viernes, 3 de junio de 2022

La matanzas de Canarios en Ciego de Ávila


El secuestro del ex teniente coronel del Ejército Libertador Enrique Pina Jiménez, hacendado con residencia fija en Sancti Spíritus y colonia cañera en el término municipal de Ciego de Ávila, fue considerado por la prensa de la época (1926) como el más sensacional de cuantos habían sucedido en la etapa republicana. 

Este hecho, protagonizado por tres inmigrantes de las Islas Canarias y un colaborador, también con ese origen, tuvo consecuencias nefastas; pues las autoridades, por órdenes del presidente del país Gerardo Machado Morales, persiguieron y asesinaros a varias decenas de campesinos, la mayoría de ellos españoles.

La región que sufrió los crímenes incluyó a Sancti Spíritus y la jurisdicción de la antigua provincia de Camagüey, fundamentalmente a los municipios de Morón y Ciego de Ávila. El secuestro no fue un caso aislado de bandolerismo. 

Las causas de esta manifestación de rebeldía social las resumió un editorial publicado por el semanario Carteles, cuando sucedían los hechos. No obstante les dejamos un podcast con este relato y por supuesto, comprender que el relator es canario igualmente. 

Lo que no dice, y no sabemos los motivos, es que el bandolerismo campesino de aquella época en aquella zona estaba muy nutrido de emigrantes de esas islas, que prefirieron el dinero ajeno al ganado por el sudor del trabajo, como afortunadamente hicieron la mayoría de los que de aquella tierra llegaron. 

Durante el primer cuarto del siglo XX, Ramón Arroyo Suárez (Arroyito), Fermín López García (Congo Suárez) e Inocencio Solís, entre otros, azotaron los campos Cubanos cometiendo decenas de asesinatos. 

No obstante, de haber sido cierta la orden del general Machado, pues criticable sería igualmente, solo faltaría eso, lo que nos da que pensar que quizás el presidente se refería a estos cuatreros, y no a los inocentes trabajadores. En fin... 

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