viernes, 20 de septiembre de 2024

GOLPE MILITAR EN CHILE: Una historia Cubana (IV)

Palacio de la Moneda aquel 11 de septiembre de 1973

Nancy Julien Reboredo, fue una cubana que estuvo casada con el que fuera el gerente general del Banco Central de Cuba, el chileno Jaime Barrios Mesa, que se encuentra desaparecido desde el golpe militar de Chile en 1973. 

Ella estuvo con su marido en el palacio de La Moneda, asediado por los golpistas aquel 11 de septiembre, hasta que el presidente Salvador Allende negoció una tregua de 15 minutos con el general Augusto Pinochet, más que nada para que pudieran salir las mujeres que allí se encontraban. Entre esas seis mujeres que se asilaron en la embajada de México, estuvo esta cubana.

Al año siguiente del golpe, Nancy contrató los servicios del prestigioso bufete Rabinovich, de Nueva York, para poder desvelar el paradero de su marido. El abogado Len Weinglass viajó a Chile el 9 de marzo de 1974, donde mantuvo contactos con fuentes gubernamentales y con personas que conocían a Barrios. El paradero de su esposo, detenido el día del golpe, no se sabía y por lo visto, siguió sin saberse.

Mesa estuvo entre las personas capturadas en el palacio de La Moneda el día del golpe. En total fueron 49, de ellos 17 miembros del equipo de protección presidencial y otros detenidos, que fueron separados del grupo final de 21 prisioneros, diez asesores del presidente y funcionarios del Gobierno, diez efectivos de la guardia presidencial y un obrero que acudió voluntario al palacio. Todos ellos fueron conducidos al regimiento Tacna, bajo el mando entonces del coronel Joaquín Ramírez Pineda.

Unos decían que lo habían arrojado al mar, incluso una funcionaria llegó a mostrarle la ficha donde decía: Jaime Barrios Meza; edad: 48 años a la fecha de su detención; profesión: ingeniero comercial; fecha y lugar de detención: 11 de septiembre de 1973 en el palacio de La Moneda; ejecutado el 13 de septiembre de 1973; aunque el centro donde había permanecido detenido estaba en blanco. 

'Tu padre fue arrojado al mar', le dijo a Enrique la funcionaria. "Probablemente a 10 millas al oeste frente a la costa de San Antonio", le añadió, aunque tampoco precisó fecha alguna. Al año siguiente Alicia, la hija de Jaime Barrios, presentó una querella por homicidio e inhumación ilegal de su padre, ante los tribunales de Santiago. Hasta la fecha no ha tenido ningún efecto. Su hijo en cambio, no dio por valida esta información y siguió investigando.

En 1998 se hallaron los restos de algunos de esos detenidos en los trabajos de exhumación del patio No 29 del Cementerio General de Santiago. El descubrimiento no sólo contradecía la versión que indicaba que todos los ejecutados de La Moneda habían sido arrojados a una fosa en Peldehue, sino que reveló habían sido quemados. 'Los restos del ex director de investigaciones Eduardo Paredes, por ejemplo, mostraban signos de que las quemaduras habían alcanzado los huesos.

En enero del año 2002, una excavación realizada en un terreno - donado por la Iglesia Católica al Ejército - se hallaron concentrados en una fosa de 15 por 13 metros más de 400 fragmentos óseos esparcidos. Los fragmentos, cráneos, falanges, vértebras, dientes y arcadas, provenían de un pozo anterior removido de unos cinco metros de diámetro y unos 15 metros de profundidad, que al parecer habían sido arrastrados por una maquina retro excavadora. Gracias a la dentaduras, se pudieron identificar a cinco víctimas.

Durante la presidencia de Patricio Alwyn, y según el Informe Rettig de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación creada en 1990, se llegó a la conclusión de que los restos pertenecían al grupo de detenidos de La Moneda que terminaron trágicamente en la academia naval de la Colina. Todo parece indicar que con el tiempo, efectivos del régimen de Pinochet intentaron de hacer desaparecer aquellos restos de allí de una manera bastante chapucera.

Es muy probable que fuera enterrado allí, ya que los detenidos que fueron llevados a la academia en la Colina estuvieron los asesores del Presidente Allende, Eduardo Paredes Barrientos, ex director de Investigaciones; Enrique París Roa y el gerente general del Banco Central Jaime Barrios Meza. Además, Sergio Contreras, Daniel Escobar Cruz, Enrique Huerta Corvalán, Claudio Jimeno Grendi, doctor Georges Klein Pipper, Héctor Pincheira Núñez y Arsenio Poupin Oissel, subsecretario General de Gobierno.

Además, por otro lado todos los miembros del GAP de ese día, el dispositivo de seguridad del presidente Allende, integrado por José Freire Medina, Daniel Gutiérrez Ayala, Oscar Lagos Ríos, Juan Montiglio Murúa, Julio Moreno Pulgar, Luis Rodríguez Riquelme, Jaime Sotelo Ojeda, Julio Tapia Martínez, Héctor Urrutia Molina, Oscar Valladares Caroca, Juan Vargas Contreras y Oscar Luis Avilés Jofré.

¿Pero quien fue Jaime Barrios Meza?... 

Nancy y Barrios se conocieron en Cuba. Él era un economista que llegó a la isla en 1959, y vivió allí 11 años auto marginado del Partido Comunista chileno y decidido a participar de la Revolución cubana. Trabajó en el Banco Central de Cuba, a donde lo llevó el argentino Ernesto Guevara, mientras que Nancy se fue a laborar al Comité Central del Partido Comunista, el PCC. Al volver a Chile, Barrios se integró al gobierno de la Unidad Popular que había sido elegido en 1970 hasta su desaparición.

GIRO EN LA VIDA DE NANCY

Pero observe este detalle. La propia Nancy, en unas declaraciones que hiciera al periódico Chileno Clarín en el 2017, dijo lo siguiente: "El día del golpe llamé al embajador cubano Mario García Incháustegui desde La Moneda para decirle: "Mario: patria o muerte venceremos, aquí me quedo".

Pero mi hijo, que tenía en aquel momento 14 años, llamó innumerables veces a la Embajada de su país siendo totalmente desprotegido por las autoridades cubanas en Chile. Tanto fue así, -sigue contando Nancy- que aquella tarde del 11 de setiembre y luego de que las echaran a las cuatro mujeres del hotel donde se habían refugiado al salir de la Moneda, un auto las llevó hasta la casa de una amiga de Isabel Allende.

El 12 de setiembre, Tati, la mayor de las Allende, fue recogida por su marido, el entonces consejero de la Embajada cubana en Chile, Luis Fernández Oña, mientras que las demás, incluso ella que era Cubana también y con un hijo pequeño encima, quedó abandonada junto con Chavela y Frida, dos de las seis que salieron aquel día del Palacio.

Fue entonces que decidió llamar a la Embajada de México, donde ya estaban refugiadas Hortensia Bussi, la viuda de Allende, y su hija menor, Carmen Paz. Nancy se salvó de milagro como se suele decir. Incluso, cuando llegó al apartamento el embajador de México, Luis Corvalá Martínez, que al parecer llevaba la misión de rescatar tan solo a Isabel Allende, ella le preguntó: ¿Y nosotras que?, y al diplomático no le quedó mas remedio que cargar con todas.

Lo de Patria o Muerte se transformó de pronto en una drástica decisión en su vida. Nancy no vive en Cuba, con los años se casó con el embajador de Suecia en la Argentina, el social demócrata Peter Landelius, amigo de los ex presidentes, español Felipe González y el fallecido sueco Olof Palme.

Desde entonces vive en un cómodo apartamento de un barrio élite de Buenos Aires, el Palermo Chico, donde se encuentran asentadas varias embajadas. En tanto que el que fuera su primer marido, sigue formando parte de esa triste relación de tres mil chilenos que aun hoy continúan desaparecidos desde aquel trágico golpe militar. (Fin de la cuarta parte).


Por Jorge García
Maldita Hemeroteca

Fuentes: 
--Eduardo Labarca.
Salvador Allende: Biografía Sentimental 2004.
--The Clinic
--Libertad digital
-- Entrevista de Patricia Espejo Braín.
"Palabra Pública" 
--Gap-Chile
-- Rafael Rojas. 
"Allende, el suicidio y la posverdad". Rialta.

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