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BREVES APUNTES DEL BARRIO DE MARIANAO

Terminal de trenes en Marianao. // 

La gran mayoría de los nombres de las calles y pueblos en Cuba provienen del periodo colonial español, aún así no deja de resultar curioso que en San Baudilio de Llobregat, en Cataluña, haya una localidad que se llame Marianao como el popular municipio Habanero.

Su origen es bastante posterior al Habanero, aunque los creadores provengan de Cataluña precisamente. La historia recoge que este barrio San Baudilio de Llobregat data del siglo XVI y XVII, de cuando la urbanización comenzó a expandirse galopantemente, y que por este motivo se creó en el siglo XX el citado Marianao catalán. 

Eso sí, existe un convenio "de hermanamiento" entre ambas ciudades y la prueba es que la dictadura le cambió el nombre a uno de sus milenarios cines, que de Cine Marianao precisamente, pasó a llamarse "Teatro Sant Boi". E incluso, los bidones de basura - de los que ya no debe quedar ninguno - procedían de una donación hecha por el ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat.

EL MARIANAO DE VERDAD, EL PRIMERO 

Todo comienza con la llegada a Cuba de la familia Samá procedentes de Cataluña. Salvador Samá y Martí, que nació el 13 de abril de 1797 en la localidad de Vilanueva i la Geltrú, tenía parientes en Cuba con muy buena posición económica, básicamente por el tráfico de esclavos desde África, "los llamados negreros". Consigue abrirse paso trabajando en los negocios que esta familia tenía en propiedad en la capital Cubana.

Con el tiempo llegó a servir como cónsul, prior, consiliario de la Real Junta de Fomento de Cuba y consejero de Hacienda, y además hizo carrera en lo militar. A raíz de las expediciones libertadoras del autónomo venezolano Narciso López en 1850 por la ciudad de Cárdenas, en Matanzas, y luego en 1851 por Bahía Honda, provincia de Pinar del Río, Salvador se incorpora a los Cuerpos de Ciudadanos Leales y más conocidos por Nobles Voluntarios. 

En la actualidad famoso cruce de avenida 51 y calle 100

Por la valentía mostrada en el enfrentamiento a la expedición de Bahía Honda, le fue otorgado el grado de coronel honorario del ejército. Este cuerpo de voluntarios fue disuelto al poco tiempo, pero en 1855, y ante el peligro de nuevas expediciones desde el exterior, el capitán general de la isla, José Gutiérrez de la Concha, dictó un bando mediante el cual el cuerpo de voluntarios se activaba nuevamente.

Es entonces que Samá termina incorporándose de nuevo con el grado de coronel, y como comandante del segundo batallón de la jurisdicción de la Habana. Este grupo armado fue tristemente célebre por ser los que fusilaron a los ocho estudiantes de medicina en la Habana, aunque se dice que el señor Samá no intervino en esos acontecimientos.

Inicios de Marianao

Existe un texto que lleva por nombre «Los inicios de la Playa de Marianao» firmado por el arquitecto Luis Bay Sevilla y publicado en el Diario de La Marina el 23 agosto 1946, donde se afirma rotundamente que Marianao debe su existencia a este señor, Don Salvador Samá y Martí.

De hecho, la reina Isabel II, por Real Decreto de 5 de junio de 1860, le concede este marquesado cuando ya era coronel de infantería y de milicias, consejero de hacienda, regidor y primer teniente de alcalde de La Habana. Además, era senador del Reino y fue - como si fuera poco - fundador del banco Español en la Habana.

Resumiendo este paréntesis en su historia, en 1860, cuando Marianao era apenas un municipio con nueve barrios rurales, el ex coronel de voluntarios, con su salud bastante deteriorada, muere en esta ciudad el 22 de junio de 1866. A su muerte, Don Salvador contaba con la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden americana de Isabel la Católica, así como la de caballero distinguido de la orden Carlos III.

Playa la Concha finales del siglo XIX 

SAMÁ Y MARIANAO

Samá se encontró con un Marianao que atraía por las aguas termales y sanadoras del barrio de "Los Pocitos", en ese momento una localidad muy tranquila y relativamente cerca de la costa norte. Allí, en 1841, alquiló una quinta que más tarde compraría y que estaba ubicada en calle Vieja, esquina Santa Lucia, hoy avenida 57 y esquina a 134. (Cerca de la fábrica de puros y el conocido bar Renedy)

Otras fuentes señalan que en 1864 se convirtió en propietario de una casona llamada "El Cortijo", situada en la calle 128 número 4516, esquina hacia 49, que fue heredada en 1887 por un miembro de su familia, Salvador Sama y Torrents, y a su vez, en 1934, por Salvador Sama y Sarriera, los tres naturales de Vilanova i la Geltrú, en Cataluña. Así mismo, llegó a comprar el almacén "El Roble", posteriormente un famoso bodegón del mismo barrio el Pocito.

A Marianao le dedicó toda su vida, pues no solo invirtió parte de su capital en las obras de mejoramiento de aquel entonces naciente pueblo, sino que fue artífice de la ejecución de los trabajos de la línea férrea del tren que iniciaba su viaje en el paradero de Concha, en el paseo de Carlos III, y que tenía a Marianao como terminal.

Salvador Samá
Este ferrocarril fue oficialmente inaugurado el día 19 de junio de 1863, saliendo el primer coche de la Estación de Concha a las siete de la mañana de ese día, celebrándose una serie de actos para festejar este señalado acontecimiento. Los de Concha fue en honor (mas bien la pelota) al capitán general José Gutiérrez de la Concha e Irigoyen.

Los habaneros se desbordaron aquella mañana sobre la Estación de Concha, animados del deseo de ver salir el primer coche conmemorativo, y tomar después los primeros públicos que comenzaron a circular a las doce del día. En su recorrido se incluía paradas en Tulipán, Cerro, Ceiba, Buenavista, Los Quemados en Marianao, para luego, en 1884 llegar hasta las playas de Marianao, la Concha, el Náutico etc...

En este primer coche tomaron asiento el capitán General y anti esclavista don Domingo Dulce y Garay, acompañado de sus ayudantes y personalidades invitadas. Fue un viaje que tardó solo 18 minutos en llegar a la Estación de Samá. En aquel paradero lo esperaba el auto que había de llevarlo hasta su citada residencia en la calle Vieja y Santa Lucía. 

(Recordemos que fue el alcalde Francisco Orue quien cambio los nombres por números). Allí fue objeto de una brillante recepción, procediéndose luego a servir un espléndido desayuno que fue presidido por el Capitán General, y acompañándole el Segundo Cabo General, Don José Agustín Valdés Pedroso, desde el 1816 Conde de Casa San Esteban de Cañongo. 

Además asistió el Comandante de la Marina, los marqueses de Almendares, Joaquín Diago y Du-Bouchet y su esposa Serafína de Cárdenas y Béitia, (madre de la que después fuera primera dama de Cuba, Serafina Diago y de Cárdenas, esposa del presidente José Miguel Gómez. Y por supuesto, los marqueses de Marianao en su papel de anfitriones.

Casona situada en la esquina 49 y calle 128, que perteneció a la familia de los marqueses de Marianao. 

La aceptación que tuvo entre los habaneros este servicio ferroviario se tradujo en un gran negocio para la Empresa, pues al año siguiente de quedar inaugurado la recaudación ascendió a 169,294.38 pesos, rindiendo una utilidad de más de cuarenta mil. Por cierto, durante su diseño inicial Samá riñó fuertemente con el arquitecto norteamericano encargado del proyecto, ya que este había incluido un puente demasiado grande que se salía de lo presupuestado.

Fue el ingeniero civil Cubano Antonio Benítez Uthon quien pudo modificar el trazado, y así el puente se redujo a un solo arco que dejaba a la Ceiba en alto y entraba a nivel en el barrio de Buenavista. Llegó incluso a sugerirle al ingeniero norteamericano que se pegara un tiro en la sien por botarate.

Total que si usted es de Marianao, o al menos conoce bien ese municipio, sepa que la calle que lleva su nombre, "Calle Samá", la que corre detrás de la actual funeraria y que entronca con el museo del municipio, fue bautizada en memoria de este señor al que, además de esclavista, ese barrio le debió casi todo. 


Maldita Hemeroteca 

Fuente: Bibliografía: M. Moreno Fraginals, Cuba / España, España / Cuba. Historia Común, Barcelona. Fotos de la Habana. // Historia de Marianao. Fernando Inclán Lavastida.// Presidente Alfredo Zayas "Lexicografía Antillana".