Hoy 26 de julio fue un día para festejar. Claro que lo fue, y tanto, que fue el escogido por el presidente Gerardo Machado y Morales para decretar una amnistía general para la población penal política en Cuba.
Este día, pero de 1933, el ex general Machado publicada en el BOE el decreto de su amnistía, al considerar que no había peligro "para la seguridad del estado ni para la paz pública", así aparece textualmente, restituyendo además las garantías constitucionales suspendidas de acuerdo a la ley del 23 de junio de 1932.
La misma, además de sentenciada por el propio presidente como es lógico, llevó la firma del secretario de gobernación Octavio Zubizarreta y fue publicada con fecha 26 de julio de 1933. Dejémoslo aquí, hoy no vamos a entrar en el fenomenal destello económico que experimentó la isla bajo su mandato.
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| Rivadulla. |
«Hoy no hay un solo cubano que crea sinceramente que el país puede volver a la normalidad mientras las prisiones se encuentren atestadas de presos políticos y queden pendientes largas condenas de ocho, diez y hasta quince años.
¿Qué hubiera dicho hoy Rivadulla?, nada, porque ni siquiera hubiera podido opinar. De hecho, en el Castrismo pagó su precio cuando quiso seguir haciéndolo.
Al final Batista accedió como un regalo por el el día de las madres y para dar comienzo a un gobierno que, aunque fue prácticamente una farsa electoral, había sido "elegido" en los comicios del uno de noviembre de 1954, además que por lo menos condujo al país a la restitución de la Constitución del cuarenta, ojo con esto.
Basta decir que para 1959 el régimen Batistiano tenía en Cuba no más de quince cárceles, casi 40 veces menos de las que existen hoy, y ya ni le cuento del numero de la población penal. Que claro lo tenía el apóstol José Martí, cuando en carta a Máximo Gómez le expresaba lo siguiente: "¿Qué garantía puede haber de que las libertades públicas, único objeto digno de lanzar un país a la lucha, sean mejor respetadas mañana?. Sin comentarios.
O sea, que ya para ese año la isla de Cuba amanecía sin presos políticos en sus cárceles que, comparados con el numero que existen hoy, aquella población penal era infinitamente menor al que mantiene esta tiranía de los hermanos Castro, por cierto dos de los beneficiados, y que en el caso de Fidel, vio reducida su condena de 15 años a menos de una quinta parte.
En cambio observe hoy el panorama en la isla en este sentido, con más de 1200 presos condenados a largas penas y por delitos infinitamente menores de los que cometieron algunos de aquellos condenados. Ninguno de los que están hoy tras las rejas puso una bomba, ni cometió, o intentó cometer, un asesinato, solo han sido condenados por pedir libertad.
Por Jorge García
Maldita Hemeroteca

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