miércoles, 22 de noviembre de 2023

Más allá de la falsa o no, carta de Miguel Ángel Quevedo

Miguel Ángel Quevedo con gafas. // 

En el párrafo final de aquella carta que dicen escribió el que fuera director de la revista Bohemia, el señor Miguel Ángel Quevedo, termina diciendo esto: 

“Fuimos un pueblo cegado por el odio. Y todos caímos víctimas de esa ceguera. Nuestros pecados pesaron más que nuestras virtudes. Nos olvidamos de Núñez de Arce, cuando dijo: ‘Que cuando un pueblo olvida sus virtudes lleva en sus propios vicios a su tirano. Adiós. Este es mi último adiós. Y diles a todos mis compatriotas que yo perdono con los brazos en cruz sobre mi pecho para que me perdonen todo el mal que yo he hecho.- y a continuación la firma - M. Á. Quevedo”.

En realidad, siempre han existido dudas que esta carta la escribiera realmente Quevedo, los mal pensados aseguran que fue un invento del periodista Carlos Alberto Montaner, aprovechando que ya Quevedo estaba muerto para acreditársela y aseguraron que entre Montané y Quevedo jamás existió una relación como para que en sus ultimas horas de vida, le dedicara siquiera una notas.

La revista, fundada en 1909, la había heredado Quevedo en 1927 convirtiéndose no solo en el semanario ilustrado más popular de la isla, si no en la américa hispana. Tuvo entre sus redactores a importantes personalidades de la historia política Cubana como Jorge Mañach, R. García Bárcenas, Eduardo Chibás, Oscar Salas, Gustavo G. Sterling, José M. Peña, Fernando Ortiz, Ramón Grau San Martín, René Méndez Capote, Agustín Tamargo, Gustavo Robreño, Herminio Portell Vilá entre otros.

En plena dictadura de Fulgencio Batista, Bohemia fue de los medios que apoyó la revolución castrista de 1959. Por ejemplo entre sus publicaciones más famosas estuvieron la del 26 de julio de 1958, cuando publicó el famoso “Manifiesto de la Sierra”, mientras que el 11 de enero de 1959 publicó una sensacional edición especial, con una tirada de un millón de ejemplares, que se agotó en pocas horas.

Sin embargo poco tiempo pasó para que Quevedo se desencantara de su ídolo verde oliva, una vez que todos los medios de comunicación cubanos, entre ellos su revista, fueran clausurados y expropiados. Se vio obligado a marchar al exilio en 1960, aunque antes se asiló en la embajada de Venezuela en La Habana. Fue allí, en su apartamento de Caracas, donde se quitó la vida. Dicen que porque estaba endeudado en proyectos que no fructificaron, tratando de reflotar la revista.

LO VERDADERAMENTE LLAMATIVO

Lo que si nos llama la atención no es la autenticidad de esta carta en sí, pues de cualquier manera cumplió el objetivo que perseguía Montaner seguramente, lo que resulta aún más importante es que en ese año de 1958, el periodo político más complicado de Batista, la revista tuvo grandes tiradas, sabiendo el dictador que la editorial estaba diametralmente en su contra.

No solo eso, es que en esa edición de Bohemia, Quevedo había publicado una carta del propio Fidel Castro, solicitándole a otros medios de comunicación más cobertura a su proceso en la Sierra Maestra. Que se sepa censurado sí, pero ningún periodista en esa etapa estaba encarcelado por expresar su opinión o ideas políticas. 

De hecho las cartas que enviaba castro desde el presidio a través de su amigo Luis Conte Agüero, fueron publicadas en la edición de Bohemia del 27 de marzo de 1955, con el título de "Carta sobre la amnistía", y ya amnistiado en marzo de 1955, le concede una entrevista a Guido García Inclán en la COCO y nadie le molestó por eso. Ese mismo mes de mayo, en un artículo en Bohemia, Fidel Castro llamó mentiroso al coronel del ejercito Alberto Río Chaviano, el famoso "Mientes Chaviano" en fin, las citas serían innumerables.

Es cierto que a partir del golpe del diez de marzo de 1952, varios medios de prensa sufrieron censura, pero no fue total. Por ejemplo a raíz de los acontecimientos en los cuarteles Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo y Guillermón Moncada en Santiago de Cuba, se decretó la censura a tres periódicos y una revista: "Prensa Libre", "El Mundo", "Pueblo" y "Bohemia" y no es que no pudieran salir a la calle, si no que lo hacían amordazados, limitados a determinados temas, que para el caso puede que sea parecido pero no lo mismo. 

Otros como "Pueblo", su director Luis Ortega llegó al punto de que tuvo que exiliarse, mientras que "Hoy", de los más radicales por ser la voz del partido socialista popular, ya no pudo publicar más hasta el fin de la dictadura. Sin embargo el más malo de todos, el malísimo y más reaccionario de los periódicos anti comunistas de Cuba, el "Diario de la Marina", fue de los pocos, si no el único, que alzó su voz en contra de esa censura. 

