domingo, 27 de agosto de 2023

La visita del físico Albert Einstein a Cuba


En diciembre de 1930 Albert Einstein realizó una visita a Cuba procedente de Holanda. En el Libro de Oro de la Sociedad Geográfica de Cuba, donde se le rogó dejara escritas algunas líneas, el afamado físico dejó apuntado la siguiente frase: "La primera sociedad verdaderamente universal fue la sociedad de los investigadores. Ojalá pueda la generación venidera establecer una sociedad económica y política que evite con seguridad las catástrofes".

El creador de la "Teoría de la Relatividad", y Premio Nobel de Física en 1921, que por cierto se conmemoró el 11 de abril el aniversario 117 de la presentación de su teoría, tuvo en la capital de todos los cubanos un gran recibimiento. Permaneció apenas 30 horas en su suelo, pero entre las visitas que hizo estuvo en la afamada tienda por departamentos "El Encanto", donde el gerente, Gonzalo Lobo, le obsequió un sombrero tipo "jipi japa" para protegerse del sol.

El periódico El Heraldo de Cuba lo anunció así: «El sabio alemán que niega la prolongación al infinito de dos líneas paralelas entre sí, fue huésped ayer de nuestra capital». 

Al pie de una amplia gráfica, otro diario capitalino comentó: «Einstein dirige un saludo a sus anfitriones cubanos en el paraninfo de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, cuyos locales pertenecen actualmente al Museo Nacional de Historia de las Ciencias Carlos J. Finlay».


“Además de su esposa y de una amiga de la familia, le acompañaban su secretaria Helen Dukas y el matemático austriaco Walther Mayer, quien hacía más de dos años venía colaborando estrechamente con Einstein en lo que ya entonces se había convertido en su obsesión, la teoría unificada del campo capaz de enlazar los fenómenos electromagnéticos con la atracción gravitatoria entre los cuerpos, pues la teoría general de la relatividad se aplicaba únicamente a la gravitación. 

También participó en un banquete organizado en su honor, pero no pudo visitar la Universidad de La Habana ya que el presidente Gerardo Machado la había clausurado debido a las constantes manifestaciones de los estudiantes. Aún así visitó lugares lujosos de la ciudad y luego, cumpliendo sus deseos expresos, recorrió zonas rurales y barrios donde convivían familias pobres y necesitadas. 

En la Habana le sorprende la inauguración del hotel Nacional, aunque prefirió pasar la noche en el buque Begenland, debido al cansancio que le había producido su agenda protocolaria.


No imaginaba entonces el ascenso del nazismo en su país, lo que le obligó dos años después de esta visita a emigrar a los Estados Unidos. Allí se dedicó a la docencia en el "Institute for Advanced Study", hasta que se nacionalizó estadounidense en 1940. Durante sus últimos años trabajó por integrar en una misma teoría la fuerza gravitatoria y la electromagnética. 

Einstein murió de un aneurisma abdominal un 18 de abril de 1955, a la edad de 65 años. Sufrió una dolencia que le causó una hemorragia interna, que al cabo de un par de días puso fin a su vida. Él era consciente de este problema de salud y, de hecho, unos años antes ya había sido operado para reforzar la arteria aorta.

Aunque está considerado por algunos como el «padre de la bomba atómica», abogó por el federalismo mundial, el internacionalismo, el pacifismo, el sionismo y el socialismo democrático, aunque siempre manifestó dicen una fuerte devoción por la libertad individual y la libertad de expresión.

Maldita Hemeroteca 

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