jueves, 19 de septiembre de 2024

TIRANIA CASTRISTA: Ni confirman ni desmienten


Desde este miércoles 18 de septiembre se ha desatado el rumor de la muerte de Raúl Castro Ruz, de 93 años, a raíz de una información dada por el youtuber Juan Juan Almeida, hijo del extinto comandante de la revolución Juan Almeida Bosque. 

Como es natural, el rumor se ha disparado en las redes, más que nada por las innegables fuentes que posee este señor en la isla. Incluso, llama la atención informal que la hizo y no en una de sus habituales directas, o podcast acostumbrados. "Quisiera estar equivocado, pero ahora sí o sí, está muy, pero muy, pero muy mal. La información me llega de muy cerca de donde lo están limpiando”, dijo el Youtuber.

En la isla, de momento, hay hermetismo total, ni confirman ni desmienten, con lo cual el chisme crece y seguirá creciendo. Tambien es cierto que hace unos años el periódico ABC dio cuenta de una supuesta "cirrosis hepática" que padece por el uso desmedido que hiciera del alcohol, pero desde entonces Raúl se está muriendo y no acaba de morirse.

Cierto o no, llegará el momento en que se marchará de esta dimensión terrenal lo quiera o no su familia, allegados y adoradores en general, pero lo más jodido es que lo hará sin pagar su tremenda cuota de responsabilidad por la gran cantidad de muertos que dejó en el camino. Sin duda Raúl Castro fue un sujeto muy cruel, que enlutó a muchísimas familias cubanas.

Pocos cubanos en la isla conocen que para entrar en Santiago de Cuba en 1958, hizo un pacto secreto en el Caney con el jefe de la policía en ese momento, el teniente coronel Bonifacio Haza Grasso, incluso este policía acompañó a Fidel Castro a un conversatorio en el parque Céspedes con el resto de los agentes que quedaban en la ciudad después de la huida del dictador Batista. 

En cambio, Haza fue una de aquellas 71 personas que el doce de enero Raúl se apresuró a fusilar sumariamente en la loma de San Juan, quizás para silenciarlo probablemente. Y sí, en aquel grupo habían personas de todo tipo, desde los que pertenecían al ejército y al SIM, hasta chivatos y hombres de Rolando Masferrer, pero no todos eran criminales o merecían morir. 

Raúl se irá y no pagará, como no pagó tampoco su hermano, por los 3.116 fusilados y los 1.166 extrajudicialmente, ni por los que han muerto en prisión ni por Oswaldo Payá, ni por Harold Cepero, ni por Laura Pollán, ni por los 18 presos políticos muertos en huelga de hambre, ni por los miles y miles que yacen en el fondo del mar, entre ellos los once niños del remolcador "Trece de Marzo", ni por la represión, violación e involución social y moral de su pueblo, de manera que esperemos que esta vez Juan Juan sí haya dado en el clavo. 

Por Jorge García
Maldita Hemeroteca

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