En la esquina de la plaza del Santo Cristo del Buen Viaje en la Habana Vieja, confluencia de las calles Bernaza y Teniente Rey en concreto, hay una casita de color amarillo que despierta la curiosidad de quienes la ven por vez primera. Se le conoce como la "Casa de la Parra" y aunque está remodelada, es una de las más antiguas de la ciudad.
Y tanto, que sus orígenes se remontan a la primera mitad del siglo XVII, e incluso del XVI. Debe su nombre a un árbol de parra ornamental que creció en el patio interior, aferrado al muro como era típico en muchos patios cubanos. Tiene un aspecto austero y una distribución de habitaciones muy elemental y de pequeño espacio.
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| Árbol de Parra ornamental |
En el siglo XIX funcionaba la parte alta como vivienda y en la planta baja había un pequeño comercio. Con el paso del tiempo tuvo varios propietarios, entre ellos el comerciante azucarero asturiano Antolín del Collado y Obeso, quien llegó a ser el primer alcalde del pueblo de la Palma una vez se traslado a Bahía Honda, en la provincia de Pinar del Río.
Entre otros de sus propietarios estuvo el doctor Ramón Grau San Martín quien fuera presidente de la República de Cuba en el periodo entre 1944-1948. Agregar que el presidente Grau perdió esta propiedad en el año 1951, tras un litigio legal que terminó en embargo.
En esta Casa de la Parra vivieron varias familias, la clásica cuartería o albergue de necesitados del régimen castrista, de manera que si no se cayó fue por puro milagro. Más tarde en la década de 1980 y tras ser considerada una ruina, fecha de esa foto, pero teniendo en cuenta el valor del patrimonio urbanístico en 1985 fue restaurada para ser instalada una especie de "fonda" o costumbrista restaurante, regido por los negociantes del régimen castrista.







