.

EL FENIX: LA MEJOR FLORERÍA DE CUBA

La imagen es después de su reconstrucción en 1937. // 

Según el libro "Los propietarios de Cuba", del fallecido investigador e historiador Guillermo Jiménez Soler", obra donde agrupa a 550 personalidades que integraron la élite del poder en las más de 1,380 empresas de la etapa republicana, la florería "El Fenix" -que fue fundada en 1830- está considerada como la más importante de toda la Habana.

Sus primeros dueños fueron los señores Antonio y Juana Martín y Martín, aquella desdichada señora que la leyenda la sitúa en medio de una célebre pero fatal partida de dominó en 1925. De hecho, su panteón en la necrópolis de Colón en la Habana es bien conocido por eso, por tener tallado en mármol una ficha del doble tres. 

Cuenta la historia que esta canaria, que fue una gran jugadora de dominó, se encontraba en medio de una partida y solo le quedaba una ficha con el que esperaba "pegarse", el doble tres. Sin embargo, la contrincante que le tocaba jugar antes tenía un tres uno y colocó su ficha antes que ella. Juana se enojó tanto que sufrió un ataque al corazón y quedó muerta allí mismo y con la ficha en la mano.

Ocurrió el doce de Marzo de 1925. Los amigos de partida, así como sus hijos, reunieron el dinero necesario para hacerle en su memoria una gran pieza de mármol con la imagen de la ficha que la llevó a la tumba. Su panteón está situado justo al lado del famoso profesor, pianista y compositor neerlandés radicado en Cuba, Hubert de Blanck.

La historia de esta florería, que fue intervenida en 1959 al matrimonio Antonio e Hilda Martín, esta estrechamente relacionada con la señora Catalina Lasa del Río Noriega, natural de Cárdenas, Matanzas, que en su momento fue considerada una de las mujeres más hermosas de la Habana de principios de siglo, y tanto que resultó ganadora de varios certámenes de belleza. 

Fue la escandalosa amante, y luego la esposa, del acaudalado Don Juan Pedro Baró. Catalina vivía en una impresionante mansión edificada entre los años 1922 y 1927 situada en en la calle Paseo, No 406, entre 17 y 19 en el Vedado, y su belleza sirvió de inspiración para que los dueños de "El Fenix", crearan uno de los más famosos injertos florales, "La Rosa Catalina", fruto de la unión de una rosa cubana y otra de origen húngaro, una idea del jardinero francés Jean Claude Forestier. 

Pero este escándalo, o historia de amor, será para otro momento. De cualquier manera la puede consultar aquí si así lo desea. La historia de amor de Catalina Laza y Juan Pedro Baró.

Maldita Hemeroteca