El 10 de junio de 1898, las tropas estadounidenses comenzaron un desembarco en Santiago de Cuba, como parte de la Guerra Hispano-Estadounidense. Este desembarco fue el inicio de la campaña estadounidense en la isla.
Cuerpo expedicionario estuvo compuesto por 819 oficiales y 16058 alistados, organizados en dos divisiones de infantería, una división de caballería desmontada, dos brigadas independientes y un grupo artillero. Fueron embarcados además 959 caballos, 1336 mulos de tiro y carga, piezas de artillería de diverso tipo y abastecimientos. La escolta estaba formada por un acorazado, un crucero, cuatro cañoneros, tres avisos, tres yates artillados y dos torpederos.
El convoy siguió la ruta del Canal Viejo de Bahamas para llegar a la costa sur del Oriente de Cuba través del Paso de los Vientos. A causa del lento andar de algunos de los barcos y de las frecuentes paradas para esperar o buscar a los rezagados, no fue hasta el 20 de junio que arribó a las aguas frente a Santiago de Cuba.
Ese mismo día, el general Shafter y el jefe de la escuadra norteamericana que se encontraba frente a Santiago, contralmirante William T. Sampson, desembarcaron en Aserraderos, al oeste de Santiago e Cuba, para reunirse con el mayor general Calixto García, quien era Lugarteniente General del Ejército Libertador de Cuba y jefe de todas las fuerzas cubanas en Oriente.
Acompañaron a García en la entrevista varios generales cubanos y los oficiales de su
estado mayor. Como resultado del encuentro se acordó, a proposición de García, que las tropas estadounidenses apoyadas por fuerzas cubanas desembarcaran el día 22 en Daiquirí, pequeña playa situada a unos 25 kilómetros al este de la boca de la bahía de Santiago de
Cuba.
De acuerdo al plan aprobado en Aserraderos, fuerzas cubanas al mando del general José A. Cebreco, comenzaron a ocupar posiciones al oeste y noroeste de Santiago de Cuba, con el propósito de interceptar los refuerzos que pudieran ser enviados a la guarnición de la ciudad y simultáneamente, distraer la atención del mando español.
Mientras tanto, unos 500 combatientes cubanos, al mando del coronel González Clavel, son embarcados a bordo de varios transportes norteamericanos para ser conducidos a Playa Sigua, unos 12 kilómetros al este de Daiquirí donde se unirían a tropas del general cubano Demetrio Castillo Duany.









