domingo, 8 de septiembre de 2024

SERVANDO OVIES: El habanero del Titánic


No era Cubano como se ha dicho. Servando Oviés había nacido en Asturias, pero fue uno de los miles y miles de españoles que había elegido la isla como lugar de residencia. Entre las 1,513 personas que perecieron en el naufragio del Titanic, el cual este 15 de abril se cumplirán 113 años, estuvo este Avilesino (De Avilés).

Nacido en 1873, Servando viajaba en una de las cabinas de primera clase del fatídico barco. Tenía 36 años cuando se hundió en las frías aguas de Terranova. También era uno de los diez españoles, cinco hombres y cinco mujeres, siete sobrevivientes, que iban en el barco, pero el único de esa provincia. Meses antes, el 13 de enero, había embarcado en el vapor «Habana» rumbo de Nueva York, ciudad desde la cual emprendió un viaje a Europa con la intención de comprar en París un lote de mercancías de lencería para su tienda en la Habana. 

Oviés se había ido a Cuba con 15 años, donde fue acogido por su tío, José Rodríguez López, fundador de "El Palacio de Cristal", una emblemática sedería habanera de la que llegaría a ser su gerente. Luego de una corta visita a su ciudad de nacimiento, el asturiano partió hacia Inglaterra donde compró su pasaje en el trasatlántico Titánic, de regreso a New York. Ocupó el camarote D-47, a un costo de 27 libras esterlinas, una cantidad importante para la época.

Su cadáver, el No 189, fue de los cuerpos recuperados, siendo identificado posteriormente por su primo y sepultado en el cementerio de Halifax, en Nueva Escocia. Sin embargo, al ser exhumado, las ropas que llevaba el difunto no se correspondían con las de José Florentino Oviés y Rodríguez. Las iniciales grabadas, J.R. Ovies, eran al parecer las de un supuesto fogonero del barco de 28 años, con lo cual se especuló que la familia había «comprado» el falso cadáver para agilizar los trámites de la herencia.

Lo que sí fue un hecho es que Oviés viajaba en el transatlántico cuando se hundió. Ahora, que su cuerpo estuviera entre los 709 pasajeros que se salvaron, esa sería otra historia posible. La esposa del avilesino presentaría posteriormente una demanda por 75.000 dólares por la desgracia acontecida y otra de 2.800 dólares por la de sus propiedades, lo que pudiera explicar el viaje de su primo a Halifax para identificar el cuerpo. Además, recibió 286.000 pesos cubanos por la participación correspondiente de su marido en el negocio.

NOTA: 

Los españoles eran: María Josefa Pérez de Soto, Víctor Peñasco, Fermina Oliva, Encarnación Reynaldo, Emilio Pallás, Julián Padró, las hermanas Florentina y Asunción Durán, Juan Monrós y Servando Oviés. De ellos, tres murieron en el naufragio: Víctor Peñasco, miembro de una adinerada familia madrileña; Servando Oviés y Juan Monrós, que era el único miembro español de la tripulación del transatlántico.

Fuentes: Prensa Española.

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