LA VEZ QUE LOLITA TOCÓ LA BOLA EN LA HABANA

En una controvertida novela, el escritor ruso Vladimir Nabokov cuenta una historia sobre la complejidad y los problemas a los que deben enfrentarse las adolescentes como la inocencia o la sexualización.

En ella la joven Dolores, "Lolita" enamora a un hombre mucho mayor que ella, y aun sabiendo que ha sido ella la causante de ese amor, insiste en demostrar que no es culpable, y que no ha hecho nada para conquistarlo. Esta novela inspiró una película de 1997 protagonizada por Jeremy Irons y Dominique Swain, que si el libro fue criticado en su día no vea usted entonces cuando se trató de imágenes.

En ella su padrastro, el profesor Humbert, se casa con su madre, la señora Charlotte Haze, (Melanie Griffith) quien primeramente le había ofrecido alojamiento en ese pueblo de New England donde se suponía tenía una nueva oferta de empleo. Sin embargo, de quien se enamora perdidamente es de su hija Dolores que entonces contaba apenas con doce años de edad.

Y como es lógico, es aquí donde comienza el escabroso tema que llega incluso a la sangre. Recordar que inspiró también la única canción que pudo pegar la cantante francesa Alizee, que al igual aquella letra planteó el debate entre la individualidad, la rebeldía o la aceptación o no de las normas sociales establecidas. 

Pues bien... 

Así mismo se llamaba el avión del magnate norteamericano Jeffrey Epstein, condenado en enero del 2019 a 20 años de cárcel por delitos de pedofilia y que un buen día, nunca mejor dicho, amaneció colgado de una sábana en su celda del correccional de New York. Pues esta nave aterrizó un día en la losa del aeropuerto Habanero de Rancho Boyeros, el "José Martí". Oh yes.

Y claro, con los antecedentes que dejó en Cuba el futbolista Diego Armando Maradona, la gente se preguntó enseguida: ¿Qué relación tuvo este señor con el también fallecido dictador Fidel Castro?, acaso fue uno más dentro de la lista de mandatarios que conoció este individuo que como se sabe, organizó fiestas en su isla particular a la que asistieron numerosas personalidades y donde habían, además, políticos famosos, actores, músicos y empresarios multimillonarios. 

Uno de esos famosos, el ex mandatario de Colombia Andrés Pastrana Arango, fue el intermediario de este breve contacto en la Habana. Aquella vez sucedió al revés, fue Jeffrey Epstein quien visitó la isla de Cuba, lo que se supo a raíz de que su nombre apareciera en la bitácora de viaje del avión privado de este pedófilo. Según declaró el ex mandatario colombiano, lo llevó a la isla porque Epstein deseaba conocer al dictador Fidel Castro en persona, y se lo había pedido encarecidamente.

"Tuvieron una conversación muy larga de temas que ni yo conocía", dijo el político, aunque aclaró que en el momento del viaje no se conocían todavía los delitos por los que Epstein fue juzgado. Dejó claro además, que fue el propio Castro quien les cursó la invitación en el infame avión "Lolita Express", la pecadora nave área que usaba el fallecido para sus viajes privados y para cometer sus fechorías delictivas. No era el único, pero si el más conocido de sus aviones.

Muy pocas personas en Cuba se enteraron de esta visita, pues la prensa allí es parte indisoluble de la misma dictadura. La legislación penal cubana está diseñada, entre otras cosas, para reprimir libertades como la de expresión y prensa de manera que en ese régimen, que no se siente en la obligación de informar nada de lo que hace, exista alguien que se atreva a cuestionarlo. 

Dicha foto aparece dentro de una colección que al parecer Epstein lucía en su ático neoyorquino, como "trofeo de guerra" y donde aparece hasta el papa Juan Pablo II. Por lo general todos estos tipos buscan afanosamente ese tipo de imágenes con gente importante y poderosa, como una forma de reforzar la suya y, de paso, advertir seriamente a sus posibles rivales. 

Las circunstancias inusuales que rodearon la muerte de Epstein, sumadas al contexto en el que ocurrió el cuestionado suicidio con sábanas en su celda, generaron diversas teorías. Algunas de ellas siguen apuntando a un supuesto asesinato como forma de evitar que revelara nombres prominentes, que pudieron haber estado en determinado momento en la perversa isla "Little St James" en busca del condenado vicio.

NOTA AL MARGEN: ¿Lo del título?, para el que no es cubano, se trata de una popular canción salsera que se puso de moda en Cuba en los años 90 interpretada por la orquesta Charanga Habanera, pero que nada tiene que ver con el post de hoy.

Maldita Hemeroteca