sábado, 18 de noviembre de 2023

Hoy como ayer.

Coronel Ventura Novo. // 

Las controvertidas "Memorias" del ex coronel de la policía cubana durante la etapa republicana, Esteban Ventura Novo, no aparecen por ningún lado. 

No sabríamos decir si es porque murió y la familia prefiere mantener el "perfil bajo" o que, a fin de cuenta se trata de un personaje que tuvo muchas aristas porque para unos fue un implacable y eficiente policía, mientras que para otros un esbirro y vulgar asesino. Lo cierto es que las publicó en 1961, y el contenido de ese libro, totalmente alucinante, vio la luz a raíz de la llegada y detención en Cuba de su esposa, la doctora Serafina Freire Lázzaro. 

Sin embargo no porque su contenido sea delirante es increíble porque hay espacio para la duda. Por ejemplo existen los que podrían poner en duda los hechos que aparecen relatados, que existan incongruencias con métodos, sitios, personajes, fechas o que incluso, se haya dejado llevar por la ira debido al trato que le dispensaron a su esposa en el aeropuerto de Boyeros.

La prensa Cubana de esa época publicó imágenes del interrogatorio a que fue sometida allí mismo en la terminal aérea, pues además de saber la finalidad de su viaje, querían que dijera el lugar donde había dejado supuestamente "la pasta" escondida para confiscársela. (Mucha gente dejó verdaderas fortunas escondidas en falsas paredes pensando en regresar.)

Al parecer la doctora Serafina, dentista de profesión y con dispensario propio, consideró que lo que había hecho su esposo como policía nada tenía que ver con ella, y por tanto quizás exploraba la posibilidad de retomar su carrera en la isla. Además, -según dijo-, se encontraba allí gestionando documentos para su tramite de divorcio.

La doctora Freyre detenida en el aeropuerto. 

Ese 27 de enero, nada más pisar la losa del aeropuerto, el comandante Efigenio Ameijeiras, jefe de la policía nacional en ese momento por decisión del presidente interino Manuel Urrutia, y el capitán José Ponce Díaz, "le echaron el guante" como se puede apreciar en esa imagen.

La doña citó varias cuentas con efectivo a su nombre, pues según su declaración, se trataba de un dinero ganado en su gabinete dental privado, aunque no sabemos si al final el señor Ameijeiras, entonces al frente de los "bienes recuperados", consiguió "recuperarlos".

También es cierto que solo habían pasado 4 meses del triunfo de los barbudos, de manera que casi nadie se imaginaba en ese momento lo que vendría después. Además, que en su condición de cubana y de no deberle nada a la justicia, no tenían porque cuestionarle su decisión de regreso a la patria.

Por otro lado Ventura aseguraba que jamás se había acosado en Cuba a ningún familiar de los detenidos, de hecho existe un artículo en el "Diario de la Marina", con fecha 10 de enero de 1959, donde la propia madre de Fidel Castro, la señora Lina Ruz, afirmaba que las fuerzas del orden jamás la habían molestado por la actividad de sus hijos, ni siquiera cuando el jefe del noveno distrito militar de Holguín, el coronel Fermín Cowley Gallego, había sido ajusticiado en aquella ferretería por un comando castrista.

El Coche de Fermín Cowley y el lugar donde fue ejecutado 

Al final su esposa tuvo que regresar de nuevo de la República Dominicana junto con sus tres hijos, pero esta detención fue lo que hizo que el ex coronel diera rienda suelta a su ira, y "tirara al medio" el pasado de algunas de las mayores "vacas sagradas" del régimen de los Castro.

En un artículo del periodista independiente Juan González Febles, que llevó por titulo "Esbirros, inadaptados y mecánicas mediáticas", publicado el 23 de noviembre del 2010 en la revista "Primavera Digital", dijo lo siguiente:  

“La vocación y la condición de esbirro, está fuertemente vinculada a la condición de chivato. Los chivatos y los esbirros son el par ordenado por excelencia o la célula básica de la opresión. No hay esbirro sin chivato. Pero tanto sobre el esbirro como sobre el chivato pesa una maldición: Pasado un tiempo, nadie quiere acordarse de que existieron”.

Nada más cierto. Se trata de algo que lo seguimos viendo en Cuba varias décadas después, incluso elevado a la máxima expresión en cuanto a la efectividad de sus métodos. Total que en estas Memorias aparecen varios pasajes donde Ventura revela algunos de los secretos mejor guardados de su archivo policial que, al parecer, se llevó de Cuba en aquella precipitada huida del uno de enero de 1959.

Cabría añadir aquí, según me contó una vez mi padre que fue taquígrafo del ejercito, que más allá de sus represivas actividades contra los opositores a Batista, Ventura Novo era considerado un azote para la delincuencia Habanera. Muchos atracadores, bandoleros y rufianes de aquella época, preferían "cantar la Traviata" antes de caer preso en aquellos siniestros calabozos de la calle Belascoaín.

Sin embargo, en caso de que cualquiera de aquellos opositores decidiera delatar algún plan o algún compañero, para nada era maltratado e incluso, se le renumeraba generosamente "por los servicios prestados". Lo vimos en el cheque de los tres mil pesos que le dieron a José Llanusa Gobel por una supuesta delación de un cargamento de armas que debía entrar por los puertos de Isabela de Sagua y el Mariel, procedentes de la ciudad de Miami.

José Llanusa Gobel a la derecha.

Oiga, tres mil pesos en ese tiempo era una suma de dinero muy, pero que muy alta, sobre todo teniendo en cuenta que mi padre ganaba entonces 75 pesos mensuales como taquígrafo. Puede ser también que, "curándose en salud", haya decidido "sacrificar" estos cargamentos en función de otros y, de paso, ganarse la confianza de Ventura. Todo es posible.

Total que en su libro Ventura asegura que Llanusa, fallecido en el año 2007, siguió siendo un valioso colaborador desde los Estados Unidos, a donde se fue "echando un pie" por si acaso. Si usted accede a una simple biografía de este personaje, verá que no regresó a Cuba hasta el mes de febrero de 1959. En otra parte del citado libro le dedica todo un capítulo a lo que - supuestamente - sucedió con el desaparecido "comandante de la revolución" Juan Almeida Bosque.

Dice así:

“…Fui asignado a la segunda estación situada en Paula y Picota (eso es la parte vieja de la ciudad de La Habana). A las 5:30 de la tarde del día 6 de noviembre de 1948, el timbre del teléfono de la estación sonó.

--Segunda estación, ordene, dijo la clase de guardia y del otro lado del hilo alguien denunció:

--Ahora mismo acaba de ser asaltada en la esquina de las calles "Desamparados y Damas", una mujer que parece ser una turista norteamericana. Sus asaltantes son dos, "Caballo Blanco y Pito". Los dos corrieron hacia La Habana vieja por la calle Damas". 

El sargento Darío y yo salimos hacia el lugar que nos indicaron, y pudimos ver a la norteamericana Hallen Hayes, de Fort Lauderdale en la Florida, que nos describió a los asaltantes que le habían llevado la cartera con 166 dólares

Muy nerviosa, nos dijo:

--Los dos ser negros…

Por otro lado el bodeguero de la esquina nos manifestó: 

--Se metieron en la posada, allí, en el número 66…

Comenzamos a registrar cuarto por cuarto. Al fin, en el número 7, debajo de la cama, estaba "Caballo Blanco", quien atemorizado me dijo: 

--"No me hagan nada. La cartera está en la carpeta de la oficina".

El juez de Instrucción de la Sección Segunda conoció del hecho y lo procesó con 10 mil pesos de fianza, radicando la causa por asalto y robo. Caballo Blanco era el apodo con el que era conocido en el mundo de la delincuencia el señor Juan Almeida Bosque en 1948. Por este hecho fue sancionado por la Sala Quinta de lo Criminal de la Audiencia de La Habana a la pena de 4 años, siendo remitido al Reclusorio Nacional para Varones de Isla de Pinos.

Juan Almeida Bosque, alias Caballo Blanco, había sido sancionado por un hecho que, según su propia confesión, no era su giro, ya que sus actividades eran la venta de marihuana en la esquina de San Isidro y Damas en unión de Caridad Suao, alias La Conguita. Agrega el informe que Almeida era medio hermano de Papaíto, otro famoso delincuente que operaba en esa misma barriada Habanera".

Comandante Juan Almeida Bosque.

A ver...

Cuando usted analiza quien fue Juan Almeida después del triunfo de la revolución, podría imaginar muy fácilmente que Ventura mintió movido por la ira y el afán de venganza, sin embargo...  ¿Dónde está la copia del archivo de esa causa?. 

¿Acaso sería demostrable que Almeida en aquellos años estuvo de verdad preso en Isla de Pinos y condenado por ese delito?. Y de no haber sido así: ¿por que nadie se ha encargado de desmentirlo. ¿Qué necesidad tiene su familia de soportar semejante calumnia gravitando por las redes?.

Quien no sabe en Cuba que ese mismo jefe de policía, Efigenio Ameijeiras, que detuvo e interrogó a la mujer de Ventura en la Habana, había sido un famoso consumidor de marihuana conocido como "Tomeguín", y que incluso la policía sabía que expendía su mercancía en el "Parque de la Fraternidad". Es que sobre Ameijeiras Ventura dice:

"En los libros del juzgado Municipal de Puerto Padre, Provincia de Oriente, en funciones de juzgado correccional, constan sentencias dictadas contra Efigenio Ameijeiras y Armando Cubría con 60 días de privación de libertad por el delito de "Pederastia*". 

Posteriormente, en el mes de marzo de 1953, ese señor Armando Cubría Ramos, vecino de la calle "Ermita" No 57 en el reparto Ayestaran, había sido detenido por pertenecer a una banda armada al servicio del partido "Auténtico". En esa detención le fueron ocupadas en su casa numerosas armas que, al parecer, se las había entregado el depuesto presidente de la república, el doctor Carlos Prío Socarrás, según lo publicó la prensa.

Luego, en diciembre de 1957, en compañía de Jorge Rodriguez Malagama, Mario Vicente Bermúdez Rodriguez, Juan Gonzales Plana, Celestino Alies Betancourt, Lázaro Jorge Betancourt, José Ramón Giralt García, Julio Collado Quintero, Fernando Soldevilla Rodriguez, Osmany Cienfuegos Gorriarán y Humberto Salas Risoto, le fueron hallados una bomba de 52 libras, tipo balón de gas, un rifle calibre 30, una escopeta calibre 12 y otra de calibre 10.

Documento de la CIA desclasificado

Además le requisaron varios silenciadores, 2 cajas de cartuchos, una caja de balas de 9 mm, 2 frascos de fósforo vivo, 7 relojes para bombas, 2 soldadores, limas para recortar escopetas, mechas, 250 cohetes miras telescópicas y un paquete de dinamita. Todo un arsenal. Y justo al día siguiente, 50 bombas detonaron en varios sitios de la Habana colocadas en cines, colegios, un banco, una escuela de arte, así como en varios automóviles aparcados en la calle. 

El señor Ameijeiras, fallecido en 2020, había sido destituido, y luego defenestrado, por el propio Fidel Castro, y habrá sido un destacado y valiente comandante y todo lo que usted quiera, pero era de "carne hueso", con sus virtudes y sus vicios como todo el mundo, incluso terribles excesos podríamos decir, como los que dicen cometió en Argelia en 1963. En una entrevista de 1988, habiendo recuperado sus grados de general de división, resumía escuetamente aquella destitución:  

"Fueron problemas personales de los que nunca intenté justificarme". 

Claro, lo que no dijo fue que había sido otro comandante, Ramiro Valdés, quien lo había denunciado al alto mando por seguir siendo un adicto y por conductas lascivas en general. Mucha gente en Cuba desconoce que su hija, Diana Ameijeiras Masaira, de 49 años, decidió lanzarse al vacío desde un edificio de Nuevo Vedado en septiembre de 2010, mientras que la otra, Yesín Calafel Lobaina, vive desde 1997 en Miami exiliada con su madre.

Esta ultima, que trabajaba como doctora en el hospital "Manuel Fajardo", dijo que estaba siendo sometida a una fuerte vigilancia debido a la salida de su madre, y porque su residencia se encontraba próxima a la entonces "oficina de intereses de EEUU". Además, nunca develó los motivos por los cuales había renunciado al apellido de su padre. En cuanto a su exilio dijo: "No sé como lo tomó, pienso que lo entienda". 

El hijo de Juan Almeida, el YouTuber Juan Juan, residente en los Estados Unidos, dijo en un reporte: "Ameijeriras vivió sus últimos años prácticamente olvidado por las altas esferas del régimen, enfermo y sobreviviendo gracias a la ayuda de familiares y amigos, en su mayoría exiliados en EEUU". En realidad los perfiles de toda esta familia en las redes sociales son un misterio por descubrir.

Solo agregar que Ventura, que no hay duda que fue un pilar represivo del régimen de Batista, vivo en Miami donde creó la firma de seguridad "Preventive Security Service & Investigation", y que sepamos, nadie le molestó siquiera ni con un "mitin relámpago". Falleció en mayo del 2001 y le sobrevivieron su esposa en ese momento, la señora Niurka, así como sus hijos Enna, Steven, Marcie, Esteban, Nancy, Javier, Ada, Rosario, Serafina y Eddy, según el reporte del periódico "El Nuevo Herald".

LA STASI

Cuando cayó la U.R.S.S. Y el bloque comunista en 1989, la mal llamada República Democrática Alemana, que de democrática no tenía ni el nombre, su policía secreta, la STASI, desclasificó una buena parte de sus siniestros archivos. Fue entonces que los Alemanes de esa parte del muro se enteraron que lo mismo un tío, un primo, un hermano e incluso sus padres, se estaban espiando mutuamente. 

Se trata incluso de recuperar documentos destruidos por la STASI antes de salir huyendo en 1990.

Por ejemplo gracias a esta desclasificación, los familiares de seis víctimas pasadas supieron al fin quien había sido el victimario. Se trataba de un tal Johannes Weinrich, un agente vinculado al frente de liberación de palestina, según afirmó dw.com, que fue el responsable en varios atentados perpetrados entre 1975 y 1983 en Francia, Grecia y Alemania. Así de siniestra fue aquella policía política de la que Cuba tomó muy buenas notas.

De manera que es posible que algún día experimentaremos lo mismo en la isla cuando sea libre de verdad, pero de momento hay que seguir viviendo en la incertidumbre, seguir pensando que las cosas que escribió Ventura en ese libro, muy fuertes algunas de ellas la verdad, fueron el fruto de su fanfarronería, de su despecho, del rencor y el resentimiento de un derrotado.

Dicen los que saben que los recuerdos son inherentes a la memoria como un archivo infalible de lo vivido, y quizás con suerte, cuando desclasifiquen los archivos cubanos, sepamos si Ventura decía la verdad o no. Mire, recordar el pasado ayuda a saber de dónde venimos y evita - por otro lado - cometer los mismo errores que una vez cometimos por eso, si importante es conocer lo que sucedió ayer, importante también es contarlo en el presente.

Maldita Hemeroteca

 (*En aquellos tiempos, incluso en España también, la homosexualidad se tipificaba de esa manera, en cambio hoy no, hoy constituye delito. )

Fuentes: Artículo del diplomático Juan Felipe Benemelis //Artículo de Cinthya Corzo // Artículo del periodista independiente Juan González Febles. // Briones Montoto, Newton. "Victima o culpable". // Artículo del Nuevo Herald. // Articulo de dw.com

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