domingo, 15 de septiembre de 2024

SALVADOR ALLENDE: Más allá de un golpe de Estado. (Primera parte)


El miércoles pasado, mismo día que se cumplía aniversario del ataque a las torres gemelas de New York, se cumplía el cincuenta del golpe de estado en Chile, que dio como resultado el derrocamiento y la misteriosa muerte de su hasta entonces presidente socialista Salvador Allende.

Más tarde ese día, recordamos que el protagonista de ese golpe, el general Augusto Pinochet, llegó a departir amablemente con el dictador Fidel Castro durante una visita de este a Chile. En realidad este país se había convertido en objetivo de Fidel Castro desde el mismo momento en que Allende salió electo.

De hecho, el dictador cubano efectuó una gira por Chile de más de un mes de duración, ¡más de un mes!, es que nunca se había visto - eso creemos - que un mandatario se pasara tanto tiempo husmeando en otra nación. Como recuerdo de esta prolongada visita, Castro le dejó un bello recuerdo, un fusil ruso AK-47, el conocido Kalashnikov, que a la postre fue premonitorio. 

También se puso fatal Allende que en EEUU gobernaba el cuáquero republicano Richard Nixon, que desde el primer momento se fijó como meta borrarlo del mapa. Pero más allá de todo eso, ese día nos surgió una pregunta: ¿Qué fue lo que motivó que un general de tan alto nivel como Pinochet, que lo tenía todo como privilegiado, decidiera acabar de esa esa manera tan violenta y sangrienta con la democracia en su país?. 

No solo eso... 

¿Cómo fue posible también que los Chilenos terminaran por "perdonarlo", luego de tantos muertos, desaparecidos y familias que quedaron enlutadas?. Fíjese que Marta Lagos, directora regional del Latinobarómetro y fundadora del instituto Mori Chile, que de pinochetista no tiene nada, dijo en una entrevista con los Ángeles Times que Pinochet había sido y cito: “el único dictador de Occidente (...) que 50 años después de su golpe sigue siendo valorado”.

¿Pero que pasó entonces en el país?

Según un estudio de Rudiger Dornbusch y Sebastian Edwards sobre el "populismo macroeconómico" publicado en libremercado, tambien cito: 

"Allende heredó una economía relativamente estancada, con tasas reales de crecimiento que apenas superaban el 1% en los cuatro años posteriores a su llegada al poder. Tras llegar al poder, el mandatario chileno lanzó un amplio programa de expropiaciones que condujo a la nacionalización de todo tipo de empresas, incluyendo negocios agrícolas, compañías mineras. 

Los aumentos salariales dictados por Allende se dispararon hasta un 20%, pero esa ilusión artificial acabó siendo devorada por una inflación rampante que, a lo largo de sus tres años de gobierno, redujo significativamente el poder adquisitivo de los sueldos de los trabajadores. La subida de precios galopaba hasta alcanzar tasas estratosféricas, al hilo de un aumento de la base monetaria del 264%. 

Con la inflación desbocada, los precios subieron un 34,5% en 1971, un 216,7% en 1972 y un 605,9% en 1973. Los controles agravaron la situación y los sueldos en 1973 eran ya un 30% inferiores que en 1970. La misma película que estamos viendo en Cuba "a todo color y en cinemascope":

La tasa de crecimiento se desplomó: de poco sirvió el artificio inflacionista de 1971, con un aumento del PIB del 9%. Las reservas internacionales se hundieron de 320 a 36 millones de dólares. La balanza comercial pasó de un superávit de 246 millones a un déficit de 73 millones. En fin, que como resultado Chile entró en recesión. (Libremercado.es)

En agosto de 1973, la Cámara de Diputados se reunió para analizar la insostenible situación que enfrentaba el país, no solo el hundimiento económico, sino también para estudiar los graves episodios que se habían dado en otros ámbitos no menos preocupantes, como el amparo de grupos armados, la mordaza a la prensa libre y la confiscación de la propiedad privada.


Como conclusión, con un resultado de 81 votos a favor y 47 en contra, aquella Cámara declaró que el gobierno de Allende había violado gravemente la Constitución del país. Entonces fue que entró en escena el general Pinochet, y acabó con el gobierno por la vía violenta del golpe de estado del once de septiembre.

Y ocurrió lo de siempre. De padecer un miserable gobierno comunista, en este caso dos años, Chile resurgió de sus cenizas y vivió lo que se llamó "El milagro Chileno". Con una formula a base de reducciones del gasto público, privatización de las empresas estatales, incentivos a empresas privadas, reducción del proteccionismo arancelario y fomento de la inversión extranjera, el régimen de Pinochet redujo los índices de pobreza del 50% un al 7%.

Pasaron los años y hoy vemos que en el segundo trimestre de 2024, la deuda externa chilena se situó en 244.465 millones de dólares, lo que representó un aumento de 2.785 millones con respecto al año anterior, pero por ejemplo la per cápita de los años 2007 era apenas de 297 dólares por chileno, de 360 dólares en 2008 y de 427 dólares en 2009, mientras que el PIB era del 3,90%, 4,92% y 5,85% por ese mismo orden, según lo brinda la web "datosmacro" de fácil acceso.

En cambio, para 2022 ya ascendía al 38% y la per cápita a seis mil dólares. Aún así, las sólidas políticas macroeconómicas de Chile permitieron que los desequilibrios provocados por la pandemia de COVID-19, como los altos déficits y la inflación, se controlaran, mientras que la tasa de desempleo se mantuvo en un porcentaje de 8,5 %.

Es que no es manía amigo, donde quiera que se meten los comunistas acaban con todo. Albania, Ucrania, Corea del Norte, Camboya, Somalia, Etiopía, Cuba y ahora Venezuela, donde han sido capaces de hasta sumir en la oscuridad total de los apagones a uno de los países más ricos del mundo en hidrocarburos. En pocas palabras, el comunismo es la más perfecta maquinaria de producir pobreza. Les dejo con este vídeo del youtuber español, Juan Ramón Rallo, que lo explica con lujo de detalles.

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