domingo, 6 de agosto de 2023

Seis de agosto: Expropiadas las empresas norteamericanas


A partir del mismo 1959, la revolución cubana puso en marcha varios procesos nacionalizadores que terminaron poniendo fin a la propiedad privada en la isla, aunque no se hicieron de golpe para no "soliviantar del todo" a una clase media bastante preocupada con lo que estaba sucediendo. 

Dentro de ese proceso ocurrió uno el 6 de agosto de 1960 de singular importancia, ya que Fidel Castro anunciaba la nacionalización de todas las empresas de capital extranjero, entre ellas las norteamericanas. Lo hizo frente de una multitud reunida en La Habana que fue testigo de como un total de 26 empresas del vecino del norte pasarían a ser parte del estado desde ese mismo momento. 

Aquel acto, que daba clausura al primer congreso latinoamericano de juventudes, el mandatario cubano dijo esto: 

Castro caricatura
“....En uso de las facultades de que estamos investidos, de conformidad con lo dispuesto en la Ley No. 851, resolvemos: 

Primero: 

Se dispone la nacionalización, mediante la expropiación forzosa, y por consiguiente se adjudican a favor del Estado cubano, en pleno dominio, todos los bienes y empresas ubicados en el territorio nacional, y los derechos y acciones de emergentes de la explotación de esos bienes y empresas, que son propiedad de las personas jurídicas nacionales de los Estados Unidos de Norteamérica, u operadoras empresas en que tienen intereses predominantes nacionales de dicho país, que a continuación se relacionan” 

Dicho lo cual, Castro pasó a enumerar las 26 empresas incluidas en la ley, entre las que se encontraban la Esso Standard Oil, Texas Company West Indian, Sinclair Cuba Oil Company y la United Fruit Company, además de las compañías de electricidad y teléfonos y numerosas empresas azucareras. 

Luego, el 17 de septiembre de ese mismo año, se decretaría la nacionalización de tres bancos y, el 24 de octubre, las propiedades estadounidenses restantes. Mas tarde se procedió a un segundo proceso nacionalizador, dirigido hacia las grandes compañías que empleaban a más de 25 operarios, muchas de ellas pertenecientes a consorcios multinacionales o de capital Español. 

El 13
de octubre se intervinieron 105 centrales azucareros, las compañías energéticas,
de comunicaciones y transportes, las mayores industrias: 6 metalúrgicas básicas, 60
textiles y de confección, 13 de productos alimenticios y bebidas alcohólicas, 9 fábricas
de envases, 59 plantas de derivados lácteos y 18 destilerías.

---Los CDR organizaban manifestaciones frente a los comercios que sus dueños se habían mostrado muy inconformes con las medidas tomas... ¿el corito? "... Oye gusanito no saques los pies, porque si no sacas te coge el comiteeee".---

Además se sumaron 47 almacenes de víveres,
13 almacenes de departamentos, 11 cines, 19 empresas y almacenes de construcción, 6
papelerías, 10 tostaderos de café, 16 molinos de arroz, 12 empresas marítimas, e igual de capital español muchas de ellas. 

Para fines de ese año todas las compañías extranjeras en la isla, incluso las grandes empresas de capital nacional, se encontraban ya en manos del Estado cubano, de manera que antes de que terminara octubre los Estados Unidos decretan un primer embargo que no incluía ni alimentos ni medicinas, pero que llegado febrero de 1962, con el conocimiento ya de las bases de misiles nucleares de alcance medio soviéticas emplazadas en la isla, se agudiza el mismo.

LA ESCASEZ

Ese año 1962 algunos productos de consumo empezaron a escasear, y con el fin de garantizar los suministros y evitar la especulación
a través del acaparamiento, el régimen decide llevar acabo la nacionalización de todos los comercios que
emplearan a trabajadores ajenos a la familia del propietario. 

Fue entonces que el periódico "Revolución", como parte del guion, desató una cacería contra todo tipo de comerciantes, acusándolos de "especuladores y abusadores del pueblo trabajador". La ley 1.076 de nacionalización de las empresas de propiedad privada, le da el "jaque mate" a todo el sector privado en la isla por muy modesto que fuera.


Aquellos dueños vieron como sus propiedades eran administradas -en su mayoría- por personal femenino y sin experiencia en la gestión
comercial: digamos dependientas comerciales, amas de casa, administrativas, ex criadas salidas
de las escuelas de reeducación de sirvientas, e incluso prostitutas reeducadas con un aval "revolucionario". 

En total quedaron intervenidas 5.500 propiedades, entre ellas establecimientos de ropa, tejidos,
calzado y ferreterías,  bodegas, carnicerías, sastrerías, garajes y pequeños talleres mecánicos,
puestos de flores, talleres de arreglos de zapatos y de ropa, quincallerías, estancos de
tabaco, casas de huéspedes, fondas y restaurantes.

Además de múltiples puestos de venta
de frituras, dulces y bocadillos y los bares; estos dos últimos negocios los más
numerosos, donde, según el discurso oficial, se refugiaban los “antisociales”. Ni los modestos sillones de limpia botas escaparon a esta brutal ofensiva interventora.

Todo había quedado listo para que el 12 de marzo de 1962, Castro se mandara otro de sus decretazos, la creación de la Libreta de Abastecimiento, llamada así para evitar racionamiento, que estipulaba las raciones de alimentos que cada familia cubana debía consumir. No solo eso, productos como bebidas, tabacos, combustible, calzados o textiles, pasaron a ser administrados por las OFICODAS o registro de consumidores. Pero esta es otra historia que, aunque sigue vigente y en extrema gravedad , tocaremos otro día.

Maldita Hemeroteca

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