Ex político español Iñaki Anasagasti. // |
La narrativa histórica señala a Simón Bolívar como uno de los grandes próceres de independencia en nuestro continente Americano. La gran Colombia que dicen soñaba crear etc.
Incluso, su figura fue ejemplo para algunos jefes mambises, como el mismísimo mayor general Máximo Gomez o el maestro José Martí, quienes le reconocían por su título honorífico de libertador de las Américas y a pesar de que no existió nunca relación entre ellos. Sin embargo, es posible que ni Gómez ni Martí supieran de la vida de Bolívar, como sí la conocía el pensador alemán, y padre del socialismo científico, Karl Marx.
Hace unos años, en medio de la campaña de cambio de nombres de algunas calles en Cataluña, el dictador Nicolás Maduro anunció que le iba a quitar el nombre a la autopista Francisco Fajardo, la más importante de Venezuela que une a Petare con Caricuao, para rebautizarla con el del Cacique Guaicaipuro, y lo consiguió.
En fin que como siempre sucede, todo es según quien lo refiera, y en este caso la figura de Bolivar podrá ser usada de distintas maneras. Lo mismo como un héroe nacional, como hacen constantemente Maduro, o como un traidor y un criminal como Karl Marx. Digamos que fue un personaje con sus luces y sus sombras, que cuenta su particular historia. Otra cosa bien distinta será lo que usted quiera admitir de ella.
En fin, hay aspectos en la vida de este prócer que saltan a la vista, por ejemplo porque si odiaba tanto a España siempre estaba metido allí, con lo cual es un poco difícil de entender que hace alguien en un país al cual considera como su enemigo número uno. Recordemos que estando en Madrid deportado, el general cubano Calixto Garcia visitaba al capitan general de Cuba, Manuel de Salamanca y Negrete, en su oficina del paseo de la castellana. Pudiera ser que en aquellos tiempos era lo normal y lo correcto entre caballeros.
En 1996 la colonia Catalana de Venezuela financió una estatua de Simón Bolivar y se la encasquetó a los Madrileños. Así mismo en el parque Oeste de esta misma ciudad, hay otro monumento que en 1970 fue dedicado a este libertador
Bolívar estuvo viviendo en España casi 3 años, e incluso eligió ese país para contraer nupcias con una señorita de la alta burguesía española, doña María Teresa del Toro, una boda que se celebró en el Teatrillo del Palacio del Duque de Frías, la Iglesia Parroquial de San José en el actual barrio de Chuecas en Madrid.
Esta señora, con la que parte por fin para Venezuela ese año, murió de paludismo en enero del 1883. Debió ser que como los padres del libertador eran españoles, la sangre le llamaba. De hecho su apellido "Bolibar" con B, no con V como se lo cambió después, proviene de su familia que llegó a Venezuela desde el pueblo de Cerranuza, en Vizcaya, el país Vasco.
Resulta que Karl Marx, que por aquel entonces aseguraba que el comunismo era la salvación del mundo, redactó una especie de biografía de Simón Bolívar donde no lo dejó muy bien parado que digamos. Y también resulta curioso que pese a que sus vidas se encontraran tan distantes, el pensador alemán hiciera tanta fijación con la vida del libertador. En fin, en ella plantea cuestiones muy llamativas, como que arranca diciendo que el gran libertador lo que hizo fue disfrutar de los placeres de Europa desde que tenía 16 años.
Madrid fue la ciudad que escogió Bolívar para estudiar su carrera militar en la academia de San Fernando, etapa donde conoció a la finada doña María Teresa. Fíjese que una vez muerta su esposa, le tocó el engorroso deber de regresar a Madrid para mostrarle las condolencias a su familia política. Sin duda, todo un caballero. De paso, y como había aprendido Francés en España, aprovechó para darse una vueltecita por la ciudad luz.
Allí, como no podía ser de otra manera, le sedujo aquella Europa en plena ebullición social y política, y aprovecha para relacionarse y frecuentar teatros, tertulias y salones donde conoce a gente tan importante como el sabio Alejandro de Humboldt, a quien acompaña a Italia y sube al volcán Vesubio. En París se hizo hasta masón.