Tanto fue así, que importantes organismos como la Sociedad Interamericana de Prensa en Washington, la Asociación Interamericana de Radiodifusión así como el colegio de periodistas o el bloque de prensa liderado por Cristóbal Díaz, propietario de El País, les trasladaron a Batista su inconformidad con el ataque que había hecho su gobierno a la libertad de expresión. 

Quevedo y su equipo de Bohemia

Batista cedió, y el 24 de octubre de 1953, justamente cuando se conmemoraba el día del periodista, informó que su consejo de ministros había acordado restablecer las garantías constitucionales y derogar la censura. No fue hasta el 29 de abril de 1956, que se produce el ataque al cuarte Goicuría en Matanzas, que el gobierno aplicó otros 45 días de "censura previa" que era como la llamaban. 

Por ejemplo en la revista Bohemia solo se censuró la sección "En Cuba", mientras que en las emisoras de televisión y radio se prohibieron programas de corte políticos, no así "La Calle", con el que fueron implacables por ser este un periódico de marcada inclinación al movimiento 26 de julio. Así y todo, hipócrita o no, Batista solía pedir disculpas a la prensa por estas censuras. Al menos se tomaba el trabajo.

---El ocho de junio de 1955 es el propio Fidel Castro quien reconoce "el periódico La Calle, junto a la revista Bohemia, han sido un factor decisivo en el triunfo de la verdad y en la aplastante victoria que hemos logrado sobre la hipocresía y el crimen".---

Solo en los momentos verdaderamente complicados ante nuevas acciones militares en su contra, el dictador retomaba la censura como lo hizo en abril de 1956 y en enero de 1957, la primera por espacio de 35 días, mientras que la segunda se extendió hasta los 43. Sin embargo el 28 de julio de 1957 Bohemia publica "el Manifiesto de la Sierra Maestra" firmado por Raúl Chibás y Felipe Pasos.

Le digo más, Bohemia publicó una carta de Fidel Castro redactada desde Sierra Maestra y dirigida a todos los medios cubanos, para que estos "mantuvieran al pueblo informado" sobre los avances alcanzados en la lucha insurreccional. Cercano al 1958 la censura se reforzó de nuevo, y a decir del periodista cubano José Suarez Núñez que en 1955 dirigía la revista "Gente", propiedad de Batista, era el propio dictador quien redactaba - a su antojo - los partes de guerra.

Con el triunfo, Bohemia se volcó completo con Fidel Castro, llegando Quevedo al punto de mentir con aquel falaz artículo de los "20 mil muertos", publicado a principios del 1959 en sus “Ediciones de la Libertad”, un bulo que años después quedó demostrado que si se sumaban los fallecidos de ambos bandos, no llegaban siquiera a la quinta parte. No ha sido casual que la dictadura castrista jamás haya podido publicar los nombres de esos supuestos 20 mil muertos, por la sencilla razón de que nunca existieron. 

Otto Meruelo condenado
En uno de sus tantos hipócritas discursos, "el embustero en jefe" llegó a decir: “Donde hay crimen no hay libertad de prensa, donde hay crimen se oculta lo que se hace”. 

Incluso sobre la visita en la Sierra que le hiciera el periodista de Bohemia Agustín Alles Soberón, editor de la sección "En Cuba" y primer reportero cubano que pudo entrar en territorio dominado por los guerrilleros, Castro dijo: 

“Acogiéndose a la absoluta libertad de prensa que existe en el territorio libre de la Sierra Maestra, Eduardo "Guayo" Hernández y Agustín Allés Soberón, de Noticuba y Bohemia son los primeros periodistas cubanos que atravesaron las líneas enemigas y penetraron en la zona rebelde. Ellos son testigos de lo que aquí se ha hecho con el tesón y el sacrificio de humildes luchadores…”

¿Libertad de prensa?, ¿Dónde hay crimen no hay libertad?. ¿Qué Guayo y Soberón se acogieron a la libertad de prensa, pero cuando te convenía a ti?

Tan rapidito como tomó el poder, digamos abril del 1959, ya estaba condenando a veinte años de prisión al comentarista de radio pro batistiano Otto Meruelo por el simple delito de expresar lo que pensaba, otra cosa es que le gustara o no. El 14 de mayo de 1960, 72 horas después de haber clausurado el "Diario de la Marina", obligó al periódico "Prensa Libre"- el ultimo de la cola - a cerrar sus puertas. Desde entonces, nunca más hubo en la isla libertad de prensa ni de expresión en los 65 años que llevan ya en el poder. 

Sobre la dichosa carta de Montaner.... Que sí, que sabemos que siempre estuvo opuesto radicalmente a la tiranía Castrista, lo cual le honró en vida, pero de eso a que la carta haya sido cierta, eso nunca lo pudo probar. No obstante a eso, a los cubanos nos sigue valiendo.

Con otro sentido.

Fuente: Bohemia,"20 mil muertos arroja el trágico saldo del régimen de Batista," año 51, del 11 de enero de 1959. 

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