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BREVÍSIMO RECORRIDO POR LA LITOGRAFÍA CUBANA


La litografía fue una de las grandes aportaciones del siglo XVIII al libro ilustrado. Su inventor fue Johann Aloys Senefelder Senefelder, un actor alemán en el siglo XVIII, que estaba tratando de encontrar una manera más económica de imprimir libretos de teatro.

El empleo de esta técnica, que utiliza como plancha de impresión una piedra porosa, se dibujaba de forma invertida y por medio del uso de tinta, grasa y agua dio origen a los primeros grabados. Con el paso de los años el rudimentario método dio paso a lo que hoy conocemos como litografía.

La revista periódica "El Plantel", dirigida desde septiembre de 1838 por Ramón de Palma y José Antonio Echeverría, fue la primera revista en Cuba en utilizar la litografía.

Existe un gran consenso en afirmar que el primer taller litográfico de Cuba fue fundado por Santiago Lessier y Durán en la Habana, o Juan de la Mata Tejada en Santiago de Cuba. En el caso del primero, funda su taller en el otoño de 1822 en la calle Compostela, esquina a Amargura, en la Habana, allí se editó la publicación "El Periódico Musical".

Esa fue la razón por la cual el taller era conocido en aquellos tiempos como Imprenta Litográfica de Música de Santiago Lessieur, Litografía de La Música, o a veces Imprenta Litográfica o Litografía de la Habana, y así se la menciona en los muchos anuncios que aparecen entre 1822 y 1828 en la prensa periódica de la época. Sin embargo Lessier cerró su taller en 1829, falleciendo en Cuba en 1848.

Residencia de José María García y García. 

Por otro lado el también francés Luis Caire funda, en 1827, otra imprenta conocida como La Litográfica Habanera dedicada fundamentalmente a la impresión de piezas musicales. En realidad en la Habana empezaron a coexistir varias empresas litográficas, en momentos en que aún no había llegado la industrialización americana.

Por ejemplo "La Honradez", la de Prudencio Rabel, Luis Susini e hijos, Guerra y Hermanos, la del asturiano Rosendo Hernández y la de su paisano, Jose María García y García, emparentado con Jose Antonio Moré, que fue una de las más importantes y conocidas de su época.

Fundada como establecimiento cromo-litográfico, la empresa que llevó su nombre, se encontraba ubicada en la calle San Nicolás, números 126 y 124 con esquina hacia la calle Dragones en la Habana, siendo uno de los que se fusionó para formar parte más tarde de la Compañía Litográfica de La Habana que hizo frente - como pudo - a los Trust llegados desde Estados Unidos.

Agregar que la litografía fue la que dio belleza y prestigio a aquellos famosos habanos fabricados en Cuba. Sus anillas o vitolas, hechas todas a mano, eran verdaderas obras de arte con diseños de dibujantes de la talla de Frédéric Mialhe, Eduardo Laplante, Víctor Patricio Landaluze o Alejandro Moreau. Fauna cubana, paisajes, coches, barcos por supuesto, las grandes personalidades, plasmaron estos artistas en aquellas anillas de las más de 230 marcas que existían a mediados del siglo XIX.

RESIDENCIA 

Cuando usted transite por la calle 17, No. 306, entre H e I en el Vedado, y observe un hermoso palacete que es donde radica el llamado "Instituto de amistad con los pueblo", el ICAP, como se aprecia en la imagen de arriba, sepa que esa fue la residencia de este asturiano que puso muy en alto la litografía cubana.

Maldita Hemeroteca 

Fuente: Publicaciones periódicas e imprentas de La Habana entre 1824 y 1845 en los archivos cubanos y españoles (José María Aguilera Manzano).