"La fuerza creadora de los mitos, característica de la fantasía popular, en todas las épocas ha probado su eficacia inventando grandes hombres. El ejemplo más notable de este tipo es, sin duda, el de Simón Bolívar. Es un canalla cobarde, brutal y miserable, es el verdadero Soulouque".
En su libro Marx le acusa de cobarde y de ser el causante de de la pérdida de la plaza de Puerto Cabello, de donde salió huyendo y se escondió en San Mateo. Además le señala como el causante - supuestamente - de la detención de Francisco de Miranda en La Guaira y de su entrega al general Español Domingo Monteverde, quien lo envió a la prisión de Cádiz donde finalmente murió.
Esta supuesta traición - según Marx - fue recompensada por el rey de España como correspondía, le concedió el pasaporte español en reconocimiento al gran servicio prestado. Por otro lado el pensador Alemán le señala más abandonos durante otros combates, como el de Ocumaré, frente al general Francisco Tomás Morales, donde asegura que "salió por patas" en un barco en dirección Bonaire.
En aquella descripción personal, también hay citas escritas por el biógrafo alemán Henri Louis Ducoudray-Holstein, de la cual dejamos esta:
“Su estatura es de solo 5 pies ,4 pulgadas y su aspecto es el de un hombre de 65 años. Tiene frecuentes y súbitos arrebatos de ira, y entonces se pone como loco, se arroja en la hamaca y se desata en improperios y maldiciones contra cuantos lo rodean. Le gusta proferir sarcasmos contra los ausentes, no lee más que literatura francesa de carácter liviano. Le agrada oírse hablar”.
Este texto, según explicó el ex político Iñaki Anasagasti, quien fuera portavoz del grupo vasco en el congreso español y que nació en Cumaná, Venezuela, fue descubierto en 1935 por Aníbal Ponce en los archivos del Instituto Marx-Engels-Lenin de Moscú, y que tras ser traducido fue publicado por primera vez en castellano en 1936 en la revista Dialéctica de Buenos Aires. De manera que, si tiene alguna duda sobre estos pasajes, remítase hacia este PDF.
De pronto se acuerda de Venezuela y parte, no sin antes recorrer los Estados Unidos, país al que llega a bordo del barco "Charleston" en 1807. Ya en Venezuela vive como un marqués, de hecho, en una carta escrita en 1848 a Federich Engels, Marx le pone de vuelta y media de esta manera:
Publicada por Anasagasti en su blog personal. |
Esta supuesta traición - según Marx - fue recompensada por el rey de España como correspondía, le concedió el pasaporte español en reconocimiento al gran servicio prestado. Por otro lado el pensador Alemán le señala más abandonos durante otros combates, como el de Ocumaré, frente al general Francisco Tomás Morales, donde asegura que "salió por patas" en un barco en dirección Bonaire.
Otra, esta hacia Jamaica, en 1815, donde estuvo viviendo por espacio de 8 meses y luego en el combate de Calabozo, en 1819, Marx afirma que se negó a avanzar pese a contar con mas fuerzas que el general Pablo Morillo. Asegura que esa fue la causante de que aquella guerra durara cinco años más. De hecho le llamó "El Napoleón de las retiradas".
“Su estatura es de solo 5 pies ,4 pulgadas y su aspecto es el de un hombre de 65 años. Tiene frecuentes y súbitos arrebatos de ira, y entonces se pone como loco, se arroja en la hamaca y se desata en improperios y maldiciones contra cuantos lo rodean. Le gusta proferir sarcasmos contra los ausentes, no lee más que literatura francesa de carácter liviano. Le agrada oírse hablar”.
Este texto, según explicó el ex político Iñaki Anasagasti, quien fuera portavoz del grupo vasco en el congreso español y que nació en Cumaná, Venezuela, fue descubierto en 1935 por Aníbal Ponce en los archivos del Instituto Marx-Engels-Lenin de Moscú, y que tras ser traducido fue publicado por primera vez en castellano en 1936 en la revista Dialéctica de Buenos Aires. De manera que, si tiene alguna duda sobre estos pasajes, remítase hacia este PDF.