martes, 26 de diciembre de 2023

EL FALSO MITO DE LAS ESTATUAS.

Máximo Gómez en la Habana
Es muy común que en plazas y parques de muchísimos países existan monumentos erigidos a la memoria de sus héroes, como en Cuba por supuesto, pero aunque estés cansado de verlas quizás no te hayas percatado de un detalle, y es que esas imágenes tienen un supuesto código "secreto" un tanto desconocido. 

Antes nos gustaría aclarar que aunque la mayoría de las veces han sido obras diseñadas para honrar a valientes militares, también las hay dedicadas a destacados civiles, pero sí es cierto que los primeros son una mayoría. Además, hay que tener cuidado porque no siempre cumplen con esa pauta como se cree.

Lo normal sería guiarnos por la posición que adopta el corcel en su diseño. Digamos si en caso de que el caballo tenga una de las patas delanteras no apoyada en el suelo, cualquiera de las dos, significa que el jinete fue herido en alguna batalla donde tomó parte, y que y falleció luego a consecuencias de las heridas. 

Por otro lado si la bestia está relinchando con las dos patas delanteras en el aire, significará entonces que su jinete falleció en alguna de esas batallas en cumpliendo de su deber, pero en caso de que el equino mantenga las cuatro patas apoyadas en la base, entonces el recordado habrá muerto de forma natural, en tiempos de paz, o de cualquier otra razón ajena a las contiendas bélicas.

Por poner dos ejemplos... 

El monumento al rey Alfonso XII situada frente al estanque del parque "El retiro", y que por su grandiosidad es el más importante de cuantos existen en Madrid, presenta a su caballo con las cuatro patas apoyadas en la base, lo cual se entiende ya que "El Pacificador", como le llamaban, murió de tuberculosis en 1885, mientras que por otro lado vemos que la ecuestre de Felipe V la tallaron con una pata de su caballo en el aire, a pesar de que su muerte se produce de un derrame cerebral en 1746.

En la actualidad el origen de este código, por llamarlo de alguna manera, sigue sin estar muy bien definido que digamos. Unos dicen que se originó en Inglaterra y que fue empleado durante la Guerra Civil Americana, pero en realidad no parece existir una explicación que convenza, ni mucho menos que sea de un obligado cumplimiento. Tanto es así, que las hay donde ni siquiera se respeta.

No sabríamos decir si en Cuba sucede en algún que otro caso, pero sí aquí en España donde la de Felipe IV, por ejemplo, erigida en el siglo XVII y situada en una hermosa fuente en la plaza de Oriente de Madrid, se puede observar que su caballo tiene las dos patas delanteras en el aire y en cambio si piensa que su muerte fue en combate, estará muy mal informado. "El Grande", como se le conocía, murió víctima de la disentería a los 60 años.

Dicen que fue él quien así la quiso para que fuera igual a la de su padre, el rey Felipe III, "El Piadoso", por cierto considerada como la primera en la historia con un caballo en esa posición. Evidentemente la de Felipe III en la Plaza Mayor de Madrid tampoco cumple, ya que en su caso aunque muestra a su potro con una sola pata levantada, se conoce que murió a los 42 luego luego de una fortísima depresión.

También hay que tener en cuenta una cosa, que cuando estas estatuas fueron esculpidas la norma - no escrita - ni siquiera se conocía, sobre todo si damos por hecho que haya sido entre el 1780 o el 1790 en Estados Unidos. De hecho la de Felipe III fue esculpida en 1616, mientras que la de su hijo, que fue un fiel a la imagen de un cuadro del pintor Diego Velázquez, en 1606 en Florencia. 

Tenemos el caso de la ecuestre de Carlos III, en Puerta del Sol en Madrid, ciudad de la que fue además su alcalde. Este monumento lo representa con su corcel con la pata delantera derecha apoyada en el pedestal, cuando en realidad "El Ilustrado" falleció en su propia cama en el dormitorio real y desde donde se afirma le dijo a José Moñino, el conde de Floridablanca y secretario de estado: ¿"Que te creías, que yo era eterno"?

Se entiende entonces que pese a morir de causas naturales, la estatua del emperador romano Marco Aurelio, que data del año 180 después de Cristo, mismo año en que murió, tampoco corresponda con el supuesto códice. Situada en la "Colina Capitolina" en el campo de marte en Roma, el jamelgo en este caso presenta una sola pata apoyada en el suelo.

Hyatt en New York
NI ASÍ.

Es que ni siquiera se trata de un problema de fechas, porque si venimos a ver la del libertador José de San Martín, que de haber muerto en paz en 1850 durante su exilio en Francia, su efigie, tanto la de Argentina como la de Chile, muestran a su cabalgadura con las dos patas delanteras en el aire. 

La de Buenos Aires fue inaugurada en 1862, mientras que la Chilena un año después en la plaza de Santiago, pero con la diferencia de que el prócer enarbola una bandera. En ambos casos "violaron el susodicho código", como también se lo saltaron con la gigantesca que está en Lima, Perú, inaugurada en 1921 con una sola pata en el aire que tampoco encaja.

Por otro lado varias de las ecuestres del libertador Simón Bolívar presentan a su caballo relinchando, como la que existe en Moscú o en la República Dominicana, sin embargo es sabido que Bolívar murió en 1830 de tuberculosis en la hacienda "Santa Marta", en Colombia. En este caso la que se encuentra en Tunja, municipio colombiano de Boyacá, inaugurada en 1883, así como la del paseo de las Delicias en Sevilla en España, esta de 1981, si responden con la citada norma.

Y por ultimo, no importando ya si cumple o no con lo medianamente establecido, la del insigne patriota de la guerra de independencia cubana, general Máximo Gomez, situada en la avenida que lleva su nombre y la esquina John F. Kennedy en Santo Domingo, ha sido vandalizada en tres ocasiones. En la ultima le robaron la espada que esgrimía en su mano derecha, amen de que representaron a su caballo con una pata en el aire, sabiendo incluso que murió de septicemia en una cama finalizada la guerra. A lo mejor ni lo saben. 

Al menos en la que está situada muy cerca del malecón de la Habana, las cuatro patas del potro "Cinco" reposan donde deberían estar. Y antes de terminar, nos gustaría referirnos a un impresionante conjunto escultórico situado en el parque de la calzada de Ayestaran y la avenida 20 de Mayo, al fondo del estadio de béisbol del cerro, y cual fue nuestra sorpresa cuando comprobamos que se trataba de una réplica de "El Relevo" en Madrid. En este caso se trata de una obra donada al pueblo Cubano en 1956 por el hispanista y magnate de los ferrocarriles Central Pacific, Southern Pacific y Chesapeake and Ohio, en EEUU, el filántropo Milton Huntington, esposo de la escultora Anna Vaughn Hyatt. 

El original de esta obra, de la misma artista, se encuentra situado en la plaza Ramón y Cajal, muy cerca de la facultad de medicina de la Universidad Complutense de Madrid. Además se trata de la misma autora del monumento a José Martí en el Central Park de New York, en 1965, y que su réplica fuera donada a Cuba en 2017. En fin que pese a todas estas incongruencias, te aseguramos que en una gran mayoría sí lo cumplen, entre otras cosas porque ese supuesto código secreto, que ya sabemos que no lo es tanto, nos ayuda a comprender el simbolismo que nos transmite determinada imagen con tan solo mirarla. Por suerte hoy tenemos nuestros teléfonos inteligentes para comprobarlo en el instante.

Maldita Hemeroteca

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