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¿UN GOL EN EL CARRANZA?, ACUERDESE DE CUBA

Estadio Ramon de Carranza. Hoy "Nuevo Mirandilla". // 

Si usted es un amante del futbol, sepa que cuando escuche decir que el Real Madrid o el Barcelona ganaron o perdieron frente al Cádiz, en la grama del estadio Gaditano del Carranza, quizás ni imagine siquiera que este nombre pertenece a uno de los mas famosos espías Españoles de la guerra de Cuba a finales del siglo XIX. 

Aunque el entonces oficial de la marina y senador de las cortes, Ramón de Carranza y Fernández de la Reguera, tropezó contra lo que era ya un aparato de espionaje superior, como el de EEUU, entonces al gallego no le faltó imaginación y talento para penetrar el ejercito de ese país durante los difíciles días de la voladura del acorazado Maine en el puerto habanero, por el que fuera señalada España como autora y que no fue otra cosa que el pretexto y preludio de una guerra anunciada.

Ante el peligroso conflicto que se avecinaba, el Gobierno español activó su red de espionaje en suelo americano y allí, lejos de las armas, la guerra pasó a ser de cerebros. Fue entonces que el teniente de navío, Ramón de Carranza, dirigió la suya en el mismo corazón del imperio norteamericano.

Nacido en la ciudad gallega de Ferrol, Carranza había servido en el cañonero Contramaestre, (Allí conoció a Primo de Rivera, quien fuera dictador de España entre los años 1923 y 1930) por cuya meritoria actuación se le otorgó la Cruz Laureada de San Fernando, antes de su nombramiento oficial en Washington. 

En esa ciudad llegó para poner en marcha un ambicioso plan para infiltrar agentes con formación militar en el mismísimo Ejército americano, desde Canadá, país al que tuvo que mudarse por haber sido expulsado de EEUU. Su propósito consistía en que, tras arribar a la isla de Cuba, aquellos hombres pudieran desertar con valiosa información sobre los planes secretos del enemigo. 

Para evitar que estos espías fuesen confundidos, se les proporcionó - al más fiel estilo masónico - un anillo con la contraseña "Confianza Agustina" que les fue grabada en la parte interior. Lo que Carranza no contó era que los Estados Unidos tambien poseía ya un magnífico aparato de inteligencia, al extremo de que fueron descubiertos uno a uno todos sus espías e invitados por el imperio Británico a abandonar el Canadá.

El marqués de Soto Hermoso fue presidente del club Sevilla. // 

Fue tan tozudo este militar, que lejos de abandonar el país lo que hizo fue internarse en los territorios de Vancouver, donde llegó a comprar un barco que armó hasta el mástil de la bandera. Su intención era cortar todo el tráfico mercante entre Alaska y la Costa Oeste de Estados Unidos. Sin embargo con todo listo, la tripulación que él esperaba fue mas lista todavía y no se presentó, por lo que tuvo que desistir de una idea que nadie imaginó lo que hubiera ocasionado. 

Con los años Carranza, conservador y monárquico, llegaría a ser alcalde y gobernador de Cádiz desde el 1931 al 1936, dando nombre al conocido estadio del equipo de fútbol que, con el paso de los años, el alcalde comunista José María González, alias "Kichi", que escudado en la "Ley de Memoria Histórica"- la que solo memoriza lo que le conviene - intentó despojar.

Fue un turbio proceso que resultó ser un fiasco al no cumplir las garantías de transparencia, siendo inclusive "Carranza" el nombre mas votado por el pueblo Gaditano, que esa vez se resistió al cambio. Finalmente el veinticuatro de junio de 2021, el estadio pasó a llamarse "Nuevo Mirandilla", en cumplimiento de la citada Ley.

No obstante, en julio del 2024 el Cádiz C.F. solicitó el ayuntamiento de la ciudad cambiar de nuevo el nombre a "Estadio Carranza", obviando el nombre del gallego, a lo cual se opusieron al considerar que aún así seguiría haciendo alusión al odiado "Facha". Quien podría pensar que un país como España, con esa rica historia que tiene, hubiera gente - y no poca - que llegara al punto de despreciar a sus héroes y no solo eso, a la propia bandera nacional. 

Maldita Hemeroteca