El habanero Rafael del Pino Siero, ciudadano estadounidense además, había conocido a Fidel Castro en la Universidad de La Habana a finales de los años cuarenta, cuando ambos estudiaban la carrera de leyes.
Junto a Castro participó en los graves disturbios en Bogotá, Colombia, cuando asistieron al Congreso Latinoamericano de Estudiantes que pretendía, entre otras denuncias estudiantiles, la devolución del canal de Panamá, las Islas Malvinas y la liberación de Puerto Rico, y que terminó en un violento altercado que dio como resultado el "Bogotazo", el magnicidio del candidato a la presidencia Jorge Eliécer Gaitán.
Del Pino fue también uno de los que viajó a México con la intención de unirse a la expedición que preparaba su compañero Castro, para ingresar en las lomas cubanas con el fin de derrocar la dictadura de Fulgencio Batista, y cuando decimos dictadura, ríase de Batista comparado con lo instauró después el mismo en Cuba. En fin..
Sin embargo, debido a sus fuertes principios democráticos, en el mismo momento en que llegó a México comenzó a sospechar que querían instaurar el comunismo en la isla por los vínculos con Moscú que había en el grupo, regresando a Miami decepcionado. Desde el mismo triunfo de 1959, comenzó una etapa en su vida que lo llevó a convertirse, como dice nuestro título, en otro de los cadáveres políticos que Fidel Castro fue regando en su criminal tiranía.
Desde Miami, Del Pino comenzó a volar pequeños aviones hacia Cuba para llevar como infiltrados a activistas anticastristas, sin embargo en uno de esos viajes en el mes de julio de 1959, mientras trataba de ayudar a un compañero a escapar, fue capturado. Se dijo que fue delatado por uno de los agentes infiltrados en Miami, al punto de que ya lo estaban esperando en la misma carretera próxima a la provincia de Matanzas por donde había aterrizado.
A pesar de todo intentó despegar, pero recibió una lluvia de plomo por parte de las fuerzas apostadas en las cunetas, resultando alcanzado por dos de aquellos impactos. Fue llevado a la Habana, y aunque de milagro salvó su vida, una por los disparos y otra del paredón de fusilamiento que consiguió evadir, en recuerdo a los muchos años de lucha juntos Castro le condenó "a treinta años de prisión solamente".
La dictadura le achacó además haber sido el traidor que avisó a Batista el desembarco en Cuba, numero de hombres y tipos de armas que llevaban. Incluso con esa obsesión de que todo lo que se hace es por dinero, Castro aseguró que Del Pino había recibido un pago de treinta mil dólares "por sus servicios". Es que nadie se explica como no lo fusiló de haber sido cierta esa acusación.
Es más, dijeron que estando en México llegaron a conocer la delación antes de embarcar, y que aún así decidieron partir hacia Cuba. Oiga amigo, eso no se lo cree nadie. Es que acaso sucedió entonces algo parecido al ataque del cuartel Moncada, vamos que sometió a la gente hacia un suicidio en Alegría de Pío, Niquero, donde la cuarta parte de los ochenta y un hombres que desembarcaron fueron directos al matadero.
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| Prisión del Combinado del Este en la Habana. |
En 1977 Del Pino Siero no aguantó más la prisión y se puso como meta acabar con su vida, convirtiéndose en un suicida a tiempo completo. Luego de varios intentos fallidos, terminó colgado de una soga en su celda de castigo, o solitaria, de la Prisión del Combinado del Este, que entonces era la más moderna y cruel de las cientos que se habían fabricado en la isla.
¿Cómo fue posible que entrara una soga en una celda de castigo?, eso mismo se ha preguntado mucha gente sin encontrar la respuesta, aunque sí se la imaginan. Había cumplido dieciocho años de esa condena y tenía entonces cincuenta y uno de edad y dejó huérfanos a dos hijos en Miami: Rafael del Pino Jr. y Milagro Suárez. Con los años, un tribunal de Miami le adjudicó a estos hijos más de 250 millones de dólares en compensación, aunque no tenemos noticias de que hayan podido cobrar algo de ese dinero.
Maldita Hemeroteca
Fuentes de Internet
