lunes, 1 de agosto de 2022

Galería de espías al servicio del Castrismo en España

Reunión de la FACRE en Barcelona. Bajo la fachada de ser una organización de emigrados Cubanos, ha sido señalada como un nido de espías bajo la dirección de Gustavo de la Torre.

En el 2020 medios de prensa Españoles (La Voz de Galicia) informaron que el CNI (inteligencia Española) había destapado una red de espionaje Cubano de alto nivel operando en España.

La información "explotó" en el mismo momento en que el CNI se vio obligado a hacer las respectivas denuncias ante los juzgados, debido al intentos de dos de esos supuestos espías, un matrimonio, para acceder a trámites de ciudadanía Española.

No era la primera vez que esto ocurría en España. 

En abril del 2016 cuando el servicio secreto español tuvo que revelar que seguía los pasos a un empresario cubano, afincado en Valencia desde el 2000, por haber pasado «informes a oficiales de inteligencia cubanos destacados en el consulado de Cuba en Barcelona».

En este caso la investigación del CNI descubrió que este aspirante a la nacionalidad había recibido formación en la escuela de la Dirección General de Contrainteligencia (DGCI) cubana "Hermanos Tamayo", uno de los antiguos centros de espionaje del Ministerio del Interior, encargado sobre el papel de la seguridad interior, el contraespionaje de servicios extranjeros o la lucha contra la disidencia.

En concreto, este empresario cubano, que como el matrimonio nunca llegó a convertirse en español gracias a los informes del CNI, espió a altos cargos de la Generalitat valenciana con la ayuda de un periodista español.

Por su parte el diario ABC daba cuenta en 2021 de otra peligrosa red de espionaje cubana que fue descubierta en España. La dirección de esa red estaba a cargo presuntamente del oficial Armando Guerra Funcasta quien actuaba bajo la fachada diplomática de Primer Secretario de la embajada de Madrid.

Guerra Funcasta, según la publicación del diario ABC, estaba a cargo de los asuntos políticos y se articulaba a través de más de 50 asociaciones de emigrados, que mantenían vínculos con partidos y organizaciones de izquierda radical en Cataluña y el País Vasco.

Este agente cubano llegó a Madrid en 2020, procedente de Chile, en donde también se desempeñó como Primer secretario de la embajada cubana y fue acusado por los medios chilenos de ser el responsable de las revueltas callejeras contra el gobierno de Piñera.

El segundo al mando en la supuesta red de espionaje cubano sería Alfredo Catalá Solé, como representante del ICAP en España. A este están subordinados Gustavo de la Torre Morales y Ana Posada Lee, principales dirigentes de la Federación de Asociaciones de Cubanos Residentes en España (FACRE).

Según este rotativo, esta FACRE mantiene unas relaciones «fluidas y constantes» con la CUP, Esquerra Unida i Alternativa (EUiA) y los Comités de Defensa de la República (CDR), según lo detalla el diario español.

Por otro lado el periódico también cita al ex espía Fernando González Llort, actual presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), como uno de los líderes de la supuesta red de espionaje cubano.

Otro ex oficial de los servicios secretos cubanos que reside en España y que habló a condición de anonimato, vinculó las numerosas visitas del ex jefe de la red Avispa a ese país. Las visitas eran supuestamente para «visitar a su papá, residente aquí; y que nunca tuvo proyección pública durante la campaña de Liberación de los Cinco» espías presos en Estados Unidos.

«Fernando (González Llort) ingresó al ISRI, como cadete de la DGI y se comentaba que era el único de aquel curso sin vínculos directos con el MININT, pero otras fuentes aseguraban que su padre era un veterano de la Inteligencia cubana», concluyó.

Cumplió su condena íntegra, de casi 18 años, en Estados Unidos y no entró en el canje establecido por Barack Obama y Raúl Castro Ruz, que incluyó además de los espías cubanos que aún guardaban prisión, como el cubano Rolando Sarraf Elías, alias "El Moro".

El régimen castrista acusó en el 2009 al funcionario de la USAID Alan Gross de distribuir equipos de comunicación ilegales entre la minoritaria comunidad judía en la isla; y a Sarraf Elías de traición por revelar secretos a la estación CIA en La Habana, desde su cargo de oficial de la DGI.

Ese mismo año 2021, el medio independiente "Sevillainfo", daba cuenta del caso de Gustavo Machín Gómez, alias “Tavito”, embajador de Cuba en España y para Andorra, convertido en un espía que fue expulsado de los EE.UU tras uno de los casos más graves de espionaje en la historia del Departamento de Defensa de ese país.

Este agente fue declarado “persona non grata” tras los atentados del 11-S contra las Torres Gemelas al descubrirse a una infiltrada de origen portorriqueño en el Departamento de Defensa que llevaba casi 20 años operando para el servicio cubano de Inteligencia, Ana Belén Montes, quien esta a punto de finalizar su condena en una cárcel de Texas.

Entre ese grupo se encontraba José Anselmo López, que fue agregado Cultural en la Embajada de Cuba en Francia y que era pareja de Josefina Vidal, también reconocida oficial de la Inteligencia cubana, que decidió acompañar voluntariamente a su marido cuando este fue expulsado a Cuba.

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