En la película "Historias del Bronx", el director Robert de Niro creó una sub trama donde el hijo del honrado chofer de ruta local, el cual interpreta además, y que está apadrinado por el mafioso más peligroso del barrio, se enamora de una chica de raza negra.
Por lo general, por no decir todos en aquella época, los italianos e hijos de emigrantes italianos en New York eran muy racistas, de ahí el conflicto personal de este chico que se vio de pronto atrapado entre dos culturas, costumbres, y razas muy distintas. Es que el amor no entiende de colores de piel.
Sin embargo, en la vida real resulta llamativo que entre las parejas interraciales casi siempre coincide que es la mujer la de raza blanca. Incluso digo más, aunque el icónico percusionista Pello el Afrokan tenía chicas de varias razas como coristas, "la rubia era la estrella del show". Fue así, y negarlo sería de necios.
O me va decir que no es cierto que en Cuba las madres y las abuelas "aconsejaban" a sus hijos o nietas "adelantar la raza", o sea, casarse con un blanco o blanca para aclarar la piel y alisar el cabello de la descendencia, y claro, distanciarse de la negrura es tambien un reflejo de racismo pero no la inversa. Racismo es racismo, venga del color que venga, aunque también es muy cierto que los negros - excepto en Haití - nunca pudieron experimentar la superioridad de razas.
¿Porqué razón el pelo de los negros es "malo" y el del blanco es "bueno"?. ¿Por que las chicas se alisan su pelo crespo para parecer blancas. Incluso los hombres igual?. ¿Por qué una blanca que se enamore de un negro es "una blanca sucia", mientras que en caso contrario "adelantaría la raza"?. Queda claro que los prejuicios siguen siendo temas de índole familiar también, y que desgraciadamente no han hecho otra cosa que fomentar el puto racismo.
Por otro lado, llamarle a un negro "mi negro o negrón" aparentando aprecio o cariño, no hace a los blancos menos racistas. Decirle a una persona "negro" por su color, aunque no lo percibamos, es una forma de discriminación explícita que le sigue recordando su discriminada escala social. De manera que el mito de la supuesta igualdad racial en cuba sigue siendo una mentira insostenible.
Es cierto que el castrismo desmanteló todo vestigio en ese sentido, por ejemplo eliminó clubes y centros de esparcimiento de un pasado marcadamente racista, pero fue para nacionalizarlos, no por solidaridad racial. De hecho, si el dueño de alguno de aquellos negocios privados hubiera sido un negro, se lo hubieran quitado igual. Otra cosa fue la narrativa populista, aparejada al tema que supieron imprimirle.
De hecho el señor Alfredo Hornedo no era blanco, era un mestizo de pelo bastante rizo, y en cambio el Castrismo le quitó el teatro Blanquita, rebautizado como Karl Marx, y el hotel Rosita Hornedo, nombre de su segunda esposa, que después fue el edificio "Sierra Maestra", ambos en Miramar. También fue propietario del Mercado único de cuatro caminos en la Habana, y luego abrió el otro en la calle Carlos III.
Todo eso Fidel Castro se lo quitó, incluso varios diarios de su propiedad, entre ellos "El País". En cambio hoy, ya sabe lo que pasa en Cuba en este sentido, que los negros están totalmente alejados de cualquier vía de prosperidad. Deberá ser ese el motivo por el cual la mayoría de la población penal de Cuba es de esa raza, vamos digo yo.
Ni siquiera en el siglo XIX, pues un tipo como Juan Bertaut, ya hubieran querido muchos blancos tener las 140 casas en propiedad que tenía ese negro. Que tal empresarios como José Agustín Ceballos, que siendo de raza negra era el jefe de una dotación de más de 150 jornaleros en el muelle de la Habana. El mismo Guillermo Armenteros, al que todos conocían como El Congo, que nació en 1875 en la localidad de "Catalina de Güines", en la Habana, y se hizo millonario vendiendo butifarras.
En esa época en Cuba habían "negros" que fueron intelectuales, como los políticos Juan Gualberto Gómez y Martín Morúa, músicos como el destacado violinista Brindis de Salas o Vicente Escobar y Flores, que fue profesor de pintura en San Alejandro nada menos. Mire usted, el poeta Gastón Baquero era mulato y gay, y en cambio llegó a ser redactor del "racista" Diario de la Marina, como gay fue tambien el mulato Rodney, coreógrafo principal del cabaret Tropicana.
Por otro lado negros o mestizos fueron el profesor Salvador García Agüero, sindicalistas y políticos como Aracelio Iglesias, Blas Roca y Jesús Menéndez, quienes llegaron a ser congresistas durante la república. El mismo Fulgencio Batista, que digan lo que digan, se convirtió en el hombre más rico de Cuba siendo pobre y mestizo.
Volviendo al tema...
El boxeador Jack Johnson se casó con tres mujeres blancas, desafió incluso el sistema, y si hoy usted observa a los deportistas y músicos hispanos, que por lo general son ricos, la gran mayoría de sus esposas son de raza blanca. Puede que esto responda a siglos anteriores, de cuando las negras eran esclavas, y por consiguiente tenían poca higiene, vestían ropas sucias y raídas y tanto su pelo como su piel estaban maltratados por el sol. En cambio la blanca era todo lo contrario, de ahí el reclamo de nuestras abuelas: ¡Yo no pienso peinar pasas!*.
No digo que todos, pero generalmente la mayoría de esos deportista negros que se pasean del brazo de una mujer blanca proceden de países muy atrasados culturalmente. Fíjese que la tenista Althea Gibson, que se convirtió en la primera mujer negra en ganar un título Gran Slam en 1965 en Francia, se casó con un hombre que tenía la piel más oscura que ella. Al final persistirá una verdad como un templo, el negro que piense que por relacionarse con una blanca lucirá menos negro, lo llevará claro.
Jorge García
Maldita Hemeroteca
*Pasa: nombre coloquial con el que en Cuba se le llama al cabello rebelde de los negros.