Un viejo refrán entre los orientales de aquella época decía: “Maceo tenía cuatro vicios: el ron, los gallos, el tabaco y las mujeres, y en el monte pudo quitarse los tres primeros”. Y es que la vida te depara cada historia que ni te la llegas a imaginar hasta que te encuentras con ellas, y entonces te matan los deseos de compartirla con los demás.
Vamos al lío...
El lugar teniente general Antonio Maceo tuvo tres hijos varones, dos que murieron a muy temprana edad y uno, su querido Antoñio Maceo Marryat, al que llamaban "Toñito" que vivió en Cuba hasta su fallecimiento el 4 de diciembre de 1952, en el Hospital Militar de Marianao en La Habana.
El tema es que este hijo fue concebido fuera de su matrimonio con María Cabrales, según su biógrafo Don José Luciano Franco, que atando cabo de viejas cartas con mensajes en claves, secretas a veces, lo dio a conocer en 1950. El mismo Luciano que se encargó de desmentir a un impostor que, haciéndose pasar por hijo de Maceo, se apareció en la Habana en 1951.
Se trataba de un militar hondureño llamado Gregorio Bustamante; e incluso la revista Bohemia publicó la noticia como si fuera cierta, lo que motivó a Luciano Franco a quitarle la careta a este supuesto impostor. Pero cuidado ahí.
Antonio Maceo Maryatt murió en 1952 en el hospital Finlay de Marianao donde su hijo, medico y con los grados de capitán, Antonio Jaime Maceo Mackle, trabajaba. En 1963, Maceo Mackle comenzó a prestar servicios médicos al Departamento de Salud Pública del Condado Dade, en la Florida, y en 1971 al Centro de Refugiados Cubanos. De 1976 a 1984 estuvo a cargo de enfermedades infecciosas en el Departamento de Salud Pública de ese mismo Condado.
La madre de Toñito, muy bella por cierto, se llamó Amelia Marryat y Maceo tuvo la relación con ella estando en Jamaica, país que le ofreció asilo tras la guerra de los diez años. Desgraciadamente la señora muere cuando “Toñito” apenas tenía esos mismos años, lo que obligó a Maceo a llevárselo a vivir con él a su otro exilio en Costa Rica.
En 1899, el primer presidente de Cuba, Tomas Estrada Palma, le escribe una carta al general José Lacret Morlot indicándole que se había hecho cargo del hijo del general Maceo ya muerto, que para entonces ya era un jovencito de 18 años. El chico estudió ingeniería en la Universidad de Cornell, en New York, la misma institución y carrera donde había estudiado el mayor general y presidente de Cuba en dos ocasiones, Mario García Menocal. Los gastos de sus estudios corrieron al bolsillo de Don Tomás.
Toñito se enamora y se casa en 1904 con la joven norteamericana, Alice Mackle, y precisamente con Tomas Estrada Palma en la presidencia, deciden irse a vivir a Cuba. Sobre este viaje, el historiador y periodista Manuel Márquez Sterling escribió un artículo en el periódico "El Fígaro", que en uno de sus párrafos decía lo siguiente:
“Estrada Palma ha sido el educador del hijo de Antonio Maceo, un gallardo joven que parece llamado a perpetuar la fortaleza de la familia heroica”.
Esto pasó a ser un hecho confirmado. De este matrimonio nace el nueve de agosto de 1920 el nieto del Titán de Bronce, al que bautizaron como Antonio Maceo Mackle. Este nieto suyo se hizo cirujano y llegó a trabajar en hospitales de la Habana, donde contrajo matrimonio con la señorita Angelina Masqué. De esta unión nace el biznieto del Titán, Antonio Maceo Masqué. Su padre llegó a ser sub secretario de salubridad en 1948, durante la administración de Carlos Prío Socarrás.
Y es aquí donde se pone bueno esto...
En 1961, estando en el exilio y desencantado con el giro dado por la revolución Castrista, Antonio Maceo Mackle forma parte de la Dirección Nacional del Consejo Revolucionario Cubano, de la Brigada de asalto 2506 que desembarcó por "Bahía de Cochinos".
E incluso, el biznieto de Maceo también integró esta Brigada en la compañía No 3931, que como todos aquellos Cubanos, dígase anti comunistas, ex batistianos, demócratas en fin, anti castristas todos, intentaron ponerle fin a la dictadura de Fidel Castro en aquel desastre conocido como "Playa Girón".
Ah, y sobre el cuarto vicio de Antonio Maceo, las mujeres, en la manigua no pudo darle rienda suelta como quizás hubiera querido, y porque muchas veces tuvo a la Cabrales "al pie del cañón". Sin embargo "algo hizo". Incluso en su amplio periplo por toda América, sabe dios que fue lo que dejó por allí regado.
Maldita Hemeroteca // Fuentes: https://cubanstudiesinstitute.us/Artículo de Tomás Roig, director de Radio y Televisión Martí y ex integrante de la brigada 2506.






