LA GIRALDILLA: Otra ficción Habanera que como leyenda está bien

La "Giraldilla" de la Habana. // 

En la Habana se inventaron a un héroe como Pepe Antonio, un paladín criollo que no aparece recogido en ningún escrito de ese año 1762, ni en ningún otro desde hace 260 años, solo existe en el imaginario popular transmitido años tras año. Pero bueno, así y todo ya parte de la historia y ahí estará por los venideros siglos.

En definitiva si un personaje con mucho mas vuelo histórico que el supuesto Pepe, como el rey Pelayo en España, que se supone fue el valiente adalid que recuperó la península del poder ocupante de los "moros", tampoco está demostrado que fuera real. No existe tampoco una sola prueba, ni física ni documental, que demuestre la existencia de este legendario super héroe Astur.

Siempre ha existido la necesidad de crear un insigne y glorioso personaje que pasara a la historia por enfrentarse al invasor ocupante, en este caso la leyenda cubana afirma que el tal Pepe se enfrentó casi él solo a los Ingleses, una fuerza que ni la misma guardia española le pudo rechazar luego de 64 días de asedio. En fin que cada cual cree en lo que le de su gana.

Así mismo nos llegamos a tragar también la historia de la Giraldilla en la Habana, que más da. Esta es otro embuste y de los buenos. En Cuba la "retratan" como una pobre amante que esperaba pacientemente, noche tras noche, a que su marido, el gobernador y adelantado extremeño, Hernando de Soto, regresara de su viaje de 90 millas en 1539. Todavía lo está esperando, pero en el más allá.

De Soto jamás regresó a la Habana, y aunque algunos historiadores aseguran que murió de fiebres del pantano en Misisipi, en realidad no se sabe muy ben si se lo comieron los cocodrilos o lo ensartaron las flechas de los indios del lugar. Por otro lado la real historia de Isabel de Bobadilla, su mujer y Canaria de nacimiento, en nada se asemeja al melodrama Cubano.

En este caso la doña se cansó de esperar a De Soto y, dos años después, se regresó a España con una nada despreciable pensión por viudedad vitalicia de 300 mil maravedís. Por cierto al volver se compadeció de su esclava blanca y de igual nombre, la dejó regresar a Cuba con su marido y pescador, Alberto Díez. Y no solo Isabel, también se quedó viuda su hermana Leonor, esposa en secreto del segundo al mando del fatídico viaje, el capitán Nuño de Tovar.

La falsa Giraldilla de la Habana, no es más que una pequeña réplica situada en la parte superior de un torreón del Castillo de la Real Fuerza, obra del artista canario Gerónimo Martín Pinzón y, aunque tiene esa leyenda de amor que muchos cubanos nos creímos, y aun se creen, en realidad se trata de una copia de la veleta situada en la punta del campanario de la Catedral de Sevilla.

No se sabe si fueron los cubanos los que se inventaron la historia, o fue el entonces capitán general don Juan Bitrián Viamonte, quien la mandó a colocar allí. En definitiva si fue él nadie le podría desmentir su versión, pues para entonces la señora Bobadilla, que fue la primera gobernadora interina de la Habana en 1492 y que De Soto dejó en el cargo tras su partida, ya se había muerto en España desde hacía 88 años.

El Giraldo o Giraldillo de Sevilla. 

La Giralda verdadera está localizada en el corazón de la ciudad de Sevilla, entre el barrio de Santa Cruz y el Rio Guadalquivir, en lo alto de la Catedral de Santa María, más conocida como Catedral de Sevilla, el templo gótico más grande del mundo y el tercero de la cristiandad, después de la Basílica de San Pedro en el Vaticano y de la Catedral de San Pablo en Londres.

Se comenzó a edificar en 1401 encima de la antigua Mezquita Aljama, o Mezquita Mayor, destruida por los cristianos al reconquistar la ciudad. Desde entonces fue tomando la forma que hoy tiene, mezclando diferentes estilos arquitectónicos como el románico, el renacentista y el mozárabe, aunque el Gótico es el que predomina. 

Está compuesta por 5 naves y 25 capillas que contienen obras de algunos de los más célebres pintores españoles. También se exhiben los restos de Cristóbal Colón, contenidos en un gran ataúd sostenido por cuatro figuras que representan los cuatro reinos históricos españoles, Castilla, León, Aragón y Navarra.

Por que ese es otro de los grandes embustes, los supuestos restos del almirante en Dominicana. De hecho en el año 2005 el Gobierno suspendió la visita de un grupo de científicos de la Universidad de Granada que querían analizar su ADN. Es que el otro grupo de huesos que también se atribuyen a Colón, y que descansan en esta catedral Sevillana, ya fueron analizados y querían cotejarlos con los de Santo Domingo con vistas a determinar la verdadera tumba del descubridor.

La mayoría de historiadores coinciden en que Colón, que falleció en Valladolid el 20 de mayo de 1506, pidió que su cuerpo fuera enterrado en la hoy República Dominicana. Y si fue así, entonces ¿cuál es el temor?. La entonces embajadora española, Almudena Mazarrasa, no quiso entrar en polémicas y prefirió que fueran los científicos quienes lo determinaran. Todavía está esperando la respuesta.

--La famosa Giralda, era el antiguo minarete de la mezquita, que después de la reconquista de la ciudad por parte de los cristianos, fue convertida en campanario rematado por la escultura que representa el triunfo de la fe, que hoy se conoce popularmente como el Giraldillo. --

En realidad existe un documento en el Archivo General de Indias que demuestra que el almirante donde estuvo fue en la catedral de la Habana en 1795, a donde fueron llevados en la primera mitad del siglo XVI desde la Cartuja de Sevilla. Los Dominicanos dicen que fueron ellos los que decidieron llevarlos a Cuba para que no cayera en poder de los Franceses.

El pasado mes de octubre, a raíz del 531 aniversario de la increíble hazaña del Genovés, investigaciones de la Universidad de Granada cotejaron el ADN de los restos españoles, no solo de Colón, también los de su hijo Hernando y a su hermano Diego en Sevilla. Pero esto no es todo

Según los estudios realizados por dos investigadores españoles, Ricardo Sanz García y Alfonso Carlos Sanz Núñez, estos aseguran que el navegante no nación en Génova como se ha creído hasta ahora, si no en la localidad de Espinosa de Henares, en Castilla la Mancha, el 18 de junio de 1435, y que además su madre era la duquesa de Arjona y Señora de Cogolludo, doña Aldonza de Mendoza. ¡En fin una locura!

Pero volviendo al Giraldo Sevillano, lo que si fue un hecho es que con sus 101 metros de altura, fue durante mucho tiempo la edificación más alta de Europa. Como comprenderá, desde esa altura se pueden apreciar increíbles vistas de la ciudad, a la vez que la torre se hace visible desde cualquier punto. 

El original de Sevilla fue restaurado en 1997

La subida al campanario se hace a través de 35 rampas suficientemente anchas para permitir el paso de un caballo, idea del imán árabe para facilitar su llegada a la cúspide a la hora de llamar a la oración. En cuanto a la escultura que se muestra en la punta, el dichoso Giraldo, se trata de una veleta esculpida en bronce de 1500 kilos de peso y 3,47 metros de alto, obra del escultor Bartolomé Morel entre 1566 y 1568. 

Representa la victoria cristiana sobre el mundo musulmán y se hizo para culminar las obras renacentistas que se acometieron en el minarete. El original de esta obra aguantó las inclemencias del tiempo hasta 1997, que se sustituyó por una copia exacta realizada por el escultor José Antonio Márquez, y tras su restauración, el antiguo y original se volvió a colocar en la torre para el disfrute de los Sevillanos, y por supuesto de los 2,5 millones de turistas que visitan la ciudad cada año. 

A la pregunta de por qué se le llama Giraldillo y no Giraldilla como en Cuba, pues a pesar de su figura femenina, en realidad se trata tan solo de una veleta que su función es "girar", si es que la propia palabra te lo dice, que indica de donde es que sopla el viento pero nada más. Si en Cuba los diminutivos terminan en "ITO", en Sevilla en "ILLO". Así que ya sabes, que lo de la amante desesperada y no se que más, resultó una patraña que no se lo creyó ni el finado Eusebio Leal. 

Maldita Hemeroteca

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