La esposa del primero, Marta Jiménez Martínez, igualmente integrante del directorio, ya con el triunfo de la revolución castrista investigó por su cuenta quien había sido el "chivato" que aportó la información que facilitó a la policía llegar hasta allí, ya que al parecer no querían investigar mucho lo que levantó sospechas.
Esa pesquisa le llevó hacia un miembro de la rama joven del 26 de julio Fidelista, Marcos Rodríguez, alias "Marquitos", quien mantenía relaciones con estos revolucionarios y conocía al detalle donde se habían escondido. En marzo del 1964, este Marquitos fue juzgado y condenado a muerte en un juicio que fue emitido por la TV cubana.
Solo agregar que a pesar de que les unía una misma causa, la de tumbar la dictadura de Batista, las relaciones entre los Fidelistas del "26 de Julio" y los combatientes del "Directorio Revolucionario", no eran, ni nunca fueron, las mejores. Incluso ni cuando estuvieron alzados en la Sierra Maestra. De ahí la supuesta génesis de este "sangriento chivatazo".
La señora Marta murió el 7 de marzo del 2016. Toda esta información fue corroborada por el hijo de ambos, el abogado Osvaldo Fructuoso Rodríguez, actualmente residente en la ciudad de Miami, EEUU, desde 1991 y que era nonato en el momento de los hechos, de hecho nació un par de meses después de la muerte de su padre.
Solo agregar que la información que le llevó a descubrir a este delator, la proporcionó un despacho de presidencia del propio coronel de la policía Esteban Ventura Novo, donde se hacía constar "el pago por los servicios prestados". E incluso un policía que participó en los hechos y que estaba preso, le dio tiempo a ratificárselo a la viuda antes de que fuera pasado por las armas.
No obstante las interrogantes sobre este hecho sigue siendo varias. ¿Marcos actuó solo por odio o por celos?, ¿Fue acaso utilizado como mensajero o, en cambio, sirvió como instrumento y pretexto para la posterior purga que luego se llevó a cabo?. Luego de ver este material, "Los amagos de Saturno", no hace falta ser un erudito para encontrar algunas de estas respuestas, sobre todo en la defenestración partidista que se muestra al final del mismo, de la cual ni la señora Marta pudo escapar de ella.
Finalizar diciendo que Osvaldo, hijo del mártir Fructuoso, le negaron la entrada en Cuba en varias ocasiones "por ser un gusano de Miami", incluso estando su madre padeciendo de un cáncer en la Habana. De milagro le dejaron entrar al entierro. Según dijo, todo se debió a declaraciones suyas a raíz de la fuga de la hija de Fidel Castro, Alina Fernández Revuelta, en 1993.
Los Amagos de Saturno from Ruben Gallo on Vimeo.