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BREVE HISTORIA DE UN PANADERO


En el año 1994 al empresario y socialista francés, Michel Villand, se le ocurrió la mala idea de invertir en Cuba en un negocio. En principio le fue bien, de hecho duró hasta el 2007, pero a partir de ahí su negocio, «El Pain de París» pasó a manos del barbudo en jefe y de su familia de mafiosos.

En 1994, tras la caída de la Unión Soviética, Cuba necesitaba atraer capitales extranjeros, algo que había comenzado con las cadenas hoteleras españolas y según Villand: "Castro hizo un llamado en el semanario Paris Match invitando a invertir en Cuba. En Francia también había crisis, y aconsejado por un diputado francés, me decidí a visitar la isla". Craso error.

La historia completa aparece reflejada en su libro, "Mi socio Fidel Castro. Cuba, un desvío en el paraíso", lanzado en el 2013 en la ciudad de Andalucía, España, este señor fundó la empresa con tres millones de dólares montó dos fábricas de pan, trece establecimientos y dio empleo a más de trescientos cubanos, bajo la razón social-empresarial "Empresa mixta Francuba S.A". Nada de eso le importó a la dictadura.

Según dijo una vez, Castro le pagó una suma compensatoria que debe mantenerse en secreto hasta pasados quince años del acuerdo, es decir hasta este año 2025 aunque no sabemos sí ya la dijo. 

Y decimos la familia de Castro, porque los problemas surgieron a partir de la enfermedad del tirano precisamente y, según cuenta él mismo, llegaron unos tipos con poder evidentemente y le exigieron su parte correspondiente del negocio. De hecho, se vio obligado a demandarlos, convirtiéndose en el único empresario extranjero que ganó y tuvo que ser indemnizado por la dictadura Castrista.

"Fidel es el más inteligente de todos los dictadores; es un gran seductor. Ablandó a algunas democracias promocionando los logros en educación, cultura, medicina y deporte. Supo cómo hacer para que esos cuatro pilares le dieran fama mundial. He ganado varios millones, pero por 15 años no puedo decir la cantidad exacta", señaló el francés.

Al final las fábricas fueran cerradas y las tiendas se llaman Dulcinea, tal y como les dejamos señalado en esa foto de la barrida de los Quemados en Marianao, concretamente en la avenida 51 y calle 106. Lo ultimo que supimos de él fue que se encontraba viviendo en Montefrío, en Granada.