sábado, 28 de mayo de 2022

FRONTON JAI-ALAI: El partido del año en la Habana


Del libro "El Roble y la Ceiba. Historia de los Vascos en Cuba" de Cecilia Arrozarena, hemos tomado algunos datos para este post de hoy.

El 3 de marzo se inauguró el Frontón Jai-Alai. La temporada comenzó una semana después y contó con distinguidos personajes, incluso asistió el gobernador norteamericano Leonard Wood. El intendente Rufino Osorio lanzó la medalla de oro al aire para sortear el saque.

Entre los pelotaris se encontraban Silverio Lizundia, Simón Urresti, Leonardo Aranzábal, Salvador Sáez, Nicasio Rincón, aunque quizás el mas famoso fue Luis Gardoy (1881), conocido como Makala, natural de Gernika, que en ocasiones jugaba de pareja con el famoso portero Ricardo Zamora.

Luis pasó varios años en Cuba, y en 1917 se casó con una mujer catalana de cuyo matrimonio nació Cándido Gardoy Martín en 1921, que heredó el apodo de su padre y que en 1838 se hizo futbolista con el Athletic Club.

Hace 119 años que se celebró en el frontón Jai-Alai de la calle Concordia y Virtudes, allá en la Habana, hoy en ruinas total, un partido del que se sigue hablando.

José "Miche" Michelena 

Luis Gardoy, alias Macala, hacía pareja con Chiquito de Vergara, de Irún para enfrentarse a Eloy Gaztelumendi y al infortunado José Michelena, el Miche, un excelente zaguero nacido en 1876 en Oyarzun, Guipúzcoa, que murió víctima de un pelotazo en la cabeza y fue enterrado en la Habana el 26 de junio de 1910.

El partido, a 30 tantos, se encontraba empatado a 29. Después de ir perdiendo 29 a 21, Gaztelumendi y Miche redujeron una desventaja de ocho puntos gracias al saque fulminante de Gaztelumendi, ante el que tanto Chiquito de Vergara como el gran Macala, de quien los aficionados cubanos admiraban su capacidad para cubrir toda la cancha.

Cuando sacaban para ganar y Gaztelumendi avanzaba con la pelota hacia la raya de saque, desde las gradas surge el grito anónimo que a partir de ese momento se convertiría en santo y seña en todos los frontones de la isla para dar ánimo mas que nada.

–¡Aire, Macala!

Obedeciendo aquella orden venida desde nadie sabe dónde, Macala corrió hacia el cuadro tres al encuentro de esa última pelota, dispuesto a alcanzarla en el aire y sentenciar el partido con uno de sus certeros remates a contra cancha. Más de un siglo después, todos los que fueron testigos de aquel punto final afirmaron que la pelota de Gaztelumendi atravesó limpiamente la cesta de Macala abriéndole un agujero.

Del libro "la Pelota Vasca en Cuba", tomamos este fragmento a modo de resúmen: "Por su modo de jugar y su gran simpatía, Macala estuvo en el trono de la popularidad durante `la primera década`, 1901-1910. En aquellos tiempos había sombreros de paja a ` lo Macala`; camisas, corbatas y zapatos a `lo Macala`; es decir, industrias que llevaban la firma del batallador delantero.

Fuente: Bernardo José Mora "Aire Macala" // Historia de los Vascos en Cuba" de Cecilia Arrozarena.

Esta penosa ruina es lo que queda de lo que un día fue el mejor Frontón del mundo


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