jueves, 17 de agosto de 2023

Si va a Santiago, cuidado con su cabeza

El botafumeiro en acción

Este 15 de julio se cumplieron 20 años de mi primera visita a la majestuosa catedral de Santiago de Compostela, en Galicia. 

Antes de salir desde Asturias, donde yo vivía, un amigo me advirtió que "tuviera cuidado con el botafumeiro no me arrancara la cabeza". En ese tiempo no existía en España el internet en modo masivo, y por tanto no tenía como investigar de que se trataba aquella advertencia. Además me daba pena preguntar, no fuera ser alguna burla típica o algo parecido. 

Pero vamos por parte... 

Dicen los que saben, que desde la antigüedad el incienso se utilizaba para purificar el ambiente por donde pasaban personajes importantes, digamos el rey o el emperador. A causa del calor, la propia vestimenta y el poco aseo e higiene de aquella época, el ambiente solía ser bastante mal oliente, con lo cual el incienso venía como que a camuflar este mal olor y, de cierta forma, purificaba o perfumaba el ambiente. 

Además ante la presencia eucarística, también se intentaba hacer que la presencia de Jesús Cristo estuviera lo más purificada y limpia posible. Total que todo buen católico seguramente habrá presenciado más de una vez que durante las misas, u otra celebración litúrgica, se utiliza esta resina aromática que una vez se le da calor, comienza a propagar su agradable aroma. No sabemos si en cuba el método empleado es el mismo, pero al menos en España se utiliza un brasero gigante colgado desde el techo y que llaman “turíbulo”. 

Se trata de una especie de copa gigante provista de agujeros, por donde se esparce el aromático humo por todo el recinto.

Lo vi por primera vez en la catedral de Santiago y fue a raíz de las fiestas de "La Asunción de la virgen María", aunque los 25 de julio tiene su día especial con la celebración de Santiago el mayor, o Santiago Apostolo, como se dice en el idioma galego. 

Aunque en la biblia se llama Santiago en realidad su nombre era Jacobo, que en hebreo se dice Ya’akov, que al parecer fue derivando a través de Yago, Tiago, Xacobe hasta llegar a Santiago, el mítico hijo de Zebedeo y Salomé y hermano mayor del apóstol Juan, que fuera decapitado en Judea. 

Plaza del Obradoiro

Santiago es el patrón de Compostela, un pequeño pero hermoso pueblo perteneciente a la ciudad portuaria de la Coruña, en Galicia, donde se dice que entre el 820 y el 835 se encontraron sus restos. En esta gigantesca catedral el incienso se propaga por medio de un turibulo de estos pero gigantesco, bañado en plata, que pesa 62 kilogramos, mide 1,50 metros de altura y que los gallegos llaman "Bota-Fumeiro" (echador de humo). 

Este especie de copa, que se dice funciona como botafumeiro allí desde el 1604 y que fue renovada en 1851, va colgada del techo por una soga muy gruesa que lo balancea por todo el recinto a una velocidad superior a los 60 km por hora, alcanzado más de 60 metros en cada recorrido. De este balanceo se encargan 8 personas llamadas "Tiraboleiros". Agregar tan solo que la catedral de Santiago data desde 1075.

Además la catedral consta con una gigantesca plaza llamada "Plaza del Obradoiro" de 700 años de construida. También hay un museo que entre todas sus valiosas piezas destacan 12 tapices realizados en cartulina por un joven Francisco de Goya entre los años el 1976 y 1791. Pero lo gracioso de todo esto es que, aunque el recorrido no pone en peligro la vida de nadie, la mayoría de los visitantes no pueden evitar el acto reflejo ante el avance de la amenazadora alcachofa.

Jorge García / Maldita Hemeroteca.
 


Tags