No lo pudieron ocultar más. El régimen castrista, en la figura de su dictador de turno, Miguel Díaz-Canel, calificó de “epidemia” el repunte de casos de dengue, chikunguña y oropouche en la isla, e instó a enfrentarlas con la misma estrategia que se aplicó durante la pandemia de covid-19, según informó este miércoles la prensa oficialista.
Es la primera ocasión en que la dictadura cubana reconoce como epidemia una situación que hasta ahora denominaba “síndrome febril inespecífico”, término con el que solía englobar varias enfermedades caracterizadas por altas fiebres. El incremento sostenido de contagios ha sobrecargado los ya debilitados servicios de salud del país.
El diario Granma reportó (multiplíquelo por el doble como mínimo) que el número acumulado de casos de chikunguña en este brote asciende a 21.681, con presencia en catorce de las quince provincias del país. Las zonas más afectadas son Matanzas, La Habana, Artemisa, Cienfuegos, Villa Clara y Camagüey.
Condensado de EFE

