lunes, 1 de mayo de 2023

El amor en tiempos de tregua


La labor de un historiador está en la búsqueda incesante de una historia, ya sea a través de un documento, un monumento o incluso la tradición oral, para luego situarla en su sitio justo, pero jamás magnificar, callar o manipular determinados hechos por intereses ideológicos o políticos.

No obstante la desmitificación de la figura de un héroe mediante su caracterización en las distintas manifestaciones artísticas, siempre desata controversias en el imaginario colectivo de la gente, que de alguna manera consolidó, a lo largo de los años, una “historia oficial” que en realidad no muestra los verdaderos gustos, preferencias o errores de aquellas personas.

Por ejemplo, hay una novela de amor titulada "De sangre y ron mi Cuba", del autor gallego Fran Jaraba, que su ficción se desarrolla entre la España y Cuba en tiempos de la guerra en el siglo XIX. Lo curioso de esta obra es que está ilustrada como un comic, lo que la hace mucho mas interesante para la juventud. 

La historia trata de un joven poeta español de nombre Maxi Torres, que se embarca hacia Cuba en busca de su amada Lola. Una vez en la isla, resulta que una criolla de nombre Marina, se le atraviesa en su camino. No solo eso, lo arrastra hacia el escenario mas crudo de aquella guerra, como fueron por ejemplo los campos de concentración del general mallorquín Valeriano Weyler y Nicolau. 

CONTROVERTIDAS PINTURAS

Por otro lado, hay un pintor camagüeyano que quiso plasmar en sus lienzos una visión mas humana de estos mambises, digamos su vida sexual por ejemplo, donde el "campo de batalla" es muy distinto en este caso. Se llama Ariel Cabrera Montejo, y sus obras han sido expuestas en colecciones privadas en Cuba, Estados Unidos, México, Colombia, España, Alemania e Italia. 

Montejo cataloga su estilo como un ejercicio metalingüístico sobre el legado de la historia del arte que, entre otras indisciplinas, deslegitima las gramáticas autoritarias y pone en jaque al sujeto que las construye. La narrativa en "Tregua Fecunda", desplaza de raíz la ideología militante. En un final el sexo es, de hecho, el único espacio de rebelión que existe hoy en Cuba. 

NOTA: Sus imágenes están un poco "subiditas de tono", y para evitar conflictos con la plataforma blogger las ocultamos en este link, advirtiendo que no es contenido propio para menores.

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