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NARCISO LÓPEZ Y LA TRAICIÓN CUBANA

Imagen de las tropas Realistas que combatieron en Venezuela. // 

Hay pasajes en la vida del prócer venezolano Narciso López, el padre de nuestra bandera nacional y autor de varios intentos fallidos de rebelión contra España, del que apenas se habla, quizás por lo sorprendentes que resultan en sí.

Narciso entró a servir en la milicia luchando con las tropas realistas en el proceso de emancipación de la américa hispana, destacando por su valor en las batallas de Las Queseras del Medio en 1818, donde su caballería fue arrasada. O también la de Carabobo tres años después, enfrentando también a las tropas independentistas pero siempre a favor de España.

Sin embargo...

¿Sabe usted quien era su oponente en aquellas refriegas militares?, nada más y nada menos que el problemático Simón Bolívar, y lo de problemático, por llamarlo de alguna forma, lo decimos por lo que leímos una vez en un artículo del político vasco venezolano Iñaki Anasagasti, ex diputado al parlamento español, que cita los "bellos piropos" que le dedicó el pensador alemán Karl Marx al llamado "Libertador de América". ¿Dos de ellos?, "cobarde y autoritario y el Napoleón de las retiradas".

La verdad es que Marx dejó muy mal parado a Bolívar a pesar de separarles siete mil kilómetros de distancia, ¡y sin internet!. Resulta curioso el análisis político y militar que hiciera de Bolívar el inventor del comunismo estando tan lejos. Seguramente que el pensador Alemán leyó tambien las memorias del prócer venezolano escritas por su paisano Henrry Louis Ducoudray-Holstein, donde afirmó del libertador:

"No lee más que literatura francesa de carácter liviano, es un jinete consumado y baila valses con pasión. Le agrada oírse hablar, y pronunciar brindis le deleita. Tiene frecuentes y súbitos arrebatos de ira, y entonces se pone como loco, se arroja en la hamaca y se desata en improperios y maldiciones contra cuantos le rodean".

Y esto no es nada para lo que le dijo Marx, que entre otras cosas le llamó "depredador sexual como su padre", sobre todo durante su larga estancia en Francia. Solo un detalle más, a Bolívar en Venezuela le llamaban "Culo de Hierro", por que no se bajaba del caballo. Se dice que cabalgó más de ciento veinte mil kilómetros. En fin...

LA TRAICIÓN DE LOS CUBANOS

La historia nos cuenta que Narciso participó en la Primera Guerra Carlista, y subiendo poco a poco en la escala de mando hasta que en 1836 llegó a alcanzar el empleo de brigadier por sus méritos durante la campaña, y el de general en 1840 siendo ya gobernador de Valencia desde un año antes.

Simpatizante activo del Partido Progresista en los sucesos revolucionarios de 1840, el general Jerónimo Valdés, nombrado capitán general de Cuba, solicitó sus servicios en Cuba y es así como Narciso López de Uriola se vincula a nuestro país en la gobernación de Matanzas y Trinidad.

En Cuba y contrajo matrimonio con la hija de un terrateniente Argentino, Andrea López Cossio y Terán, y participó activamente en cuantos movimiento había en contra de la absurda política de España con respecto a la isla. Sin embargo, el gobierno cambió, ya no tenía padrino, y el general Leopoldo O’Donnell - natural de Tenerife - dictó las reglas del juego a partir de 1843.

Narciso es destituido de la Capitanía General de Cuba y de todos sus cargos, lo que le motivó a ser más activo dentro de los movimientos autonomistas e independentistas de Cuba. La historia que vivió es bastante conocida. Fue descubierta su participación en la conspiración denominada "La Mina de la Rosa Cubana", por lo que se vio obligado a huir hacia los Estados Unidos en 1848.

General Narciso López
Primero se mantuvo bajo el amparo del gobernador del Estado de Mississippi y más tarde, con el apoyo de distintos grupos de presión, pasó a residir en la ciudad de Nueva York.

Es en este país donde Narciso desarrolló su actividad revolucionaria, apoyado por los periódicos más importantes de la época. Abrazó la idea anexionista de Estados Unidos con respecto a Cuba y de ahí salieron sus fallidas expediciones libertarias a la isla.

Incluso organizó el Consejo Cubano con la participación de la resistencia de Matanzas, La Habana y Camagüey, hasta entonces bajo la dirección de Salvador Cisneros Betancourt, proponiendo, entre otras cosas la compra de la isla al presidente James K. Polk. Sí porque si no lo sabe, Estados Unidos le propuso a España la compra de Cuba por cien millones de dólares.

Promoviendo suscripciones públicas con este objetivo, consiguió preparar la invasión de Cuba con voluntarios estadounidenses. Sin embargo, la elección en 1849 de un nuevo presidente de Estados Unidos en la persona de Zachary Taylor, provocó el abandono momentáneo de la idea anexionista. A pesar de ello, Narciso López no cejó en su empeño a favor del bando independentista cubano.

Con tal fin aumentó sus actividades propagandísticas, actividades que culminaron con el diseño de la futura bandera nacional cubana, que, según su idea fue dibujada por su amigo Teurbe Tolón y realizada por la esposa de éste, Isabel. Esa bandera ondeó por primera vez entre el 11 y el 24 de mayo de 1850, en las fachadas de los periódicos The New York Sun y The Delta, en New York.

Resumiendo un poco la historia, Narciso desembarcó en la ciudad de Cárdenas con una expedición insurgente compuesta por seiscientos diez hombres, voluntarios de los estados sureños de Estados Unidos, y llegó a tomar la ciudad después de una fuerte resistencia de su escasa guarnición de apenas diecisiete hombres, al mando del coronel Florencio Ceruti.

Al no ser apoyado por el pueblo cubano en la revuelta del modo que esperaba, Narciso tuvo que reembarcarse precipitadamente ante la llegada del refuerzo de las tropas españolas, buscando refugio en Savanah, cerca de New Orleans, donde su barco fue requisado por las autoridades norteamericanas.

Durante su segunda expedición en 1851 a bordo del vapor Creole, desembarcó en la playa del Morrillo, cerca de Bahía Honda, provincia de Pinar del Río, el día doce de agosto. Pretendía entonces formar una república independiente. Descubierto de nuevo y machacado por las tropas del general Henna, Narciso fue abandonado a su suerte quedando tan solo con diecisiete de sus hombres.

Al intentar nuevamente la huida, fue hecho prisionero en Pinos de Rangel, en las proximidades de Candelaria, siendo entregado al gobernador de Mariel y trasladado a La Habana más tarde. Tras un Consejo de Guerra sumarísimo, que le condenó a garrote vil, Narciso López de Uriola fue ajusticiado en La Habana el uno de septiembre de 1851, impidiendo el redoble de los tambores que se escuchara su voz antes de morir.

Bandera Cubana.
Y ya ve usted, de un hombre así, de su obra revolucionaria y no apoyada por el pueblo cubano, fue que heredamos la bandera que al final fue proclamada oficialmente el once de abril de 1869 en la Asamblea de Guáimaro.

Ratificada después mediante decreto ley del 21 de abril de 1902 por el primer presidente constitucional de Cuba, Don Tomás Estrada y Palma. Narciso López fue traicionado por los cubanos y, encima fue rival del gran "cobarde y autoritario" libertador, como le llamó el comunista alemán Karl Marx.

En honor a la verdad, asegurar que los cubanos traicionaron a Narciso sería una afirmación un tanto simplista aunque cierta como la copa de un pino, pero no es menos cierto que aunque clamaban al cielo por la ayuda de Estados Unidos, en algunos de los futuros próceres cubanos la idea de una anexión como que no encajaba mucho. De Narciso nos queda el consuelo de que al menos que su bella insignia, la nuestra de toda la vida, siga ondeando -triste y traicionada- en el viejo mástil del castillo del Morro.

En su ejecución el uno de septiembre de 1851, el general Narciso López fue asistido por el Padre Polo, sacerdote cubano. Se llevó a cabo en las inmediaciones de la antigua Cárcel de La Habana, ya derruida y que estuvo situada donde hoy está el Parque de los Mártires. Frente al cadalso del garrote vil, estaba el Castillo de San Salvador de La Punta, en la actual Avenida del Malecón. Se lo digo por si algún día para por allí...


Maldita Hemeroteca
Por Jorge Garcia