.

DE CANDAMO PÁ LA HABANA: HISTORIA DE UNA MARCA

Aldea de Candamo, en Asturias. // 

Desde hace varios años la dictadura Castrista andan en pleito con la ronera Bacardí, en reclamo para poder utilizar la marca "Havana Club" en los Estados Unidos. Sin embargo, al dueño de la tabaquera Montecristo, los Menéndez de Candamo, no le permitieron usar ese sello una vez su negocio fue confiscado. 

Vamos por partes. 

"El Cocinero" fue la primera fábrica de aceite de soja que se construyó en Cuba. Fue fundada por el emigrante asturiano Benjamín Menéndez García en 1930, y estuvo ubicada en la convergencia de las calles 26 y 11, en el Vedado, la Habana. La tenía en sociedad con su hermano Félix, y al menos que sepamos, era dueño también de la marca de sidra "La Zagala", la Agencia de Conservas Asturianas, los "Aceites Autrán" y la "Sardina Coca". 

Esta empresa, que empleaba a doscientos obreros, importaba el aceite crudo y en este fábrica lo refinaba bajo la etiqueta de aceites "El Tesoro". Fue fundada por los hermanos, José, Félix, el primero de ellos que llegó a Cuba, Alonso, Francisco y Celesto Menéndez García, en sintonía con una tónica de hombres jóvenes y solteros, que llegaron a Cuba procedentes de una aldea que conozco perfectamente, San Román de Candamo, famosa por sus excelentes fresas.

Foto del articulista. Nueva España. 

No solo controlaron estos rubros en la isla, si no que llegaron a encabezar la mayor productora de puros en Cuba, la "Montecristo", con una capacidad de veintiún mil millones de cigarros anuales. De ellos Félix, Alonso y Francisco, controlaron la “Compañía Nacional de Seguros "La Mercantil S.A.”, una firma de fianzas y seguros contra accidentes de trabajo, incendios y riesgos. 

Como si fuera poco, se entendía muy bien en el negocio de perfumería, brillantina, polvo facial y jabón de tocador, los cuales elaboraban en su propia fabrica. En 1939 Menéndez y Compañía se hicieron también con la fábrica de tabacos "H. Upmann” propiedad de los hermanos Salaún y que había sido fundada en 1844 por el Alemán.

Con la excelente gestión de su nuevo propietario, la marca H. Upmann inició un periodo de gran crecimiento, mejora de la calidad y aumento continuado de su producción, constituyendo el motor que impulsará la fábrica, que con el paso del tiempo acaparará la atención de fumadores y negociantes de todo el mundo. Total, que “Menéndez, García y Compañía S.L.” fue la mayor productora de tabacos de Cuba, y una de las catorce no azucareras.

Kennedy
Se dijo que el cigarro favorito del presidente de EE.UU. John F. Kennedy era el H. Upmann Petit Upmann, y que la noche anterior a la firma del embargo, había pedido a su ayudante Pierre Salinger adquirir un total de mil doscientas unidades para aprovisionar los estancos de Washington DC.


De hecho, “H. Upmann” y “Montecristo” en conjunto, daban empleo a ochocientos trabajadores y producían - según datos aportados por la Nueva España - 21 millones, 296 mil cigarrillos anuales. Los hermanos solían recibir a sus paisanos, de Candamo sobre todo, en el hotel "La Reguladora", fundado en enero del 1879 en la manzana que conformaban las calles Amistad, Dragones, Industria y Barcelona, en La Habana.

Por cierto desde allí - ya con la república - se efectuó la primera transmisión radial de Cuba. Tanto este, como todos los negocios de los hermanos Menéndez García, fueron nacionalizados en 1960 por Castro, alias el innombrable. Ya para entonces habían muerto Pancho en 1953, y Félix estando de visita en su tierra en 1957. 

Para que se haga una idea, en sus últimos años de actividad libre en Cuba, H. Upmann había logrado copar el mercado de exportación de cigarros premium, con una cuota de cerca del 80%. En los EE.UU., los puros Upmann se vendían en lujosas y atractivas cajas de cedro, especialmente distribuidas en tiendas de lujo por los principales importadores y distribuidores de cigarros, como producto de primera calidad.

La empresa Menéndez y García invirtió importantes cantidades de dinero en publicidad directa en medios de comunicación, periódicos y revistas norteamericanas. En 1959, su último año completo de negocios en Cuba, la compañía exportó a este país más de cinco millones de cigarros, que se vendían al pormenor entre 0,50 y 1.25 dólares por cigarro, según la vitola.

Despojados de todo, se fueron de cuba y lo intentaron de nuevo en las Islas Canarias donde fundaron CITSA, "Compañía Insular Tabacalera S.A"., que sacó al mercado marcas como “Don Miguel”, “Montecruz” , un nombre que tuvo que variar porque el bandolero verde oliva no le permitía el que había sido de su propiedad, "Montecristo". Además sacaron otras como “Don Diego”, “Don Marcos”, “Flamenco” y los cigarrillos “Tanausú”, alcanzando diez años después los veinte millones de puros.

Antigua aceitera, convertida en entidad musical. 

Hoy radica allí una "fabrica de música" propiedad, o en usufructo, no lo sé muy bien ni me interesa saberlo tampoco, que regenta el destacado musico X Alfonso, donde radica un club y se muestran diversas manifestaciones artísticas o algo así. No creo que haya alguien vivo en la actualidad en Candamo que desee reclamar este edificio, con lo cual pueden estar tranquilos. Al menos de momento.  

Maldita Hemeroteca
Por Jorge García.

Fuentes. Articulo de Celesto Menéndez
La Nueva España.
"Asturianos en Cuba". Mario Luis López Isla.
Artículo de Joaquín Peñaflor Valdés. Periódico ABC, 26 de junio de 1957.