Las estadísticas del Ejército Libertador Cubano del siglo XIX, recogen que entre sus filas existieron veintisiete Mayores Generales, de ellos, once eran extranjeros y de éstos uno de nacionalidad Canaria, y que fue además uno de los cinco que ocuparon cargos de jefes de departamentos militares o cuerpos de Ejército mambí.
De la mano de Julio Sanguily, se incorpora a la insurgencia luego de haber causado baja como oficial Español.
Iniciada la guerra de 1868 marcha al exilio y regresa con la expedición El Perrit, al frente de los «Rifleros de la Libertad», logrando desembarcar por la península del Ramón, en la bahía de Nipe. Pronto se enfrenta a las tropas españolas destacándose por su valor ya con los grados de coronel.
Debido a su larga trayectoria militar durante las tres guerras de independencia Cubanas, logró alcanzar el grado de mayor rango militar del Ejército Libertador - Mayor General - lo que hizo que asumiera la jefatura del Tercer Cuerpo de Ejército. Terminada la guerra, Suarez Delgado vivió en Cuba hasta su muerte, el 3 de enero de 1917 en Camaguey.
Tenga en cuenta algo, que al inicio de la guerra del 1868 solo habían seis mayores generales en todo el ejercito, los Bayameses Carlos Manuel de Céspedes, Francisco Vicente Aguilera, Perucho Figueredo y Donato Mármol, así como los manzanilleros Bartolomé Masó y Manuel de Jesús Calvar, alias Titá, quien además llegó a ser presidente de la república en armas.
Nos gustaría hacer un paréntesis aquí, porque aunque este general no era Canario, si extranjero.
Me refiero al estadounidense Thomas Jordan, un oficial y espía confederado que, debido a su gran experiencia administrativa y de combate, fue designado General en Jefe del Ejército Libertador.
En mayo de 1869, ya con los grados de General en Jefe, Jordan desembarcó en la playa de Mayarí con trescientos hombres, suficientes armas, municiones y suministros para los seis mil hombres adicionales que esperaba se le unieran en la rebelión, convirtiéndose de inmediato en uno de los más eficientes cabecillas en la región de Guáimaro.
Sin embargo, resulta un misterio que tras ese gran sacrificio y valor demostrado, un buen día renunció a todo y se regresó a su país, abandonando incluso su carrera militar. Se dice que se cansó de la falta de recursos y el mal manejo que hacía la intendencia Cubana de lo poco que había.
Matías Vega Alemán emigró a Cuba desde Canarias y se asentó en el poblado de Jiguaní.
Se incorporó a la guerra contra España a las ordenes del general José Lacret, como miembro de las fuerzas subordinadas directamente al Presidente Carlos Manuel de Céspedes y al Mayor General Vicente García.
Se mantuvo en contacto permanente con los revolucionarios independentistas durante la paz del Zanjón o tregua fecunda, como le llamó José Martí, y luego participó en los preparativos de la Guerra Chiquita. El 15 de marzo de 1895 se incorporó a la guerra organizada por Martí, y acompañó al general Antonio Maceo hasta la partida de éste en la columna invasora, quedándose de jefe de la brigada de Sagua-Mayarí bajo las órdenes del hermano José Maceo.
En esta guerra ganó los grados de General de Brigada, que le fueron otorgados el veintidós de julio de 1895, y los de General de División el trece de agosto del año siguiente. Terminada la guerra participó en la política y trabajó como comerciante. Fue fundador del Partido Moderado y trabajó en la construcción del ferrocarril central, donde empleó a muchos veteranos del Ejército Libertador. Posteriormente se dedicó a la minería. Alemán falleció en Santiago de Cuba, el 24 de junio de 1905.
En 1851, siendo muy joven, emigró a Cuba y se establece en las proximidades de Las Tunas, de la entonces provincia de Oriente. Ese mismo año un grupo de independentistas cubanos encabezados por Joaquín de Agüero y Agüero se lanzó a tomar Las Tunas.
A ese grupo se incorpora Julián Santana; y al atacar una columna enemiga cayó prisionero y fue sometido a un proceso judicial del que resultó absuelto por falta de pruebas. Inmediatamente iniciada la Guerra del 1868 se incorpora a ella junto al después general Ortuño Rodríguez, participando en numerosos combates. Por su destacada actuación fue ascendido al grado de teniente.
Formó parte de las tropas del Mayor General Vicente García en la toma de Río Blanco, y por su valor demostrado fue ascendido a capitán. Más tarde en la toma del Fuerte de La Zanja, en donde al enemigo se le ocuparon más de tres mil tiros, armas y otros pertrechos de guerra, fue ascendido a comandante. Posteriormente, combatió bajo las órdenes de Máximo Gómez en «Palo Seco» y «Las Guásimas».
En este último combate fue herido, y tras recuperarse se reincorpora a las tropas al mando nuevamente de Vicente García a quien acompañó en la toma de Las Tunas. Se destacó tanto en esta provincia, que por sus acciones fue ascendido a Teniente Coronel. Participa junto a Antonio Maceo en la Protesta de Baraguá, y luego dijo presente en la Guerra Chiquita.
Tras su fracaso, marcha al exilio y regresa con una expedición que no pudo llegar a tierras cubanas por sufrir persecuciones enemigas. Durante la Tregua Fecunda, y una vez en territorio cubano, participa en los preparativos de la guerra convocada por José Martí, es por eso que a su inicio está en las primeras filas. El quince de junio de 1895 Maceo lo asciende a Coronel, dándole el mando interino de la Brigada de Las Tunas.
Numerosos fueron los combates en que tomó parte en territorio tunero y camagüeyano en general, ya el veinte de noviembre de ese mismo año fue ascendido a General de Brigada y además nombrado jefe de la Brigada de Las Tunas.
En esa contienda se mantiene hasta el final, licenciándose el veinticuatro de agosto de 1899 sin deponer las armas. Su finca Santa Inés fue el refugio tras la intervención norteamericana. De nuevo volvió a trabajar la tierra en unión de su familia y murió el 31 de julio de 1931.
Natural de Guía de Isora, en la isla de Tenerife, a los 12 años Jacinto viajó a Cuba para encontrarse con sus padres que vivían en San Antonio de las Vegas, lugar en el que vivió hasta el final de sus días.
Participa en los preparativos de la guerra del 1895, y siendo alcalde de esa localidad habanera se entrevista con el Mayor General Máximo Gómez a la llegada de éste en la invasión a Occidente. En esa ocasión se compromete con el jefe del Ejército Libertador cubano a levantarse en armas, lo que realizó en compañía de su hermano Faustino y aportando armamentos y gran cantidad de parque.
Fue ascendido al grado de Comandante e inició su carrera como militar. Durante esa contienda vio caer a su hermano Faustino, no obstante desempeñó altas responsabilidades como la de jefe de brigada en la Segunda División del Quinto Cuerpo. Su zona de operaciones abarcaba los poblados de Bejucal, San Felipe, Quivicán, Güines, San José de Las Lajas y Melena del Sur.
Entre los años 1896 y 1897 participó en los combates de «El Plátano, «La Güira» «El Navío» y «Flor de Mayo». El 26 de julio de 1897 es ascendido a Coronel mientras se mantenía en operaciones en esa zona habanera hasta terminada la guerra en que es designado Alcalde de Güines y resultando reelecto posteriormente.
A propuesta del generalísimo Máximo Gómez, la Asamblea de Representantes lo ascendió a General de Brigada. Durante la república se mantuvo activo en la política como alcalde de Güines, incluso participó en el alzamiento liberal de 1906.
En las elecciones de 1908 se postuló para representante, quedando como uno de los primeros suplentes, lo que le permitió posteriormente ejercer como tal al fallecimiento de uno de los representantes. El ocho de mayo de 1951 falleció a los 90 años de edad, dejando escrita una larga hoja al servicio de su patria adoptiva.
OTROS ALTOS OFICIALES CANARIOS
Además de estos generales, otros canarios ostentaron los grados de coroneles como: Felipe Vega Alemán, Gerardo Machado Castellón, Faustino Hernández Vargas; este último caído en combate, el Teniente Coronel José Fernández Moyato y los comandantes: Ruperto Fernández Moyato, Andrés Alonso, Domingo Hernández, Pedro Aguilar Rivero y Adolfo Ramírez Juntería; este último caído combate el diez de diciembre de 1896 en Guanes, provincia de Pinar del Río.
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| Doña Leonor |
Ejemplos fueron Carlos Manuel de Céspedes que era nieto de canarios. José Martí, nuestro Héroe Nacional y el más brillante y universal de los cubanos, era hijo de la tinerfeña Leonor Pérez Cabrera.
El brigadier José González Guerra, hijo de canarios y de brillante trayectoria militar. Los hermanos Salvador y Ramón Hernández Ríos, que ostentaron los grados de Mayor General y General de Brigada respectivamente, eran de ascendencia canaria.
El Mayor General José Manuel Capote Sosa y su hermano, el coronel Gonzalo, eran hijos de canarios y tuvieron una activa participación en las luchas independentistas al igual que sus también hermanos Francisco, Rafael y Joaquín, los dos últimos caídos en combate en la Guerra de los Diez Años.
Dos hijos del general José M. Capote, Enrique y Miguel, también pelearon en la Guerra del 1895, alcanzando los grados de comandante y sargento de segunda, respectivamente. Les dejamos dos más de gran valor igualmente, el Coronel José Fernández Mayato y su hermano Ruperto.
José Fernández Mayato alcanzó el rango de coronel como mambí, y aunque se sabe que era Canario no se ha podido precisar en cual de las islas nació. Su celebridad la gana cuando participó en la extinción del gran incendio de la ferretería de Isasi, ocurrido en las calles Lamparilla y Mercaderes en La Habana, una catástrofe en la que perdieron la vida treinta y tres personas y veinte y ocho de ellas bomberos.
El mausoleo que se encuentra en la necrópolis de Colón en el vedado, la Habana, erigido a la memoria de aquellos bomberos, es el mayor y mas hermoso de todos los que allí se encuentran y por supuesto de toda Cuba.
Mayato ingresó el nueve de agosto de 1895 en el Ejército Libertador como soldado. Participó en el apoyo al desembarco de la expedición del vapor Horsa que tocó tierra por Cabañas, al oeste de Santiago de Cuba, el 15 de noviembre de 1895, y que estuvo bajo el mando de los generales Francisco Carrillo y José María Aguirre. Por esa acción fue ascendido a Sargento de primera.
| Mayato |
El uno de diciembre de 1897 fue nombrado jefe del Regimiento de Infantería Cárdenas, de la misma Brigada, cargo en el cual terminó la guerra. En 1902 ocupó la jefatura del Cuerpo de bomberos de la capital Cubana.
Su hermano, el comandante Ruperto Mayato
Solo agregar que Ruperto también fue mambí y alcanzó el grado de Comandante, pero observe esta curiosidad. Al mando del comandante de caballería Salomé Morejón, Ruberto Mayato atacó un cuartel militar Español en 1897 y, ¿saben cual era el nombre de ese fortín?, "Esquina de Tejas", como la famosa intercepción que aun es conocida con ese nombre y en la cual coinciden las calles Calzada de diez de octubre, Calzada de Infanta, Calzada de Montes y la Calzada del Cerro.
En este ataque murió el comandante Salomón al ser alcanzado por varios disparos de los defensores hispanos. También se le achacó a Ruperto Mayato la quema de siete cañaverales pertenecientes al ingenio "Dos Rosas" de Cárdenas, en Matanzas, central que fue renombrado por el Castrismo como "Humberto Álvarez".
Maldita Hemeroteca
Fuentes de internet y prensa Canaria.
Nota: No aparece en esta relación un nombre, que fue general de brigada por cierto, que por razones obvias no debe figurar en esta lista. En breve publicaremos su "historia" en su etapa en el ejercito libertador Cubano.
(Autora: María Dolores Domingo Acebrón)












