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MIMÍ, LA GATA ASESINA


María Ramos tenía una gatita muy famosa que es conocida en casi todo el mundo hispano. Nadie sabe como se llama, solo se conoce el nombre de la dueña, pero ¿quien fue la tal María Ramos en realidad?.

Aquí la verdad es que la narrativa varia un poco, a pesar de que algunos la sitúan en la Habana, Perú, Colombia e incluso en España, pero casi siempre rodeada de aura de marginalidad. En este caso, el cubano, la tal María ejercía la prostitución en el popular y marginal barrio habanero de Jesús María e incluso fue prodigada por el rey del acervo cultural cubano, el inmortal Don Joseíto Fernández.

Y esta historia, que nadie ha sido capaz de situar en el tiempo, apunta a un asesinato de un amigo suyo, un tal Virgilio, que al parecer era su eventual marido. Al pobre hombre lo encontraron muerto en la cocina de su casa, le habían golpeado la cabeza con una piedra, de esas negras de río que en el pasado se usaban en Cuba para machacar la carne y el ajo, pero en el juicio María intentó sacudirse la responsabilidad declarando que no se encontraba en casa en ese momento, solo su gatita Mimí.

Por supuesto no la creyeron y como tal fue condenada. A partir de aquí, incluso una crónica publicada en el Diario de la Marina o un poema de la narradora y poeta matancera Dora Alonso, (La Gata de María Ramos y otros cuentos") ha sido la enseñanza que nos ha dejado esta la historia lo que prevalece aún. "La Gatica de María Ramos, la que tira la piedra y esconde la mano". ¿Con que manos?.

En cambio una de las cosas que más nos ha sorprendido en España es que, al menos el 90 por ciento de los refranes y dicharachos que se conocen en Cuba han nacido aquí, amen de sus variaciones. Y en este caso la versión española apunta coincidentemente a un “gato de María Ramos" aunque la copla varía un poco, "que halaga con la cola y araña con las manos”. 

De hecho una crónica de 1776, de la época del trigésimo cuarto virrey del Perú y publicada por la biblioteca virtual "Miguel de Cervantes", nos deja saber una historia bastante parecida. Como quiera es lo mismo, a través de los años la frase ha sido utilizada para señalar a alguien que intenta evadir la culpa y eludir responsabilidades.


Maldita Hemeroteca´
Fuentes citadas en el texto