Fíjese que cosas tiene la historia. Buscando hechos interesantes nos hemos encontrado con un artículo en los archivos del repositorio digital que resulta muy interesante.
Por ejemplo, la historiografía nos ha contado - hasta el cansancio además - sobre una supuesta vigorosa, sólida y recia actitud del general Antonio Maceo ante el plan de paz propuesto por el capitán general de Cuba, Don Arsenio Martínez Campos. Sin embargo, no por repetir una historia miles de veces llega a convertirse en cierta.
A todo esto súmele que las familias de aquellos patriotas se encontraban en grave estado, debido a la falta de alimentos y la imposibilidad de adquirirlos por la fuerte vigilancia. Solo algunos reductos en Oriente, como algunas regiones de Holguín y Santiago de Cuba, se mantenía activas con algo más de parque.
La situación era tan grave, que obligó al general Máximo Gómez, al brigadier González, al coronel Gonzalo Moreno y al teniente coronel Aurelio Duque Estrada, a "conversar" con el general español Arsenio Martínez Campos. ¿Hay algo malo en eso?. Claro que no.
De manera que una vez enterado Martínez Campos de la propuesta de paz cubana, inmediatamente aceptó la solicitud y marchó al Chorrillo, en Puerto Príncipe, (Camaguey) para entrevistarse con el doctor Emilio Luaces y el teniente coronel Ramón Roa.
Solo faltaba el general Vicente García, quien a duras penas y con cierta reticencia, ya se había puesto en contacto con el general español Prendergast para sumarse al trato, mientras que el también general Serafín Sánchez hacía lo mismo en las Villas, con el joven brigadier Federico Ochando Chumillas como interlocutor.
Entiendo que haya sido duro para los investigadores saber que fueron los propios Cubanos los que enterraron el hacha de guerra, pero la realidad fue así y no otra. Total que una vez leído el trato, el brigadier cubano Rafael Rodríguez Agüero dijo: "Se va a votar la paz o la continuación de la guerra. Los que quieran pelear que salgan de la fila y vayan formando al frente; los que quieran la paz, permanezcan en sus puestos."
Nadie abandonó su puesto. Al final el bravo Vicente pensó con cabeza fría y dijo: "Mi opinión es que todo está perdido; nada resta por hacer; yo pienso ver a mis hermanas que están en el Camagüey y marcharé después al extranjero."
Y lo mismo pensaron todos, incluso el bravo Maceo, porque vamos a ver, si en realidad fue así como dicen los adoradores a ultranza del destacado líder, que nos expliquen entonces qué hacía el Titán partiendo hacia Jamaica el día siete junto al resto de sus familiares, apenas unos días después que fue hecha efectiva la capitulación.
Como diría Juan E Casasus en su sección del Diario de la Marina, "Aniversarios Patrios": El manido "corojo roto" duró apenas una semana, mientras que el grito de ¡Viva Cuba Libre! se transformó en ¡Viva la Paz!.
Resulta fascinante echarle un vistazo a los hechos más relevantes de nuestra historia, para percatarnos que en algunos de los casos - como en este por supuesto - las cosas no fueron en blanco y negro si no con infinidad de matices. Y no se trata de restarle mérito a nadie, solo faltaría eso, pero que lo cuenten como fue que así se ve más bonito.
Como diría Juan E Casasus en su sección del Diario de la Marina, "Aniversarios Patrios": El manido "corojo roto" duró apenas una semana, mientras que el grito de ¡Viva Cuba Libre! se transformó en ¡Viva la Paz!.
Resulta fascinante echarle un vistazo a los hechos más relevantes de nuestra historia, para percatarnos que en algunos de los casos - como en este por supuesto - las cosas no fueron en blanco y negro si no con infinidad de matices. Y no se trata de restarle mérito a nadie, solo faltaría eso, pero que lo cuenten como fue que así se ve más bonito.
Jorge García
Maldita Hemeroteca.
Bibliografía consultada:
Enrique Collazo: "Desde Yara hasta el Zanjón". 1893

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