 |
| Equipo Cubano en plena búsqueda de los restos. // |
El 28 de junio de 1997 se encontraron los restos de Ernesto Guevara, y varios de sus compañeros, según lo que informó un equipo de científicos cubanos apoyados por personal especializado de otros países, y tras largas y minuciosas investigaciones históricas y geológicas.
El comandante argentino había sido ejecutado mientras se encontraba en el hospital de Vallegrande, un pueblo pequeño al sureste de Bolivia. Agregaron además que fueron encontrados en una fosa común junto a otros seis miembros de su guerrilla boliviana, en la parte vieja de la pista de aviación de Vallegrande, un poblado distante a 240 kilómetros de Santa Cruz, la capital departamental en Bolivia.
Después de encontrados, sus esqueletos fueron sometidos a un minucioso análisis que incluyó estudios odontométricos o medición de las coronas de los dientes y odontoscópicos, en este caso referidos al análisis de las coronas. Además a los restos se aplicó la técnica de superposición cráneo-fotográfica por sistema computarizado.
Una vez ya identificados, fueron trasladados posteriormente a Cuba, donde recibieron un masivo homenaje por todo su recorrido, hasta que fueron inhumados el 17 de octubre de 1997 en el mausoleo de la Plaza bautizada con su nombre en la ciudad de Santa Clara.
VERSIÓN CONTRARIA
«El cadáver nunca estuvo donde dicen que lo encontraron», subraya en una conversación telefónica. Según Rodríguez que rebatió el hallazgo, el guerrillero argentino «no fue enterrado al costado de la pista con otros siete cuerpos como dijeron los Cubanos (En este caso Fidel Castro; agregando que el famoso guerrillero había sido enterrado en la cabecera de la pista junto dos cadáveres más, por lo tanto en esa fosa solo eran tres y no siete.
Según el ex agente de la CIA, «por la madrugada fue un médico boliviano con el compañero mío, (Gustavo) Villoldo, y entonces ahí le cortaron las manos, las pusieron en formol y en una volqueta, como le dicen ellos a los ‘pickup’ (camión). Entonces se llevaron los restos al final de la pista donde había una buldócer que estaba ampliando la pista para que aviones más grandes aterrizaran».
«Fue ahí donde lo enterraron, al final de la pista junto a dos cadáveres más, y lo que afirma Fidel que lo encontraron a un costado junto a seis restos más no era el Che Guevara», afirmó Rodriguez que agregó que el entierro «no fue un secreto militar, simplemente no se lo dijeron a nadie».
«Llevaron a un chofer ese día y lo enterraron al final de la pista, y dieron la noticia de que lo habían cremado y que las cenizas se habían tirado desde un helicóptero al aire, lo que no era verdad», dijo. «Esa fue la noticia oficial que se le dio al pueblo boliviano: que (el Che) fue cremado y sus cenizas esparcidas sobre la selva boliviana, pero la verdad es que fue enterrado en la cabecera de la pista. A eso "puedes ponerle el cuño"», expresión coloquial utilizada en Cuba que muestra seguridad en lo que se afirma.
