue sustraído del Salón de los Pasos Perdidos del Capitolio Nacional el diamante de 25 quilates que marcaba el inicio de la Carretera Central. Aquella gema perteneció a la dinastía de los Romanoff, en la Rusia Zarista. Tras el triunfo de la Revolución de Octubre que derrocó al Zar en 1917, un joyero de origen turco que hacía negocios en Cuba, de nombre Isaac Estéfano, adquirió varias de sus pertenencias. 

En 1921 trajo se trajo a Cuba la joya desde Francia, debido a que la entonces primera dama, María Jaén, esposa del presidente Alfredo Zayas, se interesó en ella. Pero la venta no se realizó. Al parecer a la primera dama le pareció demasiado excesivo el precio que pedían por la gema, nada menos que 17 mil pesos de la época que la señora Jaén se arrepintió de pagarlos. 

En 1928 Estéfano vendió el diamante a un joyero radicado en La Habana. El individuo era amigo del ya citado Gustavo Parodi, alias "El Dinámico", y secretario de Obras Públicas del presidente Machado. Parodi mostró a Céspedes el brillante y éste lo compró para ser colocado en el Capitolio.

La obra estaba siendo edificaba en 12 millones de pesos; de los cuales tres fueron aportados por la Secretaría de Obras Públicas, y los nueve restantes se reunieron mediante una colecta pública en la que participaron abogados, arquitectos, ingenieros y contratistas, todos ellos ligados a la construcción del Capitolio.

Engaste que la mantenía bajo el piso.

Al final, la joya fue vendida en 12 mil pesos, de los cuales nueve mil fueron reunidos en una colecta pública, y los otros tres mil los puso Miguel de Céspedes de su bolsillo. El día que el coloso se inauguró, el 20 de mayo de 1929, el diamante se colocó bajo la enorme e impresionante cúpula "de los pasos perdidos", quedando fijado al piso mediante un hermoso engarce.

Desde entonces se conoció como el “Diamante del Capitolio”, punto que marcaría el kilómetro cero de la novedosa Carretera Central que atravesaría el país y que Machado, el malo malísimo de la película, contempló y fabricó en su programa, hasta su finalización en 1931. Sin embargo, el 25 de Marzo pero de 1946, el brillante volvió a ser noticia, pero porque alguien se lo había robado.

Entonces se dijo que había sido el hermano del presidente Ramón Grau San Martín, pero nunca fue probado. En el escritorio de este, apareció misteriosamente un día de la misma manera tan misteriosa como había desaparecido. En fin, que fue restituido en su sitio y el asunto se fue olvidando. 

Como decía Martí, pasó el tiempo pasó, y un águila por el mar, y llegó en año 1973, y alguien perteneciente a la mas alta cúpula de la tiranía Castrista, se le ocurrió colocar una réplica, alegando cuestiones de seguridad. Como si alguien en Cuba contara con una infraestructura tal para efectuar semejante robo. Entonces dijeron que el original lo habían guardado en una caja del Banco Central de Cuba, pero que sepamos hasta el sol de hoy no se le ha permitido a nadie verlo. 

Ni siquiera a la prensa internacional, porque lo que es la Cubana, esa no se atreve ni a preguntar. Y como todo lo que se oculta se hace por algún motivo, pues no han dejado de surgir teorías conspirativas acerca de esta segunda "desaparición".

Una de ellas, bastante poco creíble, es que ese mismo año los Rusos - entonces soviéticos - se pusieron "medios tontos" con las deudas que cuba tenía contraídas, y al tirano en jefe no le quedó mas remedio que entregársela como parte del pago. Es difícil de creer, eran 2 mil 300 millones lo que debían, a no ser que fuera para pagar algún interés.

En relación a esta desaparición. 

Recuerdo antes de que lo atacaran en la quinta avenida de Miramar y muriera en el hospital Finlay de Marianao producto de los golpes recibidos, que el escritor e historiador Newton Briones Montoto dijo en una entrevista que nadie en Cuba sabía donde había ido a parar la gema. Que en todo caso había que preguntárselo al entonces historiador de la Habana, el finado Eusebio Leal Spengler que se llevó el secreto a la tumba.

Recordemos que entre este genuflexo ser, así como el otro cuatrero de Armando Hart, desbancaron la casa de la calle Calzada No 807, entre 2 y 4 en el Vedado, propiedad de la señora María Teresa Bances, esposa del hijo de José Martí, José Francisco Martí Zayas Bazán, un regalo de bodas de su señor padre e importante banquero Don Victoriano Bances. Todavía el cuerpo de Teté estaba caliente en su tumba del cementerio de Colón, y ya le estaba desbancado la casa.

Al menos que yo recuerde, nunca vi publicado un artículo acerca de esta familia, mucho menos de Teté que jamás quiso el menor de los tratos con el tirano barbudo en jefe. La señora Bances murió en el año 1980, y desde entonces la casa fue sellada hasta que "el trío Matamoros", Alfredo Guevara, Eusebio Leal y Armando Hart” se llevaron lo más importante de ese tesoro. Como no había herederos mas que la revolución, pues eso fue lo que hicieron precisamente, "heredar".

Por Jorge García
Maldita Hemeroteca
Fuentes: Diario de la Marina.