.

LA HUELLA CANARIA EN LA GUERRA DE CUBA (II)

Emigrantes Canarios arribando a puerto en Cuba 

Si en un anterior post hablamos de un mambí que se transformó en un criminal que solía excederse cuando sus víctimas eran de origen Canario, el ex oficial holguinero Abelardo Rodríguez, giramos 360 grados en la historia porque aquí, en este caso, Canario era el bandolero. 

Los canarios llegaban a Cuba escapando de la profunda crisis que se vivía en el Archipiélago en esos momentos. Las causas eran el declive del vino, la producción de tinte de cochinilla y porque se carecía de tierras que cultivar. Así, muchos de ellos se deciden a buscar otras tierras donde asentarse e intentando en la medida de lo posible ser propietarios y no jornaleros. 

La mayoría llegan invitados por los gobernantes coloniales de la isla interesados en incrementar el número de habitantes blancos, lo que se conoció como el "blanqueamiento de Cuba", ante el rápido crecimiento de las poblaciones negras, esclavos de origen y que al ser mayoría, se buscaba evitar que hicieran una revolución estilo Haitiano. 

Los terratenientes de los ingenios azucareros rápidamente se opondrán al proyecto del gobierno colonial cubano, ya que los agricultores canarios podían convertirse en una dura competencia. Por ello intentaron convertirlos en una especie de pseudo esclavos. 

El canario, además de presionado por los terratenientes de los ingenios para los que trabajaran como mano de obra casi esclava, estaban endeudados con el patrón del barco que les había llevado hasta Cuba. Por otra parte las autoridades coloniales, a pesar de sus promesas, no solían cumplirlas. 

Esto fue caldo de cultivo para que el emigrante apoyara, e incluso fuera partícipe directo, de la rebeldía isleña. Llegó a tal nivel, que muchos de ellos formaron parte del ejército Mambí y hasta alcanzaron grados de generales, como ya señalamos en el anterior post.

Gral, Grave de Peralta
De manera que en esta historia de hoy nos cuenta que en aquel Ejército Libertador cubano existió un brigadier canario llamado Bruno Vicente Báez, al que algunos historiadores como Emilio Bacardí le mencionaron como Juan Monzón. Incluso él mismo se hacía llamar Vicente Monzón. 

Según el historiador Luciano Franco, este general tuvo entre sus subordinados a uno que, un tiempo después, sería el mas temerario, aguerrido y valiente de esta etapa en la historia de Cuba, el entonces sargento Antonio Maceo y Grajales, que fue ascendido a teniente tras la toma de Mayarí, una acción combativa dirigida por Monzón precisamente.

Fue tan cruel y despiadado que terminó siendo fusilado por el propio Ejército Mambí en el mes de Febrero de 1869, entre otros delitos, por el asesinato de dos curas y diez comerciantes españoles ¡¡y todos a machetazos!!. En esta investigación, así como la posterior conclusión y respectiva sentencia judicial, jugó un papel importante el general Julio Grave de Peralta, a la sazón Jefe de la División del ejercito en Holguín.
Estando bajo las órdenes del general Bayamés Donato Mármol, el asesino Báez ordenó fusilar a 18 españoles vecinos de Mayarí, los que acusó de brindar apoyo a las fuerzas coloniales en sus operaciones en la comarca. Entre ellos dos sacerdotes, uno de Mayarí y a otro que se encontraba de paso.
Es de suponer que era hombre de mucha valentía y prestigio desde el momento que llegó a ostentar tan alta responsabilidad en esta etapa de la guerra, si no como se explica que haya sido ascendido a General de Brigada en apenas los comienzos de la lucha, un grado militar reservado para gente muy probada y capacitada. 

El hermano de Antonio, Jose Maceo, también estuvo bajo su mando, y hay pruebas de que peleó duro pues participó en en los combates del El Cobre, de El Cristo, Jiguaní, Copeyales y Samá, ya con grados de Coronel. De no ser por este fusilamiento, el generalato del archipiélago Canario representaría el 50% de todos los generales españoles en el Ejército Mambí.

Hubo bandidaje Canario en otra zonas del país
 
Encontramos principalmente un importante foco de bandidaje de canarios en la zona occidental de la Isla, donde vivían protegidos por algunos caciques rurales y en algunos núcleos urbanos. Los ataques ocasionales de estos bandoleros se fueron incrementando, como también la impaciencia de los líderes locales y del gobierno colonial. 

Se comenzaron a tomar medidas radicales como bloquear las subvenciones y solicitudes en diferentes poblaciones donde hubiera sospecha de simpatía hacia los sublevados, además se presionaba a la población para que dijeran donde se escondían esos bandoleros. 

Las autoridades aprovechaban esa información para organizar emboscadas. Como ejemplo la cuadrilla de Andrés Santana Pérez. Llegó a ser tan famoso que el gobierno priorizó su captura. Finalmente lograron hacerle una emboscada el año 1891. Pérez llegó a ocupar un vasto territorio que iba desde Alfonso XII hasta San Antonio de Cabezas, al sur de matanzas. 

Maldita Hemeroteca 

Fuente: Paz Sánchez, Manuel de El bandolerismo en Cuba (1800-1933): presencia canaria y protesta rural. La Laguna: Centro de la Cultura Popular Canaria, 1993. /// Canarios en el ejército libertador de Cuba. Editorial: Caja Canarias. Primera edición: 1999. Páginas 189 - 196